miércoles, 29 de enero de 2014

DESLÍE EL BIEN AL MAL... / Poesía de José Ignacio Restrepo


ENTRE INOCENTES


Hay una perfección inusual, oscilante,
que nadie juzgaría proviene de Mefisto,
brilla como eslabón macerado con sal
enviado por Legión tras un macro pedido,
y por eso pensamos los aliados a Cristo
que no es de Lucifer, que no viene de abajo,
cuando le es concedido al que hace lo malo
y pide un campo más, un día de perdón,
y por vana razón se le es concedido
pues hasta él mismo sabe 
que ya es caso perdido...
Roto para la enmienda,
entrabado en lo adverso,
sus pedidos al Malo, señor de los Oscuros,
llegan tan oportunos,
como signos de luz,
y le llenan los ojos rojos de ardida muerte,
provocando sin más una insana sonrisa 
pues de antes conoce, a veces lee a Cronos,
quienes son los de él y tras de él corren siempre,
un día que conceda son diez sendos pecados,
acaso muchos buenos cayendo en algún lado,
y por éso esta guerra que luce mal pactada,
que a veces maldecimos por no ser bien ganada,
tiene todo de ley, de razón, y de asiento,
al que pide otro día Belcebú se lo cede,
le suma en falsa alforja diez deseos zanjados,
no le dice entre tanto cuando vuelve por él
y solo exige males,
soterrados y crueles,
que cometa por cientos, a diestra y a siniestra...
Mientras caen los buenos ganándose su sitio,
perdones no se agotan, ni se restan las gracias,
aunque mueran acaso sin pedir otro día
la obra del Altísimo que parece ausente,
se completa en el malo cuando gana el perdón,
en otro que a su mano vierte su sangre íntegra,
desde Ariel a Legión, sus dolores conmueven
sobre todo al saber que no puede ese mal
pues el Bien le ha ganado
desde siempre a satán...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 27 de enero de 2014

PERLAS QUE VES Y RECOGES / Poesía de José Ignacio Restrepo



QUEHACER DEL ESCRIBA


Séxtuples o séptuples filadas,
sobre la cama de verbos y adjetivos,
con mal vestidos y meros sustantivos
que se interpelan en un tácito más fuerte,
cada vez que los miras te resientes, 
sin artículos o pronombre
les musitas,
qué decir que no esté ya repetido,
qué, que calle al silencio que gobierna,
o revierta una mofa ante el esfuerzo
de dotarlos de forma
y de contexto...
Como hijas de un parto incomparable,
las palabras se filan y te esperan,
en tu mente ciclóplea y serena
ante gritos de cosas muy escritas,
toman bando y te dicen
no hay problema,
solo empieza, escritor, cuando lo hagas 
en magias oscilantes te diremos 
qué mapa es el vertiente, cuál el norte,
verás luego estandartes y querellas,
rostros vivos y muertos,
cielos grandes 
tan cuajados con estrellas que parecen 
renovados cometas fulgurantes,
y caminos a cuál mejor seguir...
Pon tu pie, cierra los ojos, abre el alma,
las palabras ya son de tu conciencia,
sin esfuerzo te llevan entre adagios
al portal de algún sitio que conoces,
donde puedas poner el pie cansado
y los ojos cerrar sobre una almohada,
para sueños hacer nuevos y bellos
donde antes solo podías ver
la nada...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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viernes, 24 de enero de 2014

DE CIEGOS Y OTROS VIDENTES / Poesía de José Ignacio Restrepo



ESOS ROSTROS AMABLES


Lazarillo de sentimientos nobles
injustamente perdidos en la niebla,
que entran a medianoche sin permiso
por este pecho cohibido
que hace sin saber de tragaluz,
con su impronta de señales perdidas o adiestradas,
en portales ajenos o en miradas distantes,
no temas ordenar un poco mi coraje
que culpa sin ya culpa a las idas o muertas,
y levanta el cerrojo oxidado en la puerta,
para éstas sin color ni nombre conocido,
ni olor en la cobija, ni pelo en el drenaje,
llegando con su brillo que ha huido de otra parte...
De ciegos que no dicen lo poco que ya ven
se llena el terraplén los viernes por la tarde,
la noche los embiste con su escasa poesía
rozándoles la cara que resguarda asideros,
para manos cansadas de idilios con lunares,
y recuerdos parejos para dar y tomar,
por eso puedes verlos compartiendo la ruta
sonriéndose de gratis con los ojos hablantes,
retándose a trazar caminos jubilados
que puedan regalar juventudes sinceras...
Y solo dura horas el sentido atributo,
son viernes retenidos en veredas pasadas,
suelen atravesarse en las calles y parques,
y los toman sin ver de sus pechos dispuestos,
ay, pecho lazarillo,
también tú puedes verlos,
tú que coges mi mano y me libras del frío,
tú que sabes de amar
y también del olvido...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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sábado, 18 de enero de 2014

SOLAMENTE UN REFLEJO DE CIUDAD / Poesía de José Ignacio Restrepo



BREVE ENCUENTRO


Las yemas decantadas por el uso,
el vientre liso de surtir sus hambres,
el liviano pesar por lo no hecho
acatando la fe por lo logrado
visible ya en los párpados caídos,
y en el andar maltrecho de la voz
en la que asoman aún rastros de vigor,
todo un retrato al borde de la calle
de un alguien que podría ser mi padre,
lento, con esa duda de cruzar
pues todo anda muy rápido, y él
hará años que ha olvidado qué es correr,
en días que sumados le enseñaron
cómo te alcanzan sin querer los desengaños...

Le tomo con cuidado de la mano,
sonriéndole para que se deje hacer
y entre vectores de todos los colores,
cruzamos como en danza, grácilmente,
tan semejante a un tango nuestro envión
que más de un mirón sigue los pasos,
del novato que ya esta entrado en años
dejándose llevar por un gitano,
que parece un anciano si no fuera
porque vuela como un nuevo Fred Astaire...
Sorprendente,
la gente se sonríe,
se ha cortado la marcha de este día
agrisado, tenaz y perezoso,
con dos hombres bailando en la calzada, 
y un sabor a promesa que revive,
en los ojos de él que me agradece
y los míos, muy abiertos
que sonríen...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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miércoles, 15 de enero de 2014

EL PRIMERO DE MIS 52 / Poesía de José Ignacio Restrepo



CARTA CERRADA


Hilos de lo dejado por la prisa
de tejer voladoras circunstancias,
casi todas llevadas o dejadas
por ese axioma válido, hechicero
que llamamos futuro,
por venir,
o destino que es macho pero es fiel,
me ha dejado con telas medio hechas,
y solo puedo ahora agradecer,
que con ellas ahora medio cubro
el suave quehacer
de lo que soy...
Una suma de dolores,
el dolor,
en orden sobre puestas, medio juntas
las cosas que me siguen y que creo
de manera tan simple y meridiana
son temas desde ayer por la mañana,
no hay queja, lo somero en mi costal,
en tu casa muy bien puedo dejarlo,
si alguna vertical tienes por buena
que solivie tu sentida horizontal
me lo cuentas o simplemente pones,
yo de breve ojeada te diré
que llevaba el paral para acostarlo,
en tu casa de tres muros y un diván,
ya sabes de mi corto abecedario
salen breves mensajes que atenúan
las largas peroratas y figuras
que solemos vivir y que nos duelen,
yo tengo entre silencios no me olvides
si los quieres tomar, dale, son tuyos,
los recojo en la vega de cualquiera
que me ha dado permiso ya hace tiempo,
para que los tomara y repartiera,
entre aquellos que no poseen flores
ni palabras de aliento algunas veces,
ni en sus plomizos cielos
unas cuantas nubes de colores...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 13 de enero de 2014

EL MAYOR DE LOS GOZOS / Poesía de José Ignacio Restrepo


ENTRADA AMOR


Un personal aroma a sicomoro joven, 
a jardín de azaleas, a mar sincero, 
que trae en sus mareas blindadas desde el norte,
  los amores posados que ha visto entre las dunas...
A tu palabra hermosa la fundo con mis ecos, 
quedan siluetas turbias pintadas en bosquejos, 
y los duendes de amor se lanzan sin pedir, 
a los dibujos hechos con sentidos tan nobles...
Y entonces hace entrada tu verbo imponderable,
esas palabras cortas carentes de aluminio,
siempre prestas a hacer oraciones sinceras
que saben esperar por mi sola presencia,
te devuelvo en abrazos mi impostura de siglos,
y con ojos certeros los ecos de tu voz,
avisan a los otros la razón de mi sino,
el peso de mi afán por darte la mañana...
Altas son mis carencias cuando llega tu beso
y las toma completas y las cierne de a una,
luego veo que extingues mi dolor de otro tiempo,
en la magia circense que carece de jaulas,
que solo tiene apuro si se halla en mis manos
como si fuera hoy el principio de todo
y no hubiera lugar a fortuita añoranza,
te tomo del cabello, te lanzo mi ceniza,
y sin embargo ardes, respiras muy profundo,
con el sol que se cae entre mustios minutos
le das a mis te quieros su perfecto sentido,
dislocando mi paz de bosque que está en llamas
mientras entras conmigo a mi reino,
tu cama...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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viernes, 10 de enero de 2014

LOS COLOQUIOS DEL TIEMPO / Poesía de José Ignacio Restrepo


AY, GLORIA


Desprevenido y hosco me visitas
pensamiento con rostro y con caderas,
te coloco mis manos y mis ojos
como una investidura inmerecida,
pero justo te quedas,
me recorres,
suplantas mi tarea en tus colores,
y tengo que volver a darte nombre
con la piel que recuerdo
me envenena...
De una gloria fatal tomabas letras,
inquietudes de todas y ninguna,
promesas de otro tiempo engalanadas
y solo del futuro una mirada,
te digo, solo vete,
pero no,
es tarde, 
me has tomado por la boca,
un deja vu inquietante
e insolente,
fornido como tierra que te quiere,
ardiente aunque la noche se demora
y húmedo,
como un whisky que te baja
desde la boca intacta hasta tu plexo 
impúber por la sombra
que la nombra...
Ay Gloria,
cómo llegas sin anuncio,
¿Cuán demorado estuvo tu recuerdo
haciendo de mi piel tu latifundio,
y de cada palabra que dijimos,
una breve conversa de suburbio,
cuando eras mi compás
y mi alimento? 

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 9 de enero de 2014

CANTO SORDO / Poesía de José Ignacio Restrepo



VELETA


Unas líneas volátiles al fuego, 
carcinoma fatal que toma todo, 
agradeciendo su ataque fiel, y sacro, 
de cada, hora, y día, entre el minuto, 
que danza adentro tuyo como adagio, 
diciéndote del fin como al principio, 
no pudiera llevar yo canto alguno, 
sin la piel de poeta que te cubre, 
y el loco corazón que reanima, 
tu hacer de celofán y plastilina...

Ah, tiempo, 
como das cuerda a tu prole, 
regurgitando amor en cada brillo, 
en cada hada nocturna que saluda, 
tu sueño dislocado y prematuro, 
en cada mano amiga que te toma 
o en cada corazón que se despide,
 luchando contra tí sin más deseo, 
que no dañarse más en ese duelo...
y no dejar perdidos 
más te quieros...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 7 de enero de 2014

TOMANDO DE UNA COPA TRISTE / Poesía de José Ignacio Restrepo


MIENTEN VERANOS, 
LOS RÍOS


Circo de los vestidos y desnudos, 
que se bajan a tientas de los muros, 
para alegrarse después de no romper, 
los huesos que les llevan hoy de pie, 
suelen ser el cortejo largo y denso
 de omnipresentes llorosos que no saben
cuando llegaron juntos a los males
que no sabían tener ante sus ojos,
o sinuosos bailando en viejas danzas
que juntaban todo lo que se parecía,
y luego lo derribaban con su moho,
como si fuera inválido y carente...
Horda de lo decente que no nutre,
desde ese anquilosado sueño errante
hasta la suave y mística caricia
de esa prostituta fiel y errante,
que te esperaba en la noche para ver
qué mirada traías bien metida
en las niñas solanas de tus ojos,
qué amargura disecabas cada tarde,
para darle anestesia a sus gemidos,
ya no puedes hoy también capitular,
no puedes enrejarte inutilmente
para bogar el río que ya seco
se niega a divulgar que no es tu culpa,
que no eres responsable de su cauce,
ahora destilando solo aire,
seco como un desierto sin ciudad,
que no es nada, ni tampoco es heredad...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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sábado, 4 de enero de 2014

CON UN CORTE FEROZ / Poesía de José Ignacio Restrepo



CUERPO Y SOMBRA


Si es distinta la sangre del caído
que sobre arcilla ve su sueño muerto,
el hijo muerto sobre el huerto herido,
el fiel recuerdo de mieles no probadas
peleando por saldar cuentas de otros,
ni una botella de ron,
ni un rostro hermoso
con que ordeñar la vaca ya vendida,
o irse rápido, andando entre la plebe,
la plebe esa
los primos,
los hermanos,
esos que se marcharon sin mirar
cuando salió llorando de la escuela,
pues no tenía un sol
con qué pagar,
fue la tierra, la calle, hasta su miedo,
fue solo laborar, llegar a casa,
y no mirar a nadie igual a él,
no dar la cara, la mano, la sonrisa
y un poco ir a llorar muerto de risa,
por no ver el final de la carrera,
o una bella frontera,
o un legado
donde marcado esté por fin su nombre,
y no este huerto ajeno, esta llovizna,
este puñal de duelo entre la espalda
impidiendo que gane otro minuto 
acaso una ilusión, una ambulancia,
esa poca de sangre
que le falta...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 2 de enero de 2014

EN LOS DÍAS DE LABOR, SU AUSENCIA / Poesía de José Ignacio Restrepo



A LAS SEIS PASADAS


Sin una ruta en el agua
no hay sol de asbesto que componga nada,
ni la raya donde pones el silencio,
ni el hábito de ver por la ventana
buscando entre los grises que pasean
su rostro enarbolando mil sonrisas,
y promesas haciendo
en las que faltan...
Sin la lágrima ausente y consentida
que frigia se te cae,
luego de haber rodado dulcemente
de tu ojo derecho a la barbilla,
mientras a solas hoy te desayunas
con su silueta inmensa en las paredes
jugando a que la cojas
con los ojos,
no puedes anudar otro segundo
y aprobar el sentido de las cosas,
la lengua que se quema adolescente
al probar el ardiente chocolate,
el mito de repente aparecido
sobre el segundo día que no hiciste
lo que solo anteayer le prometías,
escrito entre esa lata de saltinas
que tiene un mil años 
como vos,
sin esa fina pieza de cristal
contenida en las sales de tu cuerpo,
que derramas ahora,
justamente,
para que ella no vea que tu fe,
solo alcanza hasta que aplace su retorno,
algo más de las seis y veinte duros,
o las siete de la noche cada día,
cuando suele poner justa la llave,
y con la vuelta simple su poema
comenzar a escribir
sin una letra...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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