jueves, 27 de junio de 2019

COMO VIDRIO MOLIDO QUE NOS CORTA TARDE / Poesía de José Ignacio Restrepo



LASTRE



A veces uno simplemente se olvida del camino, 
duele ver tanta fuente de agua 
cuando sabes que tu sed es placentera, 
hiere la luz 
si en tu alma solariega y silenciosa, 
los ecos resbalan muertos 
y ya no hay claros murmullos, 
dijo bien este día cuya fecha resalta 
y solo le contesto 
mirando sus colores 
que ella es bella sin más 
por su piel ya gastada 
y el brillo en su mirar que a veces escasea...

A veces como sabes, 
el camino se llena de arbustos y abrojos, 
y tu paso otra vez, 
parece cernirse suave 
mientras un canto se instala, 
como ayer nuevamente...
y el ronquido del pájaro pausadamente para, 
y la liebre se queja, 
por verte ahora y no verte tanto...

Ah, 
ceguera de todos los que tan cerca habitan, 
que ignoran porque quieren 
que tan solo es mermar el ritmo 
y poner los ojos entornados, 
para ver lo sublime 
una, dos, un mil veces...
y cerrarlos del todo para verse por dentro. 
Y leer partituras, 
perfectas, acabadas, 
que se ensayan a solas en el alma de nácar, 
que dicen quienes no saben que hablan del silencio, 
amada lengua procaz 
que nos ata a los vivos con los muertos.

JOSÉ IGNACIO RESTREPO, 
Copyright 

MADERA NUTRIDA DE TIEMPO / Poesía de José Ignacio Restrepo



DE BORDES SALADOS


 

Notifica la ventana
mi paso a ciegas frente a ella,
ese frío calloso de mis manos sinuosas,
y la tardanza cruel,
cuándo he de volver,
cuándo pongo mi mies sobre la vista exaltada,
la próxima visión que en nada se parece
a la que puso ayer
el Dueño Omnisciente de la vida...
Pregunta sin hacerlo,
sin verbo ni adjetivo
que supere 
el silencio de bruces
que cae entre mis ojos con su gula,
y yo me tardo mucho en responder,
un minuto de más yo me demoro,
igual que tonto escojo las palabras
y al último no digo nada,
incluso,
a esa nada sumo dos renglones,
ni sé a qué he venido
pero creo,
que ustedes saben bien y se lo callan,
este oficio de ir
para medir los puntos de regreso
tiene tanto de azar como de altares,
de olvidos que al mirar se resquebrajan,
y amores que no vienen a la cita,
ni respetan los tiempos,
y menos 
se reclinan dulcemente
sobre el durísimo borde de la vida,
quise decir ventana,
me disculpan... 

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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