martes, 28 de diciembre de 2010

CON EL ALMA AL VUELO.../ POESÍA DE JOSÉ IGNACIO RESTREPO


VISIONES

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Vencidas llanuras
que de pastos rojos van cubiertas,
ya seréis alimento de la nieve,
os veréis convertidas
en acostadas y silenciosas nodrizas,
que cuidan el fluir del agua
que sólo atiende a su rito subterráneo,
corriente que lo olvida todo,
cual buey castigado,
sin yunta que anclar a su cuello,
sin tierra que medir
y bañar a diario con su llanto y sudores,
sin amo.
Vasta nomenclatura
que refleja en las nubes su aprendido idioma,
de estos quemados azares por prestar la piel
a la siembra del alma,
queda a veces el sabor a quema.
Queda, como hoy, el paisaje
gastado por afanes y sin huellas.



MÁS POR MENOS

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Y desde luego...
Después del balazo
todos aguardan a que alguien se caiga
apachurrando a su sombra con el cuerpo,
en el que poco a poco
la sangre se olvida de correr
a solo segundos de alcanzar en estampida
el aire quemado de los boquetes escaldados .
Si, todos aguzan el oído
y detienen el curso de sus actos,
para advertir cuando cae aquel fardo
en el cercano entorno de la calle,
mientras el eco se escabulle entre frondas
dándose confuso con los muros;
y, al no sentir el golpe contra el suelo
van volviendo a la vida lentamente,
uno que otro por la angustia seducido,
los bordes del ombligo
con sus dedos frota.



LA HORA ÚLTIMA, LA SIGUIENTE

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Como te envío los ruidos de la noche
para que se conviertan en sortijas
que se líen en tus dedos,
signo los pasos del día de mañana,
las escabullidas, los retornos,
las dimisiones, los miedos
y los logros...
Que enigma, Princesa de las Flores,
cómo no hablarle al viento de tu rostro
para que él vaya en tu busca,
aún recelando que se vista de ciego
y al llegar, te recorra de tactos, te libere de ausencias,
te invite a intentar el olvido.
Y a esta hora ¿la última? ¿Quizá la siguiente?
juntando en un rosario huellas
mientras eludo la exigencia el sueño,
el murmullo de las hojas contra el suelo se deja escuchar
y puede ser que las hadas se estén besando las manos
revolviéndose las ropas a fuerza de deseo;
entre tanto, me visitas sin aviso,
yo cierro los ojos y te espero para poder encontrarte.



DÍAS DE SIEGA

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Bordes de los años,
surgen y se van tan pronto
como las muecas en los rostros de los niños,
y no alcanzo a tenerlos
con la salud suficiente del instante
que al parecer nada significa...
Pasan mirando, mientras,
y termino tratándolos como a mendigo
que con el gesto marchito en la mano extendida
de antemano tiene fe en no obtener nada...
Bordes de los años,
días pálidos,
lo que tan bien se evalúa ya está perdido,
el curso que propone hasta un guiño del clima
puede trocar, dar definitivas variaciones,
entonces,
como sencillo bucle en la elipse de los astros
pierden su brillo los días de las noches
y la oscura penumbra y el cansancio nos traen el sueño
que no por mérito viene,
sino porque no queda más remedio



JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

domingo, 19 de diciembre de 2010

TE REPATRIO, TE NOMBRO VAIVÉN DE MI VIENTO / POESÍA DE JOSE IGNACIO RESTREPO


SOLICITUD DE MINUTO 
A LA HORA QUE LE ESPERA...



Como mustia pared 

a la broca que de tarde la penetra,
para hacerse de su paz, de su plana belleza,
y con supremo arte dejar en ella
suspendido, atado, preso,
un clavo de metal
de hexagonal diseño
y perfecta disposición
que va a entregarse preso
en su postrero acto

Como perno al andamio,
de casado perfecto,
cual letra que inicial en epitafio,
su sustento conoce
porque está allí en el mármol para servir de ensenada
a un solo, ese otro ser que aunque vivo
se ha hecho inalcanzable
para el que sin culpa ninguna de dejarle
ha partido temprano
dejando lo demás para otra tarde…

Así
lo nuestro corre sus segundos,
sin más prisa que llevan los minutos
para darse coraje hacia las horas
y no dejar lo visto entreverado
en lo hallado por suerte,
su sustento, su vino de amanuenses
su fiesta monárquica de pajes…
Regirse por lo manso,
asi salvemos leyes de irredentos,
y alevosos marchar hacia otra hora
emprendiendo quizás otro camino
el que algún día perdido
en el vital destierro del deseo,
se nos dio como aliento inconfundible
como pan sin hogaza,
como día sin noche,
alevoso, febril
y manifiesto





QUIMERA
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Sabré heredar la sola discreción
que acaso enmudeciendo me decía,
sobre las coordenadas inconclusas,
los cantos detenidos de las olas,
que desde mis pinturas
aun musitan cien viejos dolores,
fístulas abiertas que remiten
pero ya no se ven,
aunque tiñen el agua de rubíes
y el alma llenan de oscura congoja…
Pensé en la suave dormidera
que un día arrancara del jardín,
su mansa sumisión ante mi toque,
en ese inobjetable diapasón
que la aleja sin temor del día,
y la sume en disímiles salterios,
ese estado que anhela
el más avaro farmaceuta
para su dispensario, o su quimera,
el lugar que añora cure siempre
con el paso sabio de su mano,
ante la vista febril de quien lo ama,
o acaso en el próximo silencio
que le traiga su amor deshilvanado,
para buscar que hable erróneamente
y que mediante roce salvador
paz le traiga con magia,
veda ponga en su bosque
azaroso de fieras…
Con mi rifle de palabras cansadas
toda fiera causante de dolor,
ha de medrar sin cuero
hasta el llanto de sal
que por su culpa,
oscuro lago ha formado
con tus lágrimas…
 
 
MI GEORGE SAND
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Qué deberé hablar, o qué callar…
Solo repárame,
dijo el solitario sauce
al viento incomparable
que entraba y salía por sus ramas…
Sos mi piano de cola en mármol blanco,
mi genial claraboya destapada
para que haya oxígeno en mi bóveda…
Sos armada esperanza de intelecto
cuyo bien superior no bien entiendo
para ser tu mi norte o ser yo el tuyo
como loca canción
como terca operación
como sana matriz que se adelanta
a tener un bebe sin dar primero
el portal para un hombre,
porque sabe que el hombre que pariere
un gigante será no un penitente
Sos mi ángel
George Sand
el croupier de mi mano ganadora,
el bordado pañuelo epigrafiado
que con hilo dorado
en perfecta escolástica grafía
al lado de su letra
va la mía…
 
 
TONO DE ESPERA
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Calendario de los febriles escarmientos,
que de días contados a los minutos absueltos
te has vuelto indistinguible,
entre el favor de mi tacto
debo pasar los cuadros del pañuelo,
por tu vigorosa superficie esta vez,
porque prefiero hacerlo y ver el lustre nuevo,
homologado tan solo con si mismo,
calendario
me he quedado sin cinismo,
también sucumbieron los días, pagué caro,
y hoy que encuentro su voz hasta hallarla,
como regalo perdido que se encuentra intacto,
con evasión calmosa llega todo
y mi nombre extenuado
rastros perdidos de guerras recupera,
y siento que su haber se espera,
en los infinitos bordes
de algún bello recuerdo por hacerse,
el antes o el después
mi calendario…
Capaz de esculcar
hasta en mis mansos zapatos,
o en los ribetes plenos de ilusiones,
allí mirando con sus inmensos ojos,
que los que aman pretenden abismados,
lento decir el paso de las horas
aproximando el triunfo o la deshonra,
mientras cualquier paloma vieja
de frente contra un vidrio
otra frontera inexistente
explora…
De que ella sin saber espera
la sensación quisiera,
pero he de ir a ensortijar
mis diez preámbulos,
las ocarinas limpiar,
brillar los cobres,
y reponer sobre el gusto ya extraviado
mis once mil recuperados
pacíficos gustos rancios,
alrededor del cuello por seguro
poner el cable negro por corbata,
pintar sin aspaviento entre mi mapa
los meridianos monzones que me asolan
y tus signos jugar entre mis dedos,
negros como las nubes de febrero,
senador calendario
 
JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

martes, 14 de diciembre de 2010

MIELES Y SALES EN VAGÓN DE POBRE ORFEBRE / POESÍA DE JOSÉ IGNACIO RESTREPO

TEJIDO DE LABIOS


Entrevista por los rayos vespertinos
de un sol que está hecho de deseos
en los que inconscientes y extraviados danzan
mensajes de polvo,
te mueves sin moverte en el telar,
toda tú vuelta brazos sudorosos
moteada desnudez sin aspavientos,
fruta madura para sed insatisfecha...

Acaso intentas apresar en el tejido,
nudo con nudo, hilo contra hilo,
una aguda ficción ayer perdida,
que la boca del mancebo amado
con precisión dibujara entre pasiones,
en ese breve sitio
del cual el sol hasta hoy
no sabe nada.



NOTA SIN REMITE


Pequeño bribón
te estás engalanando para antier,
para ser feliz sin socorristas
justo a las cuatro pasadas del albor
de pasado mañana,
te estás enderezando el corbatín
pero ya estás dispuesto a asesinar
una por una
las cuarenta y ocho horas que distancian
a tu mano del perfume de la suya,
bribón, enamorado corazón,
ya no sabes que hacer con tus latidos,
ponle a eso remedio,
a tu edad tienen riesgo esas cabriolas.

Sin embargo,
de buena fuente sé que esto que digo
la voz quejosa, el disgusto, la querella
en el tono acosado que me sale
brota así por la plata de mis sienes.

Y los huesos que se mueren de la envidia,
porque a causa de ella
estás latiendo.



ELEGÍA DEL ESTUPOR


Los mapas de escondidos laberintos
se desharinan, jugando a esclarecerse...
Entre las mórbidas yemas de tu risa
y al calor de tus ojos,
el tejido sin color de la mordaza de los inútiles recuerdos
se deshace,
y como sombra a la zaga, en retaguardia,
los soldados sin bandera del tiempo
con tu música bailan,
sin revelar su mudo estupor
por ver que mis labios sobre tu cuerpo
oran.

Mañana
una región sin nombre florecerá de tulipanes.
Allí iremos, tu y yo,
tomados de las almas en las manos
a ofrecer un nuevo sacrificio sin aquiescentes verdugos
que contra el amor enunciarían salterios,
mientras mutilan sus propios ojos...
Allí iremos, pasados de frondosos, ilesos de marcas,
como velas al viento, curtidos.

Y al volver
algún sitio de renovado aire
tomaremos entonces por asalto,
confundiendo nuestros pechos con globos coloridos
y sin más abriremos nuestras alas,
tu y yo,
ya no seremos transeúntes esquivando la vida,
saltando de un andén a otro
para probar que algún día volamos.

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
Derechos Registrados

domingo, 12 de diciembre de 2010

UN DESTELLO DE AMANECER, TRES AMIGOS VIENDO / UNA JOYA DE YESENIA SANCHEZ PRANDY

Lecho de suaves versos 
(Entre mis trozos; mis cuentos)




Estoy solo. O quién sabe si estoy solo. La soledad a mis años es una cuestión de criterio.

Tengo como compañía la torpeza en los dedos, tres inviernos en los huesos, la redención del cuerpo y cierto estreno, infalible y diario, de un humor que no comprendo.

Lo más extraño que tengo es una cotorra heredada que ignorando mis esfuerzos habla inglés la condenada. Me despierta en las mañanas con un chirrido indolente, cofi, cofi, weicoo daarlin y un ailoviu que no siente.



Mi cotidianidad ahora es blanca arena de playa y las protestas quejumbrosas de las maderas de esta casa que llamo hogar por respeto. Tengo claro, dos perritos, la siesta de tarde en la hamaca, un jardín con tres cerezos y una certeza nublada, muy nublada, no me miento, de que aunque no puedo nombrarles y los sabores no recuerdo, tuve mis años pasados llenos de amores y besos.



No es la imaginación de un viejo. Más que saberlo lo siento.



¿Por qué no puedo recordarlos? ¿Que habrá pasado con ellos? ¿Habré dejado yo acaso a esos amores de antaño con los corazones muertos? ¿Será este el castigo que hoy me tiende el no recuerdo? Dándome a tomar destellos en vasos llenos de huecos.



De haber descalzado los pies de mi conciencia, el olvido en este momento hoy y a solas, tal vez no fuera esta piedra.

Me equivoqué al creer que la memoria era de hadas aldea. La memoria es un cajón lleno de arañas siniestras. Tejen redes en mi mente, juegan a las adivinanzas. Caprichosas y burlonas como bufandas de lana.



Es cierto que no recuerdo que ando calzado de olvido, más este mes que ahora acaba me ha traído, casi limpio, entre la brisa del mar el nombre de una mujer. Lo he sentido hasta en mis huesos. Qué delicia. Estoy contento.



No sé si ha sido la tarde al acostarse en mi techo. O algún aroma tal vez me ha devuelto hoy tus gestos. Qué alegría recordarte, poder pensarte y nombrarte. Qué hermosa es esta certeza de que alguna vez me amaste.



Otros lugares me esperan, otros paisajes eternos. Ya no me importa partir, ya no me ocupa el silencio. Ahora sé que he amado y me han amado también. La muerte de pronto es poema, lecho de suaves versos.



No lo he dicho a la cotorra. Más mañana... no despierto.






Como luna llena 

( Poema. Entre mis faldas )






Yo decido la libertad de las sabanas ajadas, el adiós sin despedida,
los abrazos sin amarras.
Que se distraiga la aurora, que muera de sed la cobardía.
Que al arrullarme en tu pecho, un segundo sea tres vidas.

Yo prefiero tu escalada a mi cintura desnuda, a mi piel de azúcar parda
al ámbar blando regado en mis dos copos de dunas.
Que revuelvas mis sabores de canela y limoncillo,
que el ámbar en cada copo despierte duro; erguido.
Que no haya frío en tu boca, que te tiemblen los nudillos,
que se mueran tus dos manos y te renazcan redondas.

Que hagas arder a mis bordes a mis picos de chiquillos,
como frondas o maderas, como secretos antiguos.

Yo me inclino por tu cuerpo, tu cicatriz, tus estrías,
por el aroma a tabaco, la mancha enorme en tus años
y la huella en tu zapato.

Que  la ausencia sea un demente apartado en solitario.
Que se ocupen los silencios de gemidos y  de hallazgos.
Que al enlazarnos muy lentos  como serpientes en celo,
nos torzamos entre risas ante la palabra miedo.

Yo propongo  concluir el juego a las escondidas;
La distancia es una acera amargada y aburrida.

He visto el paño de nieblas que ata tu alma, tus piernas;
Yo lo deshago despacio, yo bordo un nuevo de versos.
Liberado, desatado; sin dolor ni letanías.

Hay un balcón esperando y no llegas todavía.
Su falda esconde panales.
Ya la miel está escondida.

Yo te ofrezco mis alas, si es que perdiste las tuyas;
Y te bautizo de ángel con un sólo beso mío.

Yo te diluyo los años, si son plomos en tu cuello;
Y te canto nanas y velo tu sueño y te vuelvo un niño de peces y rocas.
Una mar pintada de azules y bocas.

El verano entonces es todos mis huecos. Y borro tus negros; y te pinto blanco
y te pinto rosa y pinto de estrellas tu flor en mi boca.
Y estallan fugases todos tus  andamios y al ir sonriendo naces de mis labios.

Mi lengua echada en tus manos de viento te muestra el exacto,
sendero sediento que anhela tus besos.


Y serás la abeja audaz e inquieta que colma el hambre de mis diez planetas.
Y al beber a sorbos todas mis peceras, de mis albas abiertas harás azucenas.

Y seré perdiz y seré cometa cuando al fin me agrandes, cuando al fin me mezas;
Cuando por tu boca, de hombre, de hiedra,
la luna creciente en mi sur dormida al fin se despierte, pálida y hermosa,
como luna mía, como luna tuya.
Como luna llena.




Yesenia Sánchez Prandy
Todos los derechos registrados

sábado, 11 de diciembre de 2010

LAS VOCES DE URANO Y CASIOPEA / POESÍA DE JOSÉ IGNACIO RESTREPO



SIN TEMOR


Nos ha abatido por siglos 
la duda del castigo de los astros 
a nuestras malas acciones,
y es que aún no nos vemos pequeños
niños aventureros jugando,
moviendo a control remoto
máquinas , bienes , hombres ,
sin poder vencer el miedo
que produce saber, tener la certeza,
de que todo ocurre por azar…

Azar,
el otro nombre de Dios



VELAR


He escrito una corta oración
para rezar en silencio
bajo el cielo del final o del principio…
Tengo la luz dentro de mi pero me falta valor
para iluminar la penumbra de otros,
tengo la inteligencia
otros solo problemas y frío,
tengo recuerdos de viaje,
los otros apenas fuertemente
sus pies amarrados…
Dame Dios humildad y fe,
es decir caminos y prójimos 
y tiempo suficiente para devolver
multiplicados,
los caros bienes que he recibido…



NAMASTE


El milagro de la vida suele ser olvidado
por cuenta de las prisas más dudosas,
las búsquedas más cuestionadas
y las fiestas a las que nadie debería asistir…
Aquí te convoco a mirar
el vuelo inextinguido de las aves
y convertir esta conducta en un buen motivo
para mover en secuencia tus hombros…

Te reto,
tómate el pulso, piensa con ternura,
mide bien tus palabras cuando las hables a otro,
son sencillas condiciones para volver a escuchar
el sensible latir de las estrellas…



HABLANDO DE GUERRAS


Incluso el murmullo de tus pasos ausentes
suele ser mi acompañante en los minutos antes del sueño,
cuando cada trozo de mi cuerpo tiene absoluta conciencia
de su soledad, de la herrumbre que arrastra
como condena en la vigilia y debe continuar
en las desleídas rutas del sueño…
Incluso ese murmullo que sé cierto
porque sus bajos tonos están labrados
en los luctuosos pasillos de mi literaria memoria,
trae como pijama, puesta sobre mi,
la suma de evidencias que establece
la larga zaga de luchas por librar
guerra sin tregua en la que estoy envuelto,
y que he de pelear en la hora primera,
como alma gemela de ti
que ahora duermes
profundamente…


JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
Copyright © 


martes, 7 de diciembre de 2010

EL COSMOS SOMETIDO Y LIBERADO / POESÍA DE SILVIA MARTINEZ CORONEL



¿TE ACUERDAS?
miércoles, 24 de noviembre de 2010



Ay! hermana derriba tus puñales de fuego
en mi sólo hay agua
Ay!hermana me cuesta como mil muertes
estar sin tu varita mágica
Ay!hermana
en este velero que voy contra el viento
me hace tanta falta tu sombra mezclándose con esta sombra mía

te acuerdas?
éramos una sola sombra en el reloj del sol
y crecimos vestidas de hadas
moviendo los brazos para aprender a volar
hasta que la vida nos puso en las manos
lápiz y papel….
papel y lápiz, hermana mía
y descubrimos que éramos dos sílabas de la palabra melancolía
te veo en mi recuerdo hecho de llanto
y sólo se me ocurre, que te amo tanto
qué importan los dragones que me comieron las tripas!
termina ya con eso
ni a mí me importan ya esas lagartijas…
ven, escribamos una oda a la alegría
matemos a la muerte de porfía
juntas siempre fuimos invencibles
empuñábamos la palabra y hacíamos un círculo de miedo
donde nadie entraba

dónde estás ahora?
aunque sé
que a esta hora,
también por mí
tu alma llora.


BUSCANDO AGUA
Domingo, 14 de noviembre de 2010 


Sueño cansado de magia, te deslizas como un pez
buscando AGUA
mejor no te atrevas a volver a ser soñado
la realidad es pura cáscara
embrión que creciste en tu luna, lejos de la ruina y la furia
prepara tus alas
las piedras te lloverán como puñales
aprende el arte de ser nada
en las calles pobladas del antojo
el dragón acecha vestido de bailarina
es cándida su mirada, pero hay serpientes enlazadas en sus tripas
las nubes cambian de forma, es confusa la alegría, a veces duerme con la tristeza
y le salen cuernos y te desilumina

la noche ebria de sol, dobla la esquina
le esperan ratas hambrientas, para saciar su codicia
la noche ebria entrega lo que cree luz
las ratas no perciben y devoran
han devorado oscuridad
y al rato se escurren mientras lloran

un paso atrás, la bondad quiso imponerse pero no pudo
niño abre tus alas
planta tu jardín
lejos del imperio de lo oscuro.




DONDE ME BUSCAS 
jueves, 11 de Noviembre de 2010


No me encontrarás ni en el circo, ni en el zoológico ni en cárcel alguna
búscame en el viento, búscame en la espuma
no me hallarás ni en la guerra, ni en la daga, ni en la bruma
búscame en la selva, búscame en la espuma
no me encontrarás ni en la huella de otro, ni el silencio marchito
búscame en el cielo, búscame en la luna
no me hallarás ni en la piedra, ni en el pozo
búscame en el árbol, búscame en la luna!
no me encontrarás ni en la mueca, ni en la espina
búscame en un barco a la deriva
no me hallarás ni en el grito, ni en la hormiga
búscame en un barco a la deriva!
no has de encontrarme en la sombra, sí en la noche
no en el orden, sí en el derroche
no en el polvo, sí en la herida
no en el vaso, sí en el agua
no en la vena, sí en la sangre!
no en la rosa, sí en el musgo
no en la trampa, sí en la loba
no en la uña, sí en la garra
no en el toldo, sí en la lluvia
no en todas, sí en ninguna
no me hallarás y es seguro
ahí
donde me buscas.




YO QUISIERA
jueves, 28 de octubre de 2010


yo quisiera rumbos sin tijeras
pasto que creciera
más allá de viento tierra agua sol!
espejos en mis venas
laberintos con flechas
pozos con ventanas abiertas
cárceles con trampolines
monedas sin precio
portales a tus ojos
caminos sin tropiezos
cuentos sin ogros
noche sin desvelo
palabras luciérnaga
caricias sin piel
fusiles quebrados
pan para todos
tierra para todos
todos dormidos los lobos
espacio sin tiempo
corazones abiertos
alguien que no esté ciego!
amores eternos

de silvia martínez coronel
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

jueves, 2 de diciembre de 2010

QUE LO DIVINO ES HUMANO, CREE / POESÍA DE JOSÉ IGNACIO RESTREPO

ESCENA DE CALLE
Noir couple
Cuenta de estrellas,
quietas desde los tiempos sin nacer,
y en  tanto los segundos vividos,
hilados con tenues luces,
en la piel de mis manos
que arropan tu recuerdo sin que yo lo sepa,
sin decírmelo,
como en los años pretéritos
cuando escondíamos nuestros sueños del mar,
y hablábamos a hurtadillas a la luna,
que sin duda por eso nos perseguía en la noche,
cuando caminábamos a casa
y no queríamos que nadie nos viera

TRÁNSITO
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Cae el flagelo
impávido , brutal,
la anchísima espalda que alguna vez será
semejante a un mar azotado por tormenta inesperada,
cuyo único afán es consumirse..
Formación del padre,
el vértigo del castigo le dará
una idea de a quien debe obediencia,
eso de estimular cuestionamientos
ha dado origen todos saben
a apátridas por cientos de miles,
que de este cuento fatídico los hilos manejan,
o, a quien engañas, ¿eh?

CUERNOS DE DIOS
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Quien vaya a allí,
traspuesta sin ayuda la verja,
que separa oscuridad de luz,
conceptos falsos que nos gastan la vida,
de seguro se encuentra preparado
para mandarse en envión
el olímpico brebaje de la verdad,
si…
Oh, astado que moras en mi frontis,
invisible a los demás,
no saben que me pesas
porque ése me escogió como morada
y se cuelga en sus matutinos ejercicios
que pretenden engrosar sus invisibles bíceps,
sus incoloros trapecios,
ese ruge desde arriba
y mi dolor de cabeza no es más
que la extensión de su angina terminal,
o de su divina hemorroides,
que empieza a serme tan incómoda
cual si cargara frente a los ojos,
un hediondo podrido
racimo de uvas…

VAPOR DULCE
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Quemado vértigo que asciende sin fe,
desde la piel de si misma
conversa e irredenta,
del calcinado estómago hasta el velo nacarado
donde se empotran brillantes y amarillos,
estos cuchillos restantes
que son pocos, que quedan,
tras este ingobernable castillo
que ha nutrido el viento,
que ha luchado desde siempre
entre ilusorios caminos…
Quemado,
irreconocible sentimiento,
puesto en brillantes
y luego por mi mano vil ceniza,
a que lugar he de enviarte en la memoria,
donde te pueda visitar de pronto,
en las noches de marisma cancerosa,
cuando por equis o ye razón
me acuerde,
de tus ojos de fuego…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
Reservados todos los derechos de autor