venido desde los años
contados por impares al restar
ese postrero par que tanto falta,
contados por impares al restar
ese postrero par que tanto falta,
donde la madre fue
bolsa, puerta y gozne,
salvándonos de toda enfermedad
incubada o escondida entre la cuna
pues sabía que incluso por nosotros
que íbamos con mugre en nuestras manos
vendrían pestes, iras y jorobas,
incubada o escondida entre la cuna
pues sabía que incluso por nosotros
que íbamos con mugre en nuestras manos
vendrían pestes, iras y jorobas,
aun somos solo críos
transeuntes,
mirando desleirse todo
sin acertar a entrar de nuevo al
yugo
o a volar con hierros absurdos hacia el cielo...
Hecho
de costillas y atafagos
que me sobraban de sumas anteriores
viaja cantante ese náufrago que soy,
ese, que ha muerto muchas veces,
y que con las manos quebradas hace vida,
otros ven que hago azules y blancas letanías,
resquebrajadas mórulas de escarcha
que juntas me permiten indagar
el porqué de los hielos extendidos
y tu nombre grabado sobre ellos,
cincelado doliente desde siempre...
Ah,
el nunca destilándose en la bruma,
que la ventana no puede tapar,
mientras hacen las nubes de goletas hundidas,
más allá del encelado firmamento,
donde corría, allí...en la baja mar...
¿Ves por qué no es posible despertar,
atado como voy a tu cabello?
que me sobraban de sumas anteriores
viaja cantante ese náufrago que soy,
ese, que ha muerto muchas veces,
y que con las manos quebradas hace vida,
otros ven que hago azules y blancas letanías,
resquebrajadas mórulas de escarcha
que juntas me permiten indagar
el porqué de los hielos extendidos
y tu nombre grabado sobre ellos,
cincelado doliente desde siempre...
Ah,
el nunca destilándose en la bruma,
que la ventana no puede tapar,
mientras hacen las nubes de goletas hundidas,
más allá del encelado firmamento,
donde corría, allí...en la baja mar...
¿Ves por qué no es posible despertar,
atado como voy a tu cabello?
Undívagos
los gestos de tus manos
que llegan hasta mi alma que implorante,
se rige por las leyes que irrespetas,
de lejos tu rostro se sonríe,
parece simplemente que olvidó
cómo pedir de nuevo diestros besos
sucedidos en la vieja periferia,
para bajar al astral,
ingobernable,
pozo del rojo y del eterno instante
donde aun somos la musa y su regente...
que llegan hasta mi alma que implorante,
se rige por las leyes que irrespetas,
de lejos tu rostro se sonríe,
parece simplemente que olvidó
cómo pedir de nuevo diestros besos
sucedidos en la vieja periferia,
para bajar al astral,
ingobernable,
pozo del rojo y del eterno instante
donde aun somos la musa y su regente...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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