PARCAS HAY...
No
nombrarás a la muerte
si la ves sentada y a la espera
mirándote desde alguna esquina,
escribiendo para ti
el renglón de la última frontera...
No templarás el alma
para que se caliente el agua adentro de ella,
cuando un volcán ya la tiene redimida,
desde el fin del principio,
que es tu suerte,
tu suerte de perder ganando lides
que no puedes ver pero suplicas,
afanando su pie para llegar
a tiempo a tu hangar de lenta idea,
allí donde detienes pensamientos
para poder llegar a las ideas...
Pero válgame dios,
has como puedas!!!
Crucifícate justo, cansa al alma
de preguntar mañanas que no llegan,
y suplir lo que falta sin que sea
a tu máquina pieza necesaria
mientras bajas la guardia,
el helio que te quema igual se gasta,
y no podrás ver su fin, ni su principio,
pero temes que pase,
temes que ocurra aquello que imaginas
porque la magia que esconde en el sombrero
el conejo que buscan,
podría vivir sin soles y sin lunas,
pero acaso sin ella
vos no puedes,
sin la magia de ella,
ni atarte bien atados los cordones,
y te pones medias diferentes
si piensas que algo falla,
y la ves sobre el brillo del espejo
regándote la sal por donde pasas,
para que llegues completo
al día esperado...
y no con los ojos en las manos,
de miedo de mirarla,
mirándote rendida
para ti...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©
si la ves sentada y a la espera
mirándote desde alguna esquina,
escribiendo para ti
el renglón de la última frontera...
No templarás el alma
para que se caliente el agua adentro de ella,
cuando un volcán ya la tiene redimida,
desde el fin del principio,
que es tu suerte,
tu suerte de perder ganando lides
que no puedes ver pero suplicas,
afanando su pie para llegar
a tiempo a tu hangar de lenta idea,
allí donde detienes pensamientos
para poder llegar a las ideas...
Pero válgame dios,
has como puedas!!!
Crucifícate justo, cansa al alma
de preguntar mañanas que no llegan,
y suplir lo que falta sin que sea
a tu máquina pieza necesaria
mientras bajas la guardia,
el helio que te quema igual se gasta,
y no podrás ver su fin, ni su principio,
pero temes que pase,
temes que ocurra aquello que imaginas
porque la magia que esconde en el sombrero
el conejo que buscan,
podría vivir sin soles y sin lunas,
pero acaso sin ella
vos no puedes,
sin la magia de ella,
ni atarte bien atados los cordones,
y te pones medias diferentes
si piensas que algo falla,
y la ves sobre el brillo del espejo
regándote la sal por donde pasas,
para que llegues completo
al día esperado...
y no con los ojos en las manos,
de miedo de mirarla,
mirándote rendida
para ti...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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Mágico estimado poeta. Un placer José Ignacio.
ResponderEliminarMira la hora de verte, abrazo tu ala Olga...gracias por venir!
EliminarPues sola es ella la que da sentido a todo, promete paz y nos da miedo. Le huimos y nos guarda la libertad. No hay poesía sin ella ni comienzo de ciclo... saberla, amarla, evitarla o buscarla son siempre cosas del loco y del poeta. Genial!
ResponderEliminarTe apareces como flor en vaso de agua, y doy gracias por todo...por nada...por el níveo placer de conocerte...Abrazos fuertes!!
EliminarMaravillosas tus letras querido poeta, como siempre es un placer leerte.
ResponderEliminarGracias Loly...es un placer también para mi llevar con virtud las letras a tu oído, para que escuche tu alma...un abrazo!
EliminarGracias Loly...es un placer también para mi llevar con virtud las letras a tu oído, para que escuche tu alma...un abrazo!
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