A SOLAS
Será de desoír imprecaciones
que el tiempo deja sin aviso
en la luz de la puerta o adheridas,
en el vidrio del maldito coche,
que se quedó varado desde el martes,
no recuerdo muy bien
ya de que año,
que me he vuelto fecundo
en mi trabajo,
de recontar volúmenes vacíos,
y enviar zalameros encubiertos,
en los ojos que leen
y que escriben,
lo que haya en la hoja
su presidio.
Será de lamentarme poco
y sonarme con cuidado
y bien los mocos,
que ya no tengo que limpiar
los lentes,
con que trabajo
y domestico el ogro,
tu me dirás que veo de revés
y lo que tiene valor
es un despojo,
pero no te concito ni repelo,
el pasadizo aguado es un peligro
y el infierno pequeño
no es el cielo.
Será que tengo preñado este maldito
abracadabra cerebro receloso,
y no dispongo ya de tema antiguo
que me procure conversa
con mi adentro,
sepa usted que escolares
aprobados,
tienen bien adobado su silencio
y yo he roto con juegos
y con dados,
que a la suerte le muestren
el camino,
no sea que olvidemos otra vez
el motivo de ser
y a qué vinimos...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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