miércoles, 2 de agosto de 2017

DE LA BRUJA PALABRA / Poesía de José Ignacio Restrepo


RÉQUIEM


Tendido estoy, yerto,
la salvaje escasez de tactos de alma
ha cernido con ansias lo que llevo
y aunque calmo soy preso de temblores...
donde llevaba flores coloridas
hay caídos emblemas sin objeto,
que atados por trágicas cadenas
no me dejan volver a ser quien era...
mis palabras suavizadas por el uso
ya no quieren salir cuando es el alba,
se acaballan conmigo entre la almohada 
y aunque siguen su savia musitando,
pronto se vuelven ecos disparados
que veo desfilar
sin orden y sin fe
sobre el aire dilecto y mercedario,
las que quedan se miran entre sí
pegadas de partidos monumentos
que no llevan manos ni cabeza
y delinquen jugándose la vida
contra el silencio avaro entre galpones,
vacíos de terapia
y de trabajo...
Decía mi canción que era agua vida
la palabra gobernada por la fe,
pero ella yace muda,
encuadernada,
de hojas que el otoño solo pudre,
y el viento vigoroso que va a pie,
las deja rojas ir,
rojas y tenues,
como mis diez yemas desgastadas,
como los iris que ya no quieren ver,
como los mil recuerdos con mi nombre
y los hallados pálidos
después,
de acápites, bruñidas, bien escritas,
o dichas por la tarde hacia la noche,
palabras de algún modo presentidas
por el silencio rendido,
y por la voz,
que produce sus propios estampidos,
su propia mortandad, su canto,
en reverencia a todo lo que sabe
y lo que igual ignora,
salvas para quemar en una boca,
o para ir remando hacia las dunas
donde están enterrados
hace tiempo,
los rencores testados
y el sentido del bien que no logró
convertirse en humano fundamento
o en dulce mapa vivo
de lo ya antes hallado...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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