COMO PÁJARO EBRIO
Y someter el alcanfor
a las trizas de asbesto
en el polígono desmedido
de la memoria
donde estallan luego
dormidos órganos sin nombre
contra
paredes de templos antiguos...
No cesa la oscuridad de maldecir
a esa
estrella fugaz e inoportuna,
que hizo cesar tu acto de diseños
trayendo otra vez nuevos deseos,
mieles quemadas sobre aguas ondulantes,
sudores de pequeños credos
ávidos de vida y no de muerte...
Sin óxidos locuaces y sin duelos,
extenuados de ritos confundidos
los dedos de tus manos yacen ebrios
extrañando algún cuerpo, un viejo canto
de retraído son si el pentagrama
es hecho de papel y no de amor...
El polvo es del color de tus dolores,
pero si llega el viento tú bendices
el vuelo de pasados sinsabores
y tu letargo corto y genuflexo
reza por poder ver otros destinos...
porque solo te queda confesar
pecados deseados, golosinas,
que el barco en que tu mar boga hace tiempo
fue hecho con madera conmovida,
llorada por el tiempo de cortar,
tumbada en arrabales secos,
tallada con formones destacados
pero sin filo y gozo por tallar
y tus sentires velan por tu sueño
que como bote blanco de papel
lanzado por un niño a la cloaca
en humedales termina y convalece
sin tener escrito su destino,
más aca del bien y allá del mal,
como perdido e inútil estornino...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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