jueves, 31 de octubre de 2013

EL LUGAR QUE ESPERA / Poesía de José Ignacio Restrepo



VELAR LAS HORAS




Rentas de más en este asunto noble
de corregir inhumaciones y relatos
que llegan como ecos como acordes
de musicales obras interiores
unas comparto con presencias tibias
que me conmueven con besos y caricias
pero la mayoría enfrento solo
con la voz contraída como sable
y sin el viejo escudo de mi padre
que augusto se extravió antes de ayer
en un trasteo innoble
hecho de noche
y en carros de papel

Senderos de mi llanto puedes ver
en los desiertos que lloran por un mapa
y yo te invito amigo a recorrer
estos techos los muros y ventanas
no seas preguntón
no hagas doctrina
recoge mi mortaja si se cae 
que aún está muy nueva y harto útil
puede hacer de litera o cobertor
y cuando sea vieja donaremos
a la calle sin nombre
que sabemos
donde por cien esperan ratas nobles
que vayamos sin don ni garantía
a saber qué es pobreza
qué es vejez
pues solo en ese ristre peregrino
se conocen los sabios de verdad
que sostuvieron guerras con la vida
y ahora cantan sus duelos y sus rimas
sometidos sin dios
contra la edad

  JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 29 de octubre de 2013

LOS REZOS PERFECTOS / Poesía de José Ignacio Restrepo


DÓNDE ESTÁN
(A mi madre)


Diez camándulas bellas
tenía mi mamá
ya no sé dónde están
solo usa la de palo
con ella dice pan si entra Ave María
y si cae Señor la aprieta 
sin medida
Mi madre debe rezos de amplia sintonía
tiene el cielo enmendado
en su jovial papel
cuando bebe su vino y su pastel comparte
tiene rezos mi madre que le saben a gloria
Amansa el corazón con bellas oraciones
mercedarios pedidos por todo lo que piensa
quienes quieren ganar
ya lo tienen perdido
y en los rezos maternos su pedazo oirán
 de rezo bien orado redondo y lanceolado
que remienda pecados
Sea lunes o martes los rezos se preguntan
si el miércoles será otro día perdido
cuando llamo y no oye
es que reza en voz alta
atacando en las uñas el palito de gloria
Los jueves simplemente se escapan las palabras
y resulta inventando una bella reseta
donde el mundo olvidó hacer cosas mal hechas
así como ella olvida
completar otra vuelta
Los viernes el rosario se termina completo
recortado en olvidos terminado derecho
y ella acaba esperando
pensando una vez más
dónde están las camándulas de bella pedrería
con que ella rezaba tan bien en otros días...

  JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 24 de octubre de 2013

TODA AMÉRICA, UNA FINCA / Poesía de José Ignacio Restrepo



EL COBRO DEL SALDO
( ...último encuentro con General en retiro...)


Bordes, fronteras, barandas que se alejan,
escalinatas de vidrio ya incompletas
cuyos fragmentos servidos en el suelo
muestran rostros silentes y ampulosos,
llenos de lo que hubo y lo que no,
en derivadas, senos y cosenos...
Suya la prisa por hendir la carne,
por templar cada gesto, cada calle,
cada vereda hecha, cada casa
por donde ya pasaron los momentos
y los miraron de arriba para abajo,
y en medio de los gritos de las aves
corrieron sin saber la dirección,
con la cierta ilusión de que la vida
no se les fuera entonces de las manos,
como le pasa a usted ahora mismo,
lo veo, y no lo puedo ni creer,
su cadáver ya sin porvenires,
y ese grito de no, no haga ésto 
lanzado sin su boca y sin su voz,
suspendido,
yerto, frente a mi...
Altas vuelan las garzas y a las nubes
suben sus cantos diáfanos benignos,
y usted que prometió seguir viviendo
tiene ya el pasaporte cancelado,
todo lo vio venir menos a mi,
que le dejé entre el pecho la hoja nueva,
mientras su sangre buscaba la salida
me escuchó recordarle del pasado,
de la casa quemada, de ese fuego,
de la tierra asolada de mis padres,
y la huida infeliz que allí emprendimos,
de este largo camino que me trajo
al frente de su cara tan igual,
al rostro de ese inmundo criminal
que vestido y tapado de uniforme,
desplazó, humilló, y asesinó
a aquellos que vivían en sus tierras
como lo manda dios, como lo ordena,
como dijo la ley que bien lo hicieran,
habitando un hogar sin que los jodan
y sirviendo a la paz de un porvenir...
Vine hoy a encontrarle sin permiso
con un último encargo de la vida, 
y eso era cobrarle simplemente
todo lo hecho en contra de la gente,
tan seguro de que ya nada posee
y que no puede alcanzar con su pensión,
para hoy dignidades devolverles
a todos los que fueron desplazados,
que perdieron la vida y sus ahorros,
y ahora están tendidos como usted,
en la tierra cansada de entregarse
que no ha podido nunca defenderse, 
ni gritar, o absorver su negra sangre
que no es un  alimento deseable,
asi estemos usted y mi persona
en la tierra de nadie...

   JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 21 de octubre de 2013

PAGO POR VER, SÍ, CÓMO NO... / Poesía de José Ignacio Restrepo


DEMOCRACIA


Carnada de metal con sangre rancia,
para pesca de ácaros gigantes,
este juego de ciegos y videntes
que se ensaya sin ley en todas partes,
nos tiene de los nervios a los justos
y a todos los demás de las narices,
demasiado vital para jodernos
con la política inerme,
la que es buena,
la que todos quisiéramos saber
dónde andan lapidando,
dónde matan,
a qué hora la ahogan como a un niño
que tuviera el futuro designado
y de todo sobrara cardinal,
como punto y aparte...
Carnada refundida de metal
que todos nos tragamos bien profundo
y nos produce el claro malestar,
la indigestión malévola y corriente,
por comer alimentos putrefactos
y seguir hacia allá, a ningún punto,
como si nada,
como si tal cosa,
verdades que ya son pura mentira,
cosidas desde sures hasta nortes,
desde los pies hasta el centro de la crisma,
porque llegamos a la cesta de los votos
y pensamos "sinceros" nuevamente
por qué no,
quizá sea uno bueno,
uno que sirva por fín,
gracias al cielo,
y nos pintamos la yema, la falange,
nos pintamos de idiotas y ya es tarde,
empieza  a doler donde está fino,
pegada la carnada nuevamente,
del rojo maxilar brota sangrado,
pero no duele tanto...
comienza la función, la democracia,
no te hagas, verdad,
no duele tanto...

 JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 16 de octubre de 2013

INVIERNO / Poesía de José Ignacio Restrepo



DE MORDER 
EL LÁPIZ


Puede ser ahora mismo un nuevo clip
pero siempre prefiero esa cubierta
que cubre de metal al borrador,
del lapiz amarillo, salvador,
instrumentos que pasan por mis labios
y terminan sin más entre en mis dientes,
proezas de metal, 
mientras la pienso dos veces,
aplacando premuras en la boca, 
que ya supo de sales y de vinos, 
el tercer pensamiento me la trae 
completa, diciente, majestuosa,
y ahora quiero sus ojos, 
lo que miran ya mismo,
lo que tengan atrás como desván, 
la luciérnagas vivas que rezongan
y suben por sus sueños desalmados
dejando sus sencillas huellas luminosas, 
que puedo ver, si,
a pesar de este sol canicular, 
que tiene cara de volverse una tormenta,
y este sorbo de inercia, 
estos parajes internos con relieve
y cansancio,
de llevarme a cuestas,
con mi prisa a cuestas,
al pensarla aún más por cuarta vez
puedo verla de pie allí en la acera
la sombrilla que no se deja abrir
en medio del fragor de la tormenta, 
que ya llegó a sus pies,
veo sus lágrimas de anís, 
bajando fugitivas por el rostro
su miedo de verse medio muerta
al pasar corriendo entre los coches,
un sorbo de muestra de su llanto
es un vino precioso
y no puede salir desperdiciado ni en esta
ni en la otra fiesta, 
la arcana y ya postrera de las almas...

Como un ósculo de invierno 
que se lanza a cualquiera en la estación,
cuando ya colocamos los dos pies
sobre esa pequeña escalerilla 
que es promesa, o no,
y es inminente el adiós con lo que ves,
dejo todo abierto en la oficina,
y salgo a la tarde, a la calle cohibida,
y corro,
corro,
corro,
a campo traviesa entre los coches,
mientras la lluvia se suelta
y borra sin esfuerzo los contornos
de todo lo visible y lo invisible,
me demoro un poco pero llego,
y ella me ve y sale a recibirme,
parece un ángel en misión de hierro,
no sabe que aunque luzca un salvataje
es ella la que salva todo,
con su pelo mojado, su voz bella,
y la sonrisa venciendo
sobre todo,
el fragor inclemente
de esta tarde,
que apenas yo llegar
 ha roto fuentes...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 14 de octubre de 2013

A LA NUEVA DIRECCIÓN / Poesía de José Ignacio Restrepo



 SPECIAL DELIVERY


...te mando mi corazón, hoy, 
sépalo bien usted 
que gracias al amor y a la razón, 
él siempre anda de viaje, 
sosténgalo en su mano un rato, solo, 
y sentirá lo que es cargar la lumbre, 
asistir a las guerras del saber, 
entablar luchas ciegas defendiendo 
el hacer del perdido don decoro...
y creer en los hombres y mujeres, 
que pueblan estos sitios, 
a pesar de que el odio los desmande, 
y les pierdan los sueños por tener, 
esta tierra de todos, 
para ellos, 
solamente para ellos solos...
...te mando también lo que guardaba en él
que he ido embodegando poco a poco,
pues el espacio se hacía necesario,
y no podía latir
las veces que el manual fiel nos pedía,
ahí ves que tu pronombre se repite
un mil doscientas veinticuatro veces,
en el primer cajón
y en el segundo,
ya no contaba yo
pues me cansé...

Pediste que lo hiciera, no lo sé,
que este final es casi dibujado
pues no debe sentirse como bueno
lo que llamamos bueno sin razón,
y privamos al fin de la emoción,
auque sea un tesoro
bien guardado...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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sábado, 12 de octubre de 2013

UN MINUTO DE TODO POR LA NADA / Poesía de José Ignacio Restrepo



 QUE ERA YO

Tomados de las manos ella y yo,
recitábamos silencios vagos,
la sonrisa vanal que bien redime
a los que ya hace mucho no maquillan
esos seres que son
y lo que buscan,
era para nosotros el vestido,
la balaca feliz de la rutina...
En un vuelco increíble de la tarde
me dijiste que todo terminaba,
que buscabas sin más un nuevo atuendo
para tu vida, algo de aventura,
y todo se sumió en un gris profundo,
la palabra final llegó cumplida
para asistir a los dueños de esta fiesta,
como espada saliendo de su funda...
Yo tenia ese poema entre mis manos,
uno que hablaba de amor,
de perfecciones,
de felices trasbordos de las manos
en acciones capaces, perentorias,
buscándose en placeres pares,
con los ojos cerrados...
Para quién diablos escribiría yo estas líneas, 
me dije y me tomé el siguiente ron
me ardían los recuerdos muy adentro, 
cosa rara, es inútil no reconocerse
cuando llega el final,
aunque no llegue igual
para los dos...
Y te entregué el poema de mi amor,
reivindicado, con algunos tachones,
y nuevos versos, si...
Vos sos la lucha, la herramienta alzada, 
vos, la palabra hendida y desdeñada, 
la caricia furtiva que recuerdo, 
la esmeralda sin talla
cuya belleza férrea, contenida, 
no bien descrita está en textos de calle, 
ni en la vectrílocua acción de un falso docto...
Vos, caballera, tan alta, que yo tuve,
con quien visité países rescatados
de la ira y la duda,
donde estuvimos no existen pasaportes,
y pude ver con tus ojos, tú en los míos
las carencias del hombre y su llenura,
caminamos la lejana fronda, 
los desiertos infames,
entre palabras de vidrio sin frontera, 
yo en tu piel y tu alma contraparte, 
estoy feliz,
todo fin es un principio,
solo llama sí debo ir a buscarte
por que caíste y tienes las rodillas,
peladas igual que tus nudillos,
porque nada salió como esperabas
y has debido romperle sus cojones
al que pudo sin nada convencerte 
y hoy sin más te llevó,
de este hogar que tenías
que era yo...
 JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 8 de octubre de 2013

POSTALES ROTAS / Poesía de José Ignacio Restrepo

 
LABIOS SOLOS


Aunque no te respiraras, 
y en ese aire de moléculas vivaces pero agónicas,
solo dejaras puestas sin cuidado
huellas de tu surtido murmullo de tristezas, 
el te lleva al vecino jardín de sus aromas, 
no a los tuyos, 
no a estos de tus voces algo hartas, 
sino a otros colmados e imprecisos, 
que sí nos llenan, 
¿ves?
 ...poesía, este útil garabato, 
que nos hace mover sin más los pies, 
y a veces cantando algo los labios,
en pos de otro momento y de otra piel...
De más está decírtelo, pero no,
ese aire se hace del cruel latido que no oímos,
de la símil música convulsa
con que tiñe su hora esta vida toda...
también ella que adorna algún recuerdo,
que fue precoz, suscinta, entrometida,
reverente al amor, a la pasión,
que sabía tomarse de mi boca con esa rabia loca,
y a la mía bondad de darme a ella,
una mujer que sabía ese dulce catecismo,
 adherirse sin más al rancio ayuno,
a la existencia del otro atarse fino, 
a ésa, que pensamos como propia, 
y un segundo después enmudecidos
comprobamos que era un ansia compartida, 
edema curado ante el sollozo
de dos que hicieron nave transitoria
en sus arduos instantes,
que son solo un compás sin instrumentos,
una gesta alterna del destino, 
atenta para darse al que convenga, 
éso, al que sea que lo pida bien...
el amor, guiño eximio, trampa tonta...
un carnal escozor, un mar de leva 
en aquella ciudad inolvidable
que ya olvido su nombre 
en mi memoria....
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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