VELAR LAS HORAS
Rentas de más en este asunto noble
de corregir inhumaciones y relatos
que llegan como ecos como acordes
de musicales obras interiores
unas comparto con presencias tibias
que me conmueven con besos y caricias
pero la mayoría enfrento solo
con la voz contraída como sable
y sin el viejo escudo de mi padre
que augusto se extravió antes de ayer
en un trasteo innoble
hecho de noche
y en carros de papel
Senderos de mi llanto puedes ver
en los desiertos que lloran por un mapa
y yo te invito amigo a recorrer
estos techos los muros y ventanas
no seas preguntón
no hagas doctrina
recoge mi mortaja si se cae
que aún está muy nueva y harto útil
puede hacer de litera o cobertor
y cuando sea vieja donaremos
a la calle sin nombre
que sabemos
donde por cien esperan ratas nobles
que vayamos sin don ni garantía
a saber qué es pobreza
qué es vejez
pues solo en ese ristre peregrino
se conocen los sabios de verdad
que sostuvieron guerras con la vida
y ahora cantan sus duelos y sus rimas
sometidos sin dios
contra la edad
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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Asombroso y lírico recuerdo del ayer mientras se tiene la impresión de recorrer la cuesta abajo. Ineludible acontecer, presentimiento estoico, sin artificial melancolía, que le presta su belleza al poema tanto como enaltece el sentimiento del poeta.
ResponderEliminarQue grato observar tus ecos, querido amigo, que fácil se hace este tono transpirar, triste, solo y silente, cuando veo tu sombra entre mis letras, y después tu rostro entre la gente, como si fuera mi alma trazo tuyo desde siempre una amiga, y no gaviota herida, en tu cielo una amable forastera...Gracias Fernando..
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