lunes, 31 de agosto de 2015

ARPEGIOS QUE SIN MÚSICA LA LLAMAN / Poesía de José Ignacio Restrepo


AL PASO DEL VIENTO

Un movimiento completo 
con instrumentos de viento guiando el giro de los ojos, 
para buscar una ella, 
un nombre de mujer que instigue alguna fuga, 
un opus, un arpegio de dudosa impaciencia...
todo la nombra 
incluso el incurso de una puerta que golpea, 
de hojas secas que miden el patio...
de una cloaca que en su fuero sin ley 
se queda con el agua asentada donde un escarabajo boca arriba
se pregunta dónde está la luna...
Bella guerra que muestra sus sables entrechocando sus filos,
breve y elocuente giro del viento que nos deja saber 
 lo que es habitado por su cálido aliento,
ese húmedo lance de los pinos grandes, 
que se abaten sin miedo buscándola en la tierra
de cipreses caídos de vejes y cubertos por arbustos lechuginos...
La busco donde acaba el alambrado...
allí no hay palabras marcadas sobre lúcida madera, 
como estas que salen de mi mente
formando volutas de magníficas figuras 
de cerebral acuño y dirección hemisférica. 
 Pero mi vista vuelve hacia el portal
donde algunos recuerdos me miran hace rato,
 por más que el presente me roce 
y su noción de él solo mida dos centímetros de mar móbil 
en undívago viaje al centro de las cosas
puedo llamarla a su serena penitencia,  
alabar hoy como nunca desde mi penumbra laica
la viva constancia de la luz...
Del angurrioso negro al gris que debe habitar escollos propios
se hacen tus artilugios de verbos y adjetivos,
mujer feliz que huíste de mis azares infelices,
pero te quedas porque así de terco es el amor
le pone cuerpo, cara, manos al rondar de las almas huidizas,
caminos hace para aquellos que decidieron irse,
da vuelta a la perilla para traer el silencio de regreso
si hay estruendo en la mente y en los ojos
poniendo sello en los ocres dolorosos, 
y rojo cumbre en los hechos de carne hecha pedazos, 
así como verdes de filatrópicas ausencias, 
o blanco/crema de ácidas nostalgias por todo lo perdido y lo no hallado, 
justo es llamarla por su nombre de untratumba 
para que sea el atuendo victorioso de la ya no tan solícita memoria...
Espejismos, me llaman, me requieren,
son otros duelos que saben qué dejaron 
y no los quiero atender ni en la palabra
pues ella vino
de lejos
-otra vez-
y solo quiero estar con ella ahora,
con ella que otra vez llena la casa...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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4 comentarios:

  1. Amor hasta la muerte misma.. y yo.., encantada de leerte... Abrazo

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    1. Mediar en tu abrazo pero no con tiempo... que el tiempo sea corto entre charla y poesía... gracias Isabel por todo!

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  2. La mente que se resiste, perezosa a las inquietantes batallas... Porque, ¿qué mejor que disfrutar las anheladas brisas hipnotizantes de las ausencias anheladas, angustiantes en su lentitud en el repliegue de sus pasos, en el recorrido de sus caminos en la espalda de sus memorias, en las memorias de sus cuerpos...
    Lejanía, tanto depende, del concepto de espacio. Del concepto del tiempo. Hay cuerpos que yacen juntos y viven a la distancia de milenios....

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    1. Qué bien escribes! Sujetas la idea como si fuera una bella adivinanza que debe ser descubierta y la desplegará poco a poco como si fuera una mariposa viajera... gracias por venir y a comentar. Un abrazo querida Vanesa.

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