martes, 29 de abril de 2014

DE ESOS SITIOS BELLOS / Poesía de José Ignacio Restrepo




FONTANA AMOR


Tersos cupidos bañándose en la fuente
mientras esperan a turistas y muchachos,
todos traen alegría y emoción
para tirarla en forma de monedas,
de baja graduación son casi siempre,
mas emocionan mucho por el brillo
contra mármol brillante que aunque viejo
tiene vivos sus rosas y amarillos...
El suelo de esta agua de fontana
donde se transparentan sin decir
casi todos los sueños sin dormir
de hombres y mujeres ya flechados,
que mirando a la plaza y en silencio
lanzan sus tres monedas hacia el agua,
esperando se cumplan sus deseos
oportunos, para ambos, por completo...

Este lugar de glorias y de asueto
tiene de antes la marca del fracaso,
se han contraído nupcias sin un cura,
olvidando que existen los divorcios,
pero en nada importa éso en esta hora,
cuando se filan todos a pedir,
y brotan entre gotas todo el brillo,
de aquello que seguro pasará,
disparan con vigor desde la fuente,
sus arcos y sus flechas, los pequeños,
mientras mueven sus alas y remedan,
a todos los amantes visitantes,
que se abrazan y se besan mientras ríen,
hilando entre sus rostros la esperanza
con invisibles hilos de costura,
desean y más que éso, están seguros,
los ángeles pequeños todos juntos
ya antes de lanzar sus flechas tenues
rezaron por ganar futuro acierto
a ése que no tiene tiro izquierdo,
al que todos conocen
simplemente
con el sagrado mote de Cupido...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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sábado, 26 de abril de 2014

LETRAS DE ASUETO / Poesía de José Ignacio Restrepo



QUEHACER


Qué indefinido enviar letras sin un remite
 un mensaje al vacío, una botella al mar,
a un alguien que no veo, no oigo, ni conozco,
acaso entre indecisos contar no corresponde
cuando ni sabes nada, ni nombre o domicilio,
utilizar franquicias y poner diez remiendos
con lenguajes de más y atuendos conocidos,
para hacer mi tarea, entrar en su destino
sin salir del esfuerzo un poco mal tratados,
cansados de remar en nuestros malos botes
desde siempre cansados en un mar tan picado...
A repudios parejos moras cínicas, breves,
este mundo cansado no es ni  suyo ni mío
y este banco de allá está lleno de dinero,
intereses creados con un nombre o el otro
similar al que llevo y tan igual al suyo,
o al de otro pendejo que ahora mismo no mira
qué papeles en rojo le firman a su nombre,
igual que a mi me pasa o a vos mismo te ocurre,
pignorado tu aire, tu agua, hasta tu fuerza,
obligado a cruzar sin más a mano izquierda
cuando debes seguir sin duda a la derecha,
yo te envío esta letra
nada nuevo, te juro
y me voy, a lo mío, sencillamente igual,
y te dejo el recibo, hasta otra, mi amigo,
debo ir de inmediato a continuar la vida
y después por variar
ir a sacar al perro,
que ahora mismo el suelo
quiere el solo ensuciar...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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jueves, 24 de abril de 2014

A MODO DE REZO / Poesía de José Ignacio Restrepo




REPLICANTE


Hoy llamar, por favor,
a lo que queda,
al fruto que en conserva espera vivo,
ser abierto en paz, o abierto en guerra,
por hambre con nombre y domicilio,
y recuerdos de pena,
infligidos por una ajena mano,
que no vio en el otro nada digno...
Por favor llamar al escondite,
donde con miedo y recelo,
ya hace tiempo,
se encuentra Humanidad, con su hermanita,
que ha cerrado los ojos, pues no ver, 
lo que ocurre fuera de su alma solicita...
Esperanza ha dejado de insistir,
y se mira los pies siempre diciendo,
dime hermana, cuándo pasa ésto,
cuando dejan los seres desalmados,
de pasar por mi lado y por el tuyo,
quitándonos la fuerza de vivir...
Hoy llamar,
por favor,
donde están ellos,
los miles que quedaron ya sin padre,
los padres que están viejos y gastados,
las madres,
que tuvieron mucha prisa,
en dotar a su vientre de pericia
y a sus manos de múltiples labores,
hoy llamar,
preguntar,
el encargado...
vine a hacer lo que tenga, para mí,
soy capaz, puede ver, soy educado,
puedo ser voluntario en lo que sea...
Hoy llamar, por favor,
que faltan manos,
que no sean banales y egoístas,
que por sola pericia bien posean
ir prendidas de cuerpo y corazón,
de un humano,
llamar,
hoy
por favor...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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martes, 22 de abril de 2014

QUÉ ENSEÑA EL LADO QUE NO VES / Poesía de José Ignacio Restrepo



LEY ES


Ancha es sin duda la cuenta del silencio, 
y antes la búsqueda de instantes con donaire, 
para no hablar del conteo circunflejo
tras las diez vueltas del dado mal tirado 
en ese paño de deseos y deberes
donde ya hicieron carrera
los avaros,
y quejas arden aún en cada hilo
por tanta suerte perdida, malnacida
que tuvo tono y trajo lo baldado,
mientras de voz le gritabas
tus quereres...
...pero, harto feliz el que no cuenta, 
en el desliz la sombra de su herida, 
o en una hora el segundo que se ha ido,
o en una mancha
toda intacta la pared...
más bien calienta la frente en su oración, 
por lo que tiene, y labora, y le trasciende
mientras se mece en el canto del gorrión, 
que ahora mismo por sed
liba en su frente...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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sábado, 19 de abril de 2014

LO QUE DIGA EL RELOJ / Poesía de José Ignacio Restrepo



DESTIEMPO


Antes de ir a la cama despejada,
antes de enumerar, para perderme,
de recontar las cosas que no hice
y planear
de nuevo,
nuevamente,
haciendo de mis listas un pasado
donde apoyar sin celo porvenires,
antes,
de recordar mi sal de penitente,
mi angustia de escalpelo
que no hiere,
mi torpe caminar facineroso
que no dejó sangrados
tras de sí,
alguno que pudiera zaherirme,
y en virtud de un mal acto
recobrar
una moneda intacta por ser dueño,
antes,
de entablar mi disputa mercedaria
con el recto destino que me imputa
no ser, de éstos o aquellos,
ni tampoco
por no servir de azul no ser un rojo,
y gracias a echar bien el picaporte
para evitar que otro
entre en mi casa
y se encuentre mi filo y mi mordaza
que siempre tienen más de un mil preguntas,
dejar más bien la puerta siempre abierta
y dormir en la azotea o el zaguán,
antes,
de merecer la horca por qué sí,
a resultas de no hacer lo pedido,
prefiriendo mi cuero insoportable
de educado intelectual
y bien nacido,
rodando cinco mundos recelosos,
que invento entre mis líneas, escabrosos,
antes, 
de que pueda después
tallar un muro
y revertir el antes con mi voz,
dejaré que el destino signe todo,
entregado, postrado y obediente
sin más  deseo que entender de último,
comprender lo preciso
y avanzar,
antes que yo también  ya sea olvido
y no pueda siquiera distinguir
si miro desde lejos o de cerca,
o he dejado anteayer postrer latido,
para marcharme lejos,
sin fingir...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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viernes, 18 de abril de 2014

AL HÉROE DE MACONDO / Poesía de José Ignacio Restrepo



UNA NOCHE SIN ÉL


La noche se alejó,
se fueron a dormir en cualquier árbol,
en cualquier mata o rosal los mil cocuyos
que alumbraron tus huellas en la casa,
en ese fiel balcón de un solo piso,
en la silla de mimbre mecedora
que era tuya, sí estabas
y si no era del viento,
y de las mariposas de colores,
que vagaban, doy fe, por esta casa,
entrando con tu venia, tu permiso,
por la abierta ventana...
Se quedaron sin monsergas tus pantuflas,
y tu armario ya es pieza del olvido,
mañana vendrán nietos, y sobrinos
con amigos que tú no conociste
para que les regalen souvenires,
o al menos tomar fotos para el álbum,
donde no estarás tú,
la pieza más vital de esta familia,
el día principal del calendario,
haciendo con tu mano ya callosa
esa V de victoria...
La noche se gastó,
todo se acaba,
esta nueva mañana luminosa,
que despunta heredando males nobles,
porque puede la gente soportar
mientras da solución a sus dolores,
emprende su amplio viaje de momentos,
sin sumar en los tuyos
ni una hora,
se agotó tu periplo de verdades,
escritas entre sendas soledades,
las letras que ponías en la hoja,
y los ecos
que moraron las memorias,
de todos los que vinieron a mirar,
soledades hermanas, no gemelas,
parece ya se han ido a descansar...
Escritor bien amado,
ya tu piel han cremado
con tus huesos,
sobrevivido está tu pensamiento
en bellas, en loables narraciones,
tus criterios en crónicas de viaje,
y en tus versos
los hábiles modales
con el verbo que pudo conquistar,
amores de esos que aman para siempre,
de esos que no puedes olvidar...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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miércoles, 16 de abril de 2014

NO EXISTEN LOS DESTIERROS / Poesía de José Ignacio Restrepo



DE ENCIERROS DE ORIGAMI, 
LIBERADO


En el fuego del quehacer me quemo, 
sin cesar destierro 
todo miedo sabihondo que me diga 
en silencio quédate, 
hazte en una estatua monumento...
Solo así me siento, 
decantado y sobrio, 
ante ti y los otros árboles del bosque 
siendo del madero fibra de derroche...
Como vil cortesano de una corte canalla, 
llena de restricciones pero ducha en amores, 
os digo aquí al oído,  
que ya te tengo un desayuno 
escrito en el menú de un bello sitio...
A tiempo llegaré 
para que goces de mi tierra, 
mis lares y mis noches, 
y sin casi testigos te lo juro, 
es lugar bien sencillo pero harto seguro, 
de gitanos ladrones que ayer fueron villanos 
y hoy por obra de letras gentilhombres...
Gracias por serte azúcar de este hogar....
Como suerte de dados, 
que lanzados al paño 
supieran de la mano que los dejó a la suerte 
de ser los signatarios de la diosa fortuna, 
así la piel cantada en su santa labor, 
toma el color de la historia contada 
antes que nada por la vida que fue 
y acaso también por la soñada...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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lunes, 14 de abril de 2014

LOS MUERTOS LLORAN / Poesía de José Ignacio Restrepo



GOLONDRINAS
(El cielo de Siria)


Serenos ojos tristes de los niños,
que han nacido y crecido de rehenes,
con los días ya gastados y perdidos
sin sus juegos queridos,
arriados entre balas y entre humo,
recogidos de miedo cuando caen
las bombas que les lanzan desde arriba
esos ángeles negros,
los señores de ojos aclarados
y la mente dispuesta
siempre a todo,
y el poder de matarlos...
No saben las noticias del petroleo,
ni cuentan en los datos del futuro,
estadísticas cargan en los brazos
desde el día primero
en que supieron,
que no iban a ser los elegidos,
y tampoco serían protegidos,
pues ya nacen cansados
de acatar el dolor y el vaticinio,
la maldita e inédita noticia
igual y muchas veces repetida...
Corrían, con su bella cara de hambre,
los niños de los grandes ojos tristes
y el aire se lleno de un humo espeso,
ocre, sabía a cobre y era raro,
sus pasos daban brincos impetuosos
y todo olía a mierda, muy pesado, 
no había ya horizonte, amarilleaba,
y se fueron cayendo sobre el suelo,
casi todos llamaban a la madre
que gritaba sin ellos locamente,
en otro lugar igual de turbio,
la muerte trazaba líneas falsas
y echaba al paquebote cada cuerpo,
todo lo que llenaba la avenida,
luego se oyó ese bum largo, perenne,
detuvo allí la vida lo que había
para poner arriba el titular,
"Matan niños cual si fueran golondrinas,
caen muchos,
por todas estas calles
se acuestan a morirse en las esquinas..."

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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domingo, 13 de abril de 2014

TODO DÍA ACABA... / Poesía de José Ignacio Restrepo





LA HORA PARDA


Imágenes que hablan, y desertan...
panegíricos tallados,
en el crepuscular regreso de las aves
a esa hora ya tarde,
cuando aún queda luz pero hay más sombra,
en las cosas que pierden su virtud,
su tallada frontera en la latencia
de saberse aún allí,
pero ser incluidas por sospecha
en el argot sin medida de otra cosa...
Es la hora en que todo se prepara
para ser propiedad y calma oscura,
los lirios del jardín sin más se cierran,
y el baile vespertino en los insectos,
cesa simplemente por la hora,
se ocultan y se aquietan donde estén,
casi siempre en el envés de alguna hoja,
o alguna otra corteza
u otra piel...
Justo ahora,
repto de un pensamiento hacia tu sombra,
con la misma cantada majestad
que alicora las voces y las duerme,
privándolas de ruta o de frontera,
de programa o recuerdo,
dejándome a la espera de la noche,
convocante y vivaz...
justo como tus labios y los míos
que se cantan alejados ahora mismo
de su tibia heredad,
sabiendo sin embargo lo que aguarda
algún beso pedido y otorgado
y la mansa promesa siempre viva,
de juntar lo que somos al amar...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 10 de abril de 2014

LO QUE SOLÍAMOS SER / Poesía de José Ignacio Restrepo





AL TACTO


Tengo como usted
reverencia 
por los lugares venidos a menos, 
por esos sitios ya sembrados de olvido,
deleznados por sus dueños,
caídos sin más en desgracia. 
Tengo caza vientos de pasillos,
miradas para atrapar pinturas bellas
que duermen tasajeadas, corroídas
en las paredes otrora pieles llanas.
Tengo ojos adiestrados para ver
con las yemas y el tacto a mano plena
lo que parece invisible y escondido,
ahora ya descreo de lo gris
puesto allí como un hoy sobre el ayer,
pues toco detrás de éso los colores, 
el movimiento diario que habitaba, 
esa vida de fuego, 
que aún mora tibia en las paredes, 
que corre tras el gozo en los pasillos, 
y tiene dulce nombre, y hasta abraza...
Tengo real apetencia por lo ido,
y me quedo largas horas caminando,
son metros que se miden solo en años
en felices momentos y entre risas,
los ecos bellamente producidos
se han quedado viviendo estas alcobas,
los oigo mientras pasan
por mi lado,
hasta veo los rostros,
puedo a veces tocarlos
cada arruga procaz, cada sonrisa
con la piel olvidada de mis manos...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 9 de abril de 2014

VADEAR EL LAGO / Poesía de José Ignacio Restrepo


PASANDO


Flores trae en la mano
la señora muerte,
otra vez, otro amigo, que se ha ido,
los ramos ordenados sobre el piso
se caen en el gesto de la vida,
y el impensado amor encabritado
de un remolino loco,
venido con su vals
de cualquier lado...
Otra vez los pañuelos sobresalen,
la música del órgano nos habla
en ese idioma que vino alguna tarde,
no sabemos de dónde,
ni con quién,
seguro otro parejo que se iba
sin aún ser llamado,
atrapado en los rieles de un tranvía,
o cansado de atar cabos de todo,
volando,
en una postrera pregunta,
acaso no suceda...
un elegido para estar aquí,
solo hoy comprobamos que guardó
su tonada mejor para esta tarde...
Tenemos en el rostro hijos caídos,
monarcas acabados, derruidos,
nos surcan lágrimas recién aderezadas
de ese pozo que ya no guarda vino,
solo la hiel del surco,
el manantial de todo lo caído,
de aquello que no hemos obtenido
un conveniente y útil usufructo...
Rostros,
con el pánico del fin atado a ellos,
los observo, puedo, son amigos,
yo mismo me descuelgo entre mi osario
que aún está atado a mis latidos
y cuento los osados filamentos,
que parecen peldaños, puentes, muros,
deseos por alzar, pasiones...
No quedan muchos...
Adiós amigo,
vine a acompañarte
ya que tú no podrás
cuando llegue ese momento, el mío,
de sin saber qué llega ni porqué,
y sin oír valquirias desmedidas,
quemar todo lo que haya,
como si no sirviera para nada,
la vida compañera,
quemada ante mis ojos...
yo lo sé...

  JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 8 de abril de 2014

DESDE EL MUELLE / Poesía de José Ignacio Restrepo


RAZÓN DE SER


Toda noción una muerte, 
cada asomo de razón o de intelecto
 fuego fatuo quemado, 
a medio arder, 
para allí ver crecer, perecedero, 
un quemón, un dolor rojo sincero, 
que primero es bermellón, 
luego granate, 
de impulso corre sangre y al mover 
esa vida que en tu fuero quiere arder, 
convierte ese dolor en acicate...
y ya lo que era duro de sentir, 
se convierte en el deseo de vivir...
Conocer,
mudar piel casi por vicio,
reparar astrolabio, coordenadas,
regirse por misiones consentidas,
que entre viajes funestos o vitales,
te lleva a lo que ayer desconocido,
en el mapa mirabas,
como mira un creyente a sus altares,
fuego sin sumisión,
la carta magna, 
saber de lo que somos hoy capaces
para llegar allí
ese lugar del mapa aún sin nombre
que nos llama de lejos
cada noche...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 2 de abril de 2014

FARDOS QUE NADA PESAN / Poesía de José Ignacio Restrepo


LOS ECOS


En el medioevo sabido transitorio,
de la vida que a diario muele y nombra
lo hecho, pero más lo ya olvidado,
los brillos se van alzando porque sí,
luego merman, incólumes trasmutan
éso que lleva el sello de tu piel
o el agasajo espeso de tu olvido...
Sendos alcázares antes levantados
el tuyo, el de tu musa, el de la voz
comparten el camino que va al agua...
Ecos miman la hierba, el aire bajo,
y entre ese bello sendero sin igual,
brotan tus letras blancas como nácar,
inesperadamente como hijos
que hubieran salido solos de la casa
para llegar sin ti a otro lugar.

Los miras resistiéndote a creer
que el eco antagonista que producen,
alguna vez fue arcilla entre tus manos,
ajenos se perciben sus gracejos
y lo que queda ahora es el pellejo,
que paternal ya puedes recoger...
Mustiado está el afán de procrearlos
y ya es pasado el momento que dio vida,
el artefacto inmenso que no vemos
se sirve de tu don para nacerlos,
por éso en su belleza te parecen,
extraños, ante ti protuberantes,
pero son ecos vivos, solamente,
el aire que los trajo se los lleva,
de nuevo queda solo el creador
y comprende el sentido de la vida,
que no es otro que ser, que continuar,
desprendido de origen y destino,
con fuerza o material debilidad
poder días juntar sobre la base,
con la promesa impecable de entender
cómo llegamos vivos al final,
con los ecos de todo ya alma adentro,
y las ganas de ver un nuevo invierno...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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