EXPLICACIONES
en mi gesto adusto,
es como un pórtico alto
para impedir que entre gente extraña,
no tu pie delicado,
el tuyo no,
no tu amplio criterio
de hombre araña,
que trepa libremente mis conceptos,
y adolece cada que me voy
del vigor de mis ojos
de hombre honesto,
me dijiste ayer
con voz de entraña,
que te es concebible mi lamento,
por humano, por bello,
por usado,
por servir para dar agua a lo seco,
empezando por la útil servilleta
cuando la lleno de mocos
y la doblo,
dando amor del humano
al que me observa,
porque suelo sufrir por ese asunto
que es cosa de otro o de varios,
o del completo e infeliz
genero humano...
No creas nunca
que mi cara triste
es un anuncio de que debes irte,
es la muestra de que aun tengo alma,
y que me duelen tanto como a vos
esas tragedias que son de más de dos,
y me pongo a reptar por la baldosa
prendido de mi alma
caprichosa,
que me dice olvida,
es necesario,
debes seguir si algo es imposible
de alcanzar solución o transformarse,
el alma que es mi hacha y mi camión
a veces suele herirse
sin motivo
por las cosas que tarde y en envión
se me meten, aquí,
interinamente,
y no me dejan siquiera
ir a dormir...
Por eso,
si me oyes proferir,
amigo debes irte,
es temporario,
no es derrota,
ni he dejado de quererte
o desear que atormentes mi temor
con tu aval de amigo y confidente,
no creas que tenté mal a la suerte,
y que te echo sin causa de mi lado,
es cosa de nosotros
los dolientes,
los que en la espalda cargamos
discusiones, problemas,
intermedios,
inflexiones,
que no nos pertenecen ni son nuestros,
alza la voz y repíteme te quiero,
desde el lado de afuera de lo nuestro
que después de llorar vuelvo y te abro,
el puente levadizo de este sitio
depongo para ver que entras de nuevo,
amigo,
no es verdad mi gesto adusto,
no te escondas
afuera
en los arbustos...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©