SOLO HALOS
Sombra
enjaulada otra vez en el rellano
contando en soledad
una vez y otra
vez los escalones,
deja que pasen los asiduos visitantes,
baja y recoge ese viejo imperdible
que ahora brilla
y que se había caído sin querer
de una casaca que buscaba calor
de su dueño que ya se despedía...
Sos un
mensaje del calor al frío,
vistes de azul el vértigo del ave
que ha repasado como huir del hierro
sin pelar la pintura de la forja,
blandiendo entero el cuerpo como
llave...
Y he
sido el rostro recogido de mi padre,
la línea efímera del puño o de mi mano
que
dice que mi ilusión terminará
un día festivo peleando contra otro,
en el esfuerzo por
librarlo de la muerte...
Y volveré a ser árbol,
brote de penca,
lecho
turgente que aunque vacío
vuelta la lluvia
se convierte el rápido torrente...
No hay fin que no traiga su
principio,
descuida...
de la sombra que miras nada queda,
pero de tu feliz aliento
de soldado
átomos se irán vivos y buscando
una guerra donde decir jamás volvimos,
somos los cuatro dedos de una mano,
que importa ahora si hay uno perdido,
tinta y papel ardiendo
en plena fiebre de escorbuto,
todos muertos y
vivos...
como manda la vida si está presa...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©