jueves, 26 de febrero de 2015

TANTAS VECES DECIR O PARECER / Poesía de José Ignacio Restrepo


ELLA Y ÉL


Pondera el estilo rival iconoclasta
a la palabra infeliz recién llegada...
La mide de las corvas a la frente,
desdice de su halo y lentitud,
a pesar de que admite indiferente
su belleza elocuente y estertórea,
cuando le dice hola, es bueno verte,
sin el ánimo que debería poblar
el gesto de mirarla frente a frente...
Ella mira al presente advenedizo
con su yugo insertado en la cabeza,
le dedica dos segundos de atención
para ver sin emoción que no hay belleza;
es solo el perro fiel de la condesa, 
el marfil incrustado en la baranda 
que ante el cielo ignoran pájaros y aves, 
es el dolor de miles de orfandades 
el estilo señor que cree ser dios...
Debe reconocer mas no lo dice 
que su alcurnia precoz e insistente, 
tiene algo de candor, 
sutil, plomizo, inevitable 
ver que mira infame su llegada 
ya tarde para dar y recibir, 
ese significado que faltaba, 
el sentido real y allí el probable 
que diga la razón de bienvenirlo, 
al estilo mejor, que a lo que viste, 
y dejar sin mirar como él lo hace, 
a la dueña del quicio y el burdel, 
la dama que gerencia el íntimo acto 
de nacer y nacerse, y regresar
solamente ataviada de sus signos, 
que llamamos por siempre, abecedario...
ante ella el estilo duerme avaro
y se desnuda en un eufemismo...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 23 de febrero de 2015

UN LUGAR HECHO DE TACTOS / Poesía de José Ignacio Restrepo


SERVIR SIGILOS



Visitar el entorno de los vidrios rotos, 
recoger solo los grises y los negros,
aquellos cuyo dolor no esté tan triste
y que a los pies de ese diario eternizar
 musitan llantos contando lo que fue, 
previniendo al dolido corazón
del vacío renglón de lo que viene...
Procede prometer hielo a la boca 
si se halla hinchada y recoleta
por besos de azúcar y fructuosa
apenas prometidos, no entregados, 
procede halar aún más de los recuerdos
con un hilo puro e irrompible,
 y atarlos bien de ambas comisuras
 para obtener por la razón algún olvido 
antes de conseguir ritos buscados...
Y escribir este poema en suma, 
para obtener que se rompa el viejo yugo
y unirlo a esta hora con el de antes...
 Porque el más débil de todos los latidos 
que pulsaron ayer sin que sintieras
 y dejaron con vida el frío deseo, 
allende al que moría entre esos grises
cristales partidos de galera,
que te miran desde el piso sucio,
son de toda palabra la pasión, 
el dato de tu rimel invisible
al paso de los labios  que posados, 
sobre este vientre u otro,
 o esa boca abierta que se cierra, 
o aquel ombligo nuevo que me pide 
le llegue rubicundo cual dragón,
silencios para la verba anacoreta, 
que solo tiene por fin verter adentro
 la más preciosa historia de un amor, 
que musa haya contado sutilmente
 después de que quedó por la luz ciega....


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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viernes, 20 de febrero de 2015

CUANDO NOS DUELE LA PARTIDA / Poesía de José Ignacio Restrepo


A FRANK RAMÍREZ


Y empiezan a caer
como toros de un rara lidia
donde no se ve bien quien los derriba,
que torero, que muleta mal lanzada,
cual caballo mutando en un dragón
del costado les quema y luego traba
su paso que ayer iba hacia adelante...
Un toro...
El sentimiento extraño
que nos arde
por verlo detenido
en la gris calzada conocida
una cama, la cara remarchita,
cómo puede pasar si ayer estaba
gobernando sus dones y viviendo,
estamos jóvenes,
somos surco de siembra, fuerza y fe
y éste que fue un ser instigador
de la vida tal cual la entendemos
se ha quedado en murmullos
detenido
y su rostro se fue, voló tan lejos,
ojos cerrados,
amigo de la vida...
si, por favor,
cierra los ojos
pues que queden con vida
los recuerdos
y no se mustien hoy con la quietud
de este volcán ardiendo y detenido,
este surco sin vida
de un amigo,
que inspiró lo que somos
aunque nunca lo hayamos conocido....

 JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 19 de febrero de 2015

LAS HORAS LLENAS Y VACÍAS / Poesía de José Ignacio Restrepo



TÁCTIL

No son flores dejadas en el pie
de esa alta escalera que conoces,
 como mensaje de un albur cutáneo
que tienes refrendado como un bien
para gastar entre dos
de tarde en tarde,
y que hace horas llamó y ahora calla...
Estas sola
pero piensas en tu amor,
no sabes si te tiene dentro de él
pero verdad es que mucho lo deseas
y baja por tus piernas el temblor
que te pide que cumplas la tarea
de traerlo a tu cama de recuerdo,
aunque bien tú no sepas
si lejos donde está
eso quisiera...
El ardor de un líquido agasajo, 
adereza tus piernas entreabiertas 
como un pistilo listo a recibir
las semillas perfectas de la vida,
y esta urgencia verídica y precisa
es al tiempo manto y cabestrillo,
mientras cierras los ojos
y lo traes,
sin hablar lo despojas de sus ropas,
pidiéndole que no hable,
apretando los ojos casi orando
le compartes sin más de tu apetito
que debe ser de dos
y hoy es de uno
 pues necesitas de él que es todo tuyo,
murmurar es ahora suficiente
y hacer feliz al que ora sin palabras
musitando un dios, después un si,
un vengo luego un voy....
y las piernas bañadas de oro puro
tendidas pues no pueden sostener,
ese amor del recuerdo
y de la piel...

 JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 16 de febrero de 2015

TIENE VIDA EL DAMERO / Poesía de José Ignacio Restrepo




LOS PROPIOS DARDOS
 
 
Que de los paredones en los que ayer y antes,
por propia mano y certera puntería
te has visto fusilado en mala hora,
en sobrado rigor
y escasa pericia al hacer de juez y parte,
vos que solo eres otro humano más,
que adoleces y sufres,
debes estrenarte ya,
no es suficiente ese dolor tricentenario
ni sangre ves en rebuscada herida...
Entonces...
párate hermano,
ponte en pie 
que ese rojo no es lo que ahora mana,
solo es tu orgullo que hace de comparsa
por observar tu propia zancadilla
y de la altura en celo la caída,
y ese experto aire de allá arriba
en donde posas de santo y de perfecto,
 que ahora mismo te ahoga
y te mancilla...

No te fusiles más...
Esto que crees es el descampado
es uno de los amplios miradores
en donde cientos de enanos
como tú,
observan las jugadas del destino,
la métrica que cambia,
las cosas mudándose de sitio,
mutilándose entre ellas
mientras corren,
hasta alcanzar en suertes caprichosas
lugares para ellas y sus dueños,
que solo tienen rango y membresía
mientras se harta la sangre
de correr,
en sus venas impías y sin culpa...
Se conduce todo parte a parte,
por estas rutas débiles non sanctas
que oxidan lo que corre y lo que ven...
Al fin y al cabo
es ancha la jauría
y angosto y sin decoro este camino,
con piedras y con musgos invisibles
donde falla la vista y pierde pie,
tanto el conocedor que aún no es sabio
como el sabido y justo al día de hoy...
Tú, hábil caminante y perdedor
que bebes de tu vino destilado
no dejes que la culpa ponga ley
y reine en el pálido tinglado
donde se está ahogando 
tu destino...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 10 de febrero de 2015

OTRA VEZ ARDE PARÍS / Poesía de José Ignacio Restrepo



AZUL NO ROSA


Y le dije esos ecos repetidos
tantas veces, de tantas vagas formas...
No llegues tarde, de boca de mi madre,
vas a caer, dictado por mi abuela,
o ese de tiempos compartidos
que grita al grande como al alma púber
que busca llegar a coronar,
te falta mucho trecho, el tiempo apremia, dale,
mira hacia el frente, párate derecho,
y otra junta azarosa de miserias
que se dicen dádivas paternas,
con las cuales se dicta, con las cuales se forma...
Ah mi señor, poca y rala ternura
para indicar caminos de manera solvente,
pocas caricias en agua al llegar tarde en la noche,
mucho el anís en el vientre de calores desdentados
y la boca silenciosa solamente oliendo a trago...
Él de todo se interroga lo acomete su destino,
que a qué hora ha de arrancar el primer vello del pecho,
cuando le cambia la voz para poder cantar tangos,
que si la cantimplora está vacía
y arden gargantas de sed
tristes, faltas de alegría,
y el tiempo para llegar a ese sitio programado
y este brío que no acaba aunque haya poco pan
y haya poco abecedario,
y muchos fusiles rudos afuera disparando
entre mucha competencia donde el músculo es gestión 
y la palabra silencio como fémina esperando
dormida cerca del cielo con todo y más por decir...
Que se oxida y se corrompe la palabra antes de ser
herramienta explicadora, motivo y gracia a la vez...
No llore Alcides, no llore, Leopoldo usted no berree,
suene esos mocos Ariel y no me mire rabioso...
usted es hombre no olvide, usted no es una mujer
póngase azul, saque el rosa,
ese color no le queda,
no será músico, señor, 
usted no va a ser pintor, no esculpirá bellas rocas,
no será fiel cirsense ni escribirá poesía,
y para qué va a leer si en abril arde la guerra,
en abril todos pelean
y en junio todo termina...

 JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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jueves, 5 de febrero de 2015

UN POCO DE SUERO PARA LA SED DE RECUERDOS / Poesía de José Ignacio Restrepo


SOLO LA VI, DE LEJOS
 
 
Apresadas del pelo, 
las hijas de la memoria no pueden herirme 
ni tampoco marcharse a su fuero, 
como si yo premiara descontentos 
con permisos inocentes de olvido 
o con platos mal servidos ante poca hambre, 
en la mesa alargada y constante 
del señor carnicero. 
 
Bregando a huir, 
dejan casi por completo sus cabezas calvas, 
y se ponen de hinojos 
rogando para que las deje volver 
a su renglón de cosas pasadas, 
a su baúl de siniestros doblegados 
que guarda la exactitud de lo ocurrido, 
la justa fidelidad de lo que ya está hecho 
y no tiene retorno en el tiempo...
 
Las suelto, 
son como gases malignos 
de una cosa ocurrida, 
recién ahora le puse algo de oro 
a las letrillas rescatadas de su nombre...
Ada, Ada...
como si fuera un tango, 
que lo fue...
una pieza a bajo y bandoneón 
 que justo ahora dejo de nuevo dormida, 
en el olvido...
 
JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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