viernes, 26 de abril de 2013

PERLAS ADENTRO / Poesía de José Ignacio Restrepo



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Entro al bar,
es un viernes sin proyecto,
adolezco de cercanas femeninas
o lejanas que se quieran acercar,
en la barra ya me tienen bien servida
esa jarra bien fría de cerveza,
pues mis gustos de antes ya conocen,
ya conozco y me gusta declarar,
silencioso, sentado y silencioso,
me dedico a la duda y reflexión,
mientras miro a los otros ambulantes
que conmigo comparten esto hoy,
solo sitio de deudos en conflicto,
guerreados con el mundo que los echa,
para cualquier lugar que no demande
un cuidado especial, un argumento,
de izquierda elemental o de derecha
algo políticamente detestable,
y mejor un arcano que no mire,
son conmigo unos seis feos profetas
pues ya se va uno sin cara ni deseo,
que camina a la barra y luego paga
para permiso tener de franquear
hacia afuera la puerta del lugar...
Todos tienen mi cara, 
es un milagro,
vestidos de colores habitados
grises, negros, azules, carmelitas,
no hay un rojo, un magenta, un amarillo,
que les dijera a todos son humanos
se quieren parecer a aves jocosas,
que llegaran volando desde el cielo,
o a naves de secretos irradiantes,
de noticias ausentes y cortantes,
sin deseos de paz de mala muerte...
Somos tres en el bar tras una hora
quince minutos después un par quedamos,
son las caras de hermanos de la guerra
entre el silencio claro y monacal
mal pintadas arterias y señales,
amparadas en míticos deseos
que esta bella jornada no ha pulido
y solo queda este darnos por vencidos,
y pagar lo bebido, dos billetes,
pase entero en los ojos para irnos,
a mirar los murmullos mal nacidos,
de otros solos sin cuento ni decencia
que conozco sin pena
de hace tiempo....


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 25 de abril de 2013

HACIA EL SUEÑO... / Poesía de José Ignacio Restrepo



ÁNGELES


Todos los dedos,
la piel que llama apóstata
al lujo de extenderse y arrugarse,
la cábala insurrecta destinada
a volverse en mi adentro casi nada,
y tú, que eres mi más,
también mi menos,
recluida a salvo de mi infierno,
mientras lento digito todo ésto...

Cómo menciono muerte si te vivo,
cómo, cuando en mitad de nuestro juego
presiento que el final nos llegará,
mientras hoy pongo sutil el escenario
acordando con el clima
esos asuntos,
si habrá lluvia, si el calor inmune
nos moverá a abrir sin condiciones
las ventanas de la sala, y los balcones
para juntos,
atados,
arrobados,
como uno que somos ir a ver
qué nos queda de piel para llevar,
a los brazos del ángel de los sueños
que nos invita tierno
a descansar...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 23 de abril de 2013

LITERALMENTE... / Poesía de José Ignacio Restrepo


UN GRILLO SOLITARIO


Sonora temperancia la del grillo
que en época de celo no le queda
aturdir al que esté cerca a su cuerpo
con el trino vulgar de policía,
que traducido sin más a nuestra jerga
reza así, más o menos, su monserga,
- aparecé gitana despiadada,
que me tenés cantando estas secuencias,
en casa dónde no soy invitado,
sino solo allegado casualmente,
temo mucho a escobas belicosas
apuradas en manos veleidosas,
que no estimen mi llamado necesario
y lo juzguen sin más como vil ruido,
todo hago incluso este papel
de bergajo malnacido cantamuertes,
para que tu recuerdes que es la hora,
de arracimarnos sin la prisa que parece
tienen los otros,
los demás,
incluso éstos,
que viven de momento en esta casa,
y ahora sin más yacen dormidos,
temo por voz, por mi
que se despierten 
por mi llamado de amor
mortificados,
entonces que grillita amante y delicada,
¿me callo y tú te vienes raudamente,
para que nos metamos
juntos
a la cama?

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
Copyright

sábado, 20 de abril de 2013

EN LA VERJA DE LA IGLESIA / Poesía de José Ignacio Restrepo



Y SI LA TARDE RUSTÍA  



Rindo un clavel a este sino apretujado, 
y entrego con placer mi parte de óxido, 
de membrete infeliz y bien ganado,
bienes tienes por fe, y un paso interno, 
para que sean los íntimos latidos
los que tiemplen acá tu brazo izquierdo,
 y no yo, ni nocturnales partituras, 
que también seguro sacan risas, 
a las falsas imágenes y musas, 
que ahora no sucumben ni se callan...
Bellos sitios, adoras cuando hablas
y festejan tus cosas sin mi ayuda, 
tu pusiste guirnaldas otras veces, 
ahora eres la sombra, qué mas da, 
sin un cristo la pared luce la misma, 
esa marca le dice al que la mira, 
que por años de dolor, estuvo allá...

En todo caso llorar es pasajero, 
no viene a cuento el quemar este lugar, 
siempre que adolescentes perversiones, 
nacidas de los gustos socavados, 
pero bien confinadas en recuerdos, 
en la piel, en los ojos y en las manos, 
sea algo logrado y no en presente
no un bastión, un muro, un gris lamento, 
para atacar lo bueno que ya tienes,
por ese solapado fundamento 
de que ya no lo hallas, ya no está...
Una sombra es tu rostro, lo agradezco...
Una queja formal, en tono bajo, 
como reza el cariz de este poema, 
a su fiel e inicial, y compartido, 
compañera de azar y de querella, 
no suele concretarse, es de anotar, 
para ello es mejor lanzar un grito...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 18 de abril de 2013

A ESA CIEGA SERENA, LA JUSTICIA / Poesía de José Ignacio Restrepo



A ESA ESTATUA 
FUNDADA


Serena la daga espera, 
se niegue camino frontal hacia el acuerdo, 
ese mago embozado en soliloquios, 
que ha probado tarimas, 
y distribuye arpegios a los mansos 
que todavía rezan padrenuestros...
La espada por supuesto en gran estima
es larga, de sendos filos por axioma, 
y de ceguera gnoma, está sufriendo, 
hace siglos, hace cientos de maullidos,
hace guerras pactadas y hondas luchas,
hace cientos de ilegítimas contiendas
igual que lo hace ahora hace segundos,
frente a los ojos lacrimosos de los muchos,
y ante indoloros y claros corazones
que no sufren de nada ni lo harán...

La diría postrada y nauseabunda, 
pero sé que entre cíclicas disputas, 
su cara limpian, pelan su orladura, 
le embadurnan los ojos con almizcle, 
y le dan de beber, lento y paciente,
para que a una hora no pactada, 
arremeta contra todos, con su acero, 
y dé de bien beber sangre a los vientos... 
Tiene los ojos bonitos bien tapados,
el trapo ha sido lavado una y mil veces,
 recuerdan que es tuerta allí en su alma,
pero nadie lo cuenta ni lo narra
a ésos que saber bien corresponde,
aprender de la historia es golpe avaro,
se recicla en la pálida ignominia
de callar lo elocuente y necesario,
viene alzada de dios y de la mano,
la ignorancia fatídica y plebeya,
con su ira crecida aletargada,
a pedir por detrás de la alta estatua
poder pertenecer a su familia,
como sea que ocurra en la razón,
o comenzando la poda al pescozón,
todos ponen, los lados de los dados
tienen todos el mismo y refrendado
gordo signo de la cruz atado al filo,
de la espada que ciega se defiende,
de perder el sitial de mármol blanco
que la historia le heredó
no sé bien cuándo...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

miércoles, 17 de abril de 2013

UN MUNDO INCAPAZ / Poesía de José Ignacio Restrepo


AGUAFUERTE


Diré de este presente en un futuro
poca cosa seguro, poca cosa,
presiento no tendré interlocutor
cuya palabra o silencio me convoque,
cuánto vale la pena de este día,
no la mía, la ajena, la proscrita,
quizá sea sagrado el porvenir, pero hoy,
hoy sé bien lo que es melancolía,
los terrenos prestados a la siembra,
vacíos y quemados y asolados,
la cosecha tan poca y tan pequeña
en las manos callosas y vacías,
muchas bocas abiertas, ojos grandes,
mucha gente en la fila dando aguante,
tantos muchos con poco resistiendo,
tan pocos con el todo de los muchos,
en dinero de papel ya pervirtiendo,
firmas, de noble de origen, recibiendo
sin soberano esfuerzo pensión casta,
melancólico azar y sufrimiento,
causado por personas con saber,
ancladas de por vida el mal haciendo,
a aquellos cuya voz está apagada,
y las manos cruzadas por la espalda,
no les dejan dar buena pelea,
no les dejan dar pues ya no tienen,
lo poco que comparten en la calle
viene grabado con un epígrafe de muerte,
y sus filiales lucen más gastados,
parecen aún más viejos que ellos mismos,
un milagro al revés, falso combate,
el dolor de la piel y sus quilates
mordiendo las cabales espesuras,
de este tiempo de infeliz magistratura
de tan solo dolientes, y maltrechos
de afamados sin nombre, juntos, rancios,
dispuestos de rodilla a la pelea,
que doblaron ayer
por tanta hambre...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

lunes, 15 de abril de 2013

EN ESENCIA / Poesía de José Ignacio Restrepo




SOLARIEGA


Ventana con batientes, vieja,
heredera de vientos cancerosos,
adelante de ti todo es hermoso,
incluso la tormenta,
y el torrente,
el bajío de luz donde han hallado
a las personas sin vida, escapularios,
cosas que fueron y ya no son,
vos lo viste,
yo no...

Ventana con batiente,
rumba el viento,
cuando entra por el patio de la casa
buscando a los que fueron, a la gente,
que esta guerra de vivir ya se llevó,
esos pasos de insólito gigante
que no podemos ver
pero sentimos,
como lo que dicen que es dios,
ese sufrido...

Ventana,
qué tienes que te pudres,
de la húmeda gesta que mantienes
con el afuera que habitan los cipreses,
no están quedando más que arrugas
grietas solas,
te amargas y ya eres como esos
que se esconden de si entre la gente,
para poder seguir al tosco viento,
mientras pasa sin verles,
arrugando su estío
de estar solas...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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viernes, 12 de abril de 2013

HABLA LA PIEL CALLADA SIN TU AROMA / Poesía de José Ignacio Restrepo



CORTO AROMA



Turbio entre códigos, 
se abre paso el don del duelo enternecido  
caminando hasta el diván 
amado por ambos, 
a la hora de ambos, 
pero con ese fulgor que las palabras 
decretan es un bien recién nacido...
Bordes o internos, 
los bienhechores segmentos datan, 
dicen tener amplio hallazgo 
mirado de otra piel...
Y yo debo seguir, 
antes de que tu vuelo sea mío, 
dueña del misterio y el castigo, 
que traes fibrilando entre las manos
como código mágico sin ritos...
La promesa central bañada en vino, 
promete dos frugales estocadas, 
acendradas y míticas, vivaces, 
que llevamos poeta, dibujadas, 
en mitad del alma, nuestra cara...
 Canto del alma egregia, cascabeles,
ronda que por traer flores intactas
se adormece a si misma entre claveles,
apretados al pecho, deshojados,
poemas insuflados de constancia
que entre versos prometen
y bien cumplen,
serenatas de amor digno y creyente,
regado de la piel hasta los ojos,
para mostrar de hinojos como siente,
el que vive por ti, 
y sin ti se muere...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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jueves, 11 de abril de 2013

NO ME OIGO DECIR... / Poesía de José Ignacio Restrepo



SILENCIOS

Calla...

Voz callada por la ausencia, ésta,
la de horizontes mirando con sorpresa
los pocos pasos,
los pasos huidizos,
que ya debieran haber devuelto al campo
ecos sentidos de paz y laboreo...
Voz que en los muros 
clama por otro orden,
por el regreso a pactos que unan cosas,
que luego inciten a dar algún sentido
al hecho mismo de estar
para tenerlas,
no somos cosas ni pasos ya perdidos,
ni somos sogas en cuellos reducidos,
y mucho menos
ladridos de mil perros,
que perseguidos persiguen como fieras,
 a sus amos queridos
hasta entonces...
La voz callada que advierto
que es la mía,
que no maquilla haceres inconclusos
de otros gregarios, 
vándalos hirsutos,
y mucho menos
se alza para hacer
ese trabajo proscrito de decir
las ayunadas idas, por verdades,
aclamadas de verse retratadas
en el anverso o reverso de la cara,
y cuyo dueño habitante de un país
que también habita un crío de lombriz,
no mira adelante por no ver,
ese agujero dónde puede ir a caer,
si no despierta,
por dios, si no despierta...
Callo por mi,
y no porque a los otros,
les deba bien nutrir mi ancho silencio,
cuando remanso he sido y no ruidoso
bronco de ya afamadas intemperies,
resistido del afán y del acoso
callo por ir
y no por devolverme,
como los otros, los muertos infatuados,
que ya llegaron callados a sus cielos,
sin ser por gil respeto recubiertos
como manda su piel con la mortaja,
que debe estar tapando el quieto cuerpo
que ya no es más
una carta en la baraja...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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martes, 9 de abril de 2013

HACE FALTA MORIR EN UNA GUERRA... / Poesía de José Ignacio Restrepo


PECADO


Ver tirado el pan sobre la calle,
ver los pollos pintados arrastrarse
o pequeños sin alitas ahogarse,
y la leche filial ya derramada,
sin llegar por un pelo hasta el envase,
por delirios infames del mercado,
porque hay mucha, señor,
tiramos pan,
no tiramos diamantes, ni oro en polvo,
pero si el alimento de los muchos
que acaparan los pocos
a su antojo...
Ver prosperar a los infames duele,
verlos reír con media boca apenas,
y salirse sin más por dios
del tema,
con miradas sencillas de banqueros
que piden la moción y se ausentan,
porque deben llegar para ganar,
en otro sitio sucio su ideal,
el llamado dinero y cada cosa
que ellos vociferan con los ojos,
suena a testa de flojos,
pero es guerra,
batalla fratricida y pestilente
que da en la garganta de los muchos,
en la abierta y cortada yugular,
la comida tirada pues fue mucha,
vitamina varada en walestrit,
la leche de los botes en la tierra
pudiendo alimentar miles de críos,
los pollitos, mi dios, recién nacidos,
ahogados sin más,
todo por qué el mercado se abrumó
y no puede bajar el precio dado,
ni quedar el dinero en malas manos, 
es decir en las manos de algún otro
que no sea en la tuya
rey enano...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 4 de abril de 2013

SENTIR LA LLAMA... / Poesía de José Ignacio Restrepo


AVATAR DEL FUEGO


Es despejado el albor, 
aunque ennegrezca, 
dijo el suave mojón entre mi oreja, 
lo anidas mientras llamas a tu piel, 
mientras cruzas como ayer, los dedos, 
laberinto de espermas construyendo 
una dura capa sobre ti, 
que demanda deseos contrahechos
espesuras de paz y de sustentos...
y lóbregas querencias obligadas
de astutas singulares dimensiones
que en tus ojos de pan, se depositan
como nubes en alas de aviones
como plumas caídas
dando y pidiendo, certeros domicilios
donde ir a vivir, 
así sea atacados, desprolijos
majestad de mi bazar, 
que tu conoces,
pues ya viviste haciendo compañía
a mis sueños dudosos, a mis viajes,
esos muchos rendidos al ambage
de la ceguera inútil, personal,
que parece un hostal
por siempre lleno...
Con los ojos del gusto delinquiendo, 
y el alma en mi mazmorra atareada, 
toda puerta cerrada voy abriendo,
que valiente la llama al alumbrar, 
sin temor de extinguirse en cualquier viento,
acabarse, sin rabia y sin aviso
mientras ve que ya nadie en el umbral, 
la percibe vital y necesaria, 
como antes, cuando era piel y hueso
cuando tuvo gigante quehacer 
su misión de alumbrar adentro mío
 hasta el cebo agotar y fenecer...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 2 de abril de 2013

TORVO Y SIN LUZ... / Poesía de José Ignacio Restrepo



REGENCIA IMPAR


Después de todo, 
atado el corazón a su remanso, 
de todo lo que des te queda todo, 
difícil si no asistes en tu piel 
a ese torbellino generado, 
el todo se convierte en el ayer, 
y el qué, el cómo y el cuándo, 
en solo olvido...
Después es que el relato toma forma,
el centro de la piel muestra jardines,
vestidos con arrugas sin su culpa,
o predice epitafios sin memoria,
para dar de comer a golondrinas,
y al aire como mago lanza harina
-ese polvo en que todo se convierte-,
y es arena siniestra sin color,
que incipiente
se posa en todo lado...
Después, es ese tiempo inconcebible,
que nunca miramos con cuidado,
nos debe cada cuenta,
nos lastima,
sin que dardos apuntara
a nuestra frente,
ni rabietas surtiera,
ni quebrantos,
solo está conmovido y receloso,
pues tenemos cansancios prometidos,
aún hay panoramas solitarios
y deseos urgidos sin lograr,
y ya nada en los ojos azarosos,
ni en el alma
salitre para dar...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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