LABOR DEL ESTÍO
Ensenada...
Una larga y señora línea de luz
escarbada por alguien en la playa,
donde apenas entre espuma llega el mar,
vuelve borra tus huellas,
las dejadas en torno al litoral...
La dehesa no sabe que la pueblas
con tus mejores retoños ya crecidos,
y el que pasa se sorprende con tu canto,
preso y solo
entre restos de coral
que regala sin más el bello mar,
invocando a Dios de un mil maneras,
va rompiendo su silencio amalgamado,
como lo hacen el llano y la montaña
con sus citas de ajenjo y sus anises,
hasta llegar al fin de la ensenada,
con el viento de amigo,
y a su pena,
en mis pasos alternos, timoratos,
duerme aún la reseña de lo nuestro,
tus palabras colgadas como hebras,
pulidas de la luz que las borraba...
Como un hangar
que guardaba sin honrar
las bellas y cinceladas soledades,
donde sacras palabras retan todo
y se acortan en ecos frente al tiempo,
se toman de las manos tus recuerdos
y alzan vuelo ahora mismo sobre el mar,
mi alma agraria sembrada de alimento
y el sutil, inaudible desencanto,
por penar mientras voy junto a tu voz,
da semillas para todas las cosechas,
ya tendrá tu palabra su sustento
en quien lea la línea de la espuma
y pondrá en su calma el intercambio,
para encantar otra estrella
en otro callado lugar
del universo...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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la vida reside en los ojos que nos miran... bellisimo poema maestro
ResponderEliminarLa vida, o el argot revivido de tu pecho, que en ecos se reclina entre el azul, ese cielo que es mar allí en tus ojos...Gracias por venir Anabel, sentido abrazo!!
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