domingo, 31 de marzo de 2013

CANTO SIN VERLA / Poesía de José Ignacio Restrepo



RESIGNACIÓN


A que sostienes
con tu piel mi voz secreta,
y en cada verso querida viene impresa,
la tonada fiel de tu hermosura,
el clamar tempestuoso de tu pecho,
que brillaba en sin igual blancura,
y ante el alijo lleno de promesas,
mi voz entona bellos cantos diurnos,
que se enredan en tus manos sutilmente,
y luego en los senderos de tu cuerpo...
Pongo los viajeros vientos por testigos,
de que mi voz de amante y centurión,
ha marchado a hacerte una canción
en tono de tormenta y luego viento
como dueño que soy de tus recuerdos,
 ingenioso, romántico, y etéreo...
A qué si lo que doy es poesía
tarde engalanas a solas mis premuras
 y las perpetuas del aire travesuras
que forman filigranas cuando llegas,
para que yo las vea, solo yo,
se van después, amor,
dejando bruma...

Hoy ardo corazón que me atropellas,
ella no está y tú me la recuerdas,
tarareas las cantas que gustaba,
me las gritas sin pena allende al alma,
respiro sangre y lloro mi dolor
que no es coraje sino rabia de ausencia,
es por el peso, el rústico equipaje,
las heridas de verla en todas partes,
el deseo de ya cerrar los ojos
y mirar hacia adentro, a otra parte,
pero es una oración sin monumento,
una pelea cazada y ya perdida,
pues ella mora dentro de mi vista,
ocupa todo lo que hay recién abierto,
y aquello alegre que no ves
es que no existe,
quedó todo lo triste
y marcha lejos...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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sábado, 30 de marzo de 2013

SELVA ADENTRO / Poesía de José Ignacio Restrepo



ACÁ SOLO


Hoy hice reflexión a manos llenas
sobre ese hecho indigente de llevar
al hogar vacías ambas manos,
cuando esperan los tuyos que regreses,
con aquello que juntos necesitan,
para irla pasando, nada nuevo,
solo aquello que da mantenimiento,
como solemos decir esos correctos
aditamentos que permiten llevar
el suceso del grupo funcionando,
me he quedado parte del día cavilando,
sobre las manos vacías y las llenas,
he mirado la gente como lleva
esas utilitarias y gemelas
extremidades de arriba y no termino
de conceptuar hilando muy, muy fino...
Los más pobres de todos son nerviosos,
y con ellas parecen ofrecer
su fuerza intacta que entregan muy barato,
siempre llevan muy poco hasta su mesa,
poca comida en la boca de los críos,
repone algo que hace tanto tiempo falta,
y que en las casas-castillos
antes sobra...
Ya no me quedan ganas de mirar
mis manos ambas tecleando sobre el laptop,
uñas cuidadas, emanan buen aroma,
hasta las letras se rigen por la forma,
del buen decir y el escribir sin tacha,
así como la piel que ha recibido
ciertos cuidados,
no sé cómo decirlo...
Miró mis manos,
detengo la escritura,
mi mente tiene rasgos de cansancio,
y mi alma cuelga bosque adentro,
donde está oscuro y duele casi siempre,
está de cabestrillo,
nunca miente...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 28 de marzo de 2013

OTROS EDILES / Poesía de José Ignacio Restrepo


EL BALCÓN 


No termina sin pies
la jornada de escaldados sueños,
miradas memorizan cantos,
oídos con callos hacen matemáticas incruentas
con ojos saltones que muestran
que han visto locos huracanes,
y entre tanto mi voz
que nada sabe,
ya no se mortifica,
ni propone,
sueños mordaces, ligeros o distantes
buscan protagonistas imperfectos
en estos vinculantes hombres tristes
que parecían momias de silencio
por no querer narrar
los dolores que llevan 
a montones...

No abarca mi sensible instante
el vasto mapa roto por los hombres,
repta en el suelo el bazar de las historias,
sus contratiempos épicos,
la involuntaria noria que los hombres
sin ayuda somos,
y entonces veo ilusiones trastocadas
buscando aire,
tomando fe de esas aguas pantanosas,
sobreviviendo apenas,
a la sombra incoherente
de los dioses...

Y azara el triunfo
tras la puerta graciosa y vertical,
de una casa con los nombres grabados
muchos muertos que saltan por los lados,
con los ojos vacíos,
y los labios morados,
tu también,
respiras difícilmente las derrotas,
y mantienes el latir exacerbado
para llegar sin repasos a algún lado,
no te llamas,
te nombran y se marchan,
los que arriba con pies y alma escaldados
te veían volar allende al mar
horizontes atados
al azar...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 27 de marzo de 2013

USO LA SAL PARA MERMAR DOLORES / Poesía de José Ignacio Restrepo



¿QUIÉN ME CURA?


Ay, y vienes a serenarme niño, 
fraterno, entre frugal y terco,
para llenar de niveles
esos ácidos y romos,
mis relieves,
yo
inconstitucionalmente
engreído,
viendo taras en todo lo caído
que solamente tendido a descansar,
hizo un corto paréntesis,
y tú vienes,
 le das fresco al calor intransigente
que domina el idioma y el silencio,
reptas con tu cuerpo extrovertido
sin sexo,
ni futuro,
como lo que es perfecto,
un bien perenne...
Dársenas hoy se caen 
sin que nadie ataque, 
es la voz de la estirpe de los tiempos, 
aclamada en silencio por las hadas, 
de ese norte infame y aún difuso, 
que te nombra 
y me nombra 
en sus anales...
Sin límites, ni deudos preconiza, 
una tierra caótica y remisa, 
a tomar a los pájaros por dioses, 
y al amago por cierta curación, 
alabada tu voz, Anacreonte, 
llegado de la Cura con tu luz...
Ahí vienes,
sutil y serenado,
tomando de mi angustia tu decir,
en tu bello bigote, y tus arrugas 
que apenas son unas rayas pequeñas,
sin recuerdos de colegio,
ni un lápiz para hacer tareas,
poeta de remiendos,
me repites,
me dices con cariño nuevamente,
cuida de tus ojos,
son la nave al infierno serenado,
el útil de visita al cielo,
la espada que todo parte en dos,
tu misión
y él que lee, 
y volteándote juguete
bien te marchas,
 y me gritas con tu cola
adiós..

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 26 de marzo de 2013

CUÁNTO.../ Poesía de José Ignacio Restrepo


COMPRAVENTA


Compra un vaivén
en la danza con velos de mis ojos,
cuando te miran, 
y entre magia parpadean,
pues sin moverme me acerco
a donde estás,
cómpralo
con los bonos que te he dado
en cada ansiosa mirada,
en cada ardiente caricia prometida
cuando te envío silencios
reina mía...
Compra, te doy todo fiado,
te lo cambio,
por senderos y rutas a tu vida,
soy banco donde puedes arriesgar,
fortunas, cien herencias, 
un billete,
no importa si es de mil
o de cien mil, 
o un fardo de monedas,
de fiador te sirvo, de albacea,
cómprame corazón
que otra misión no tengo,
en este minuto infame sin tu vida,
solo que tú me tengas
al valor que tu pongas,
vida mía...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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sábado, 23 de marzo de 2013

YO NO SOY ÉSE... / Poesía de José Ignacio Restrepo


PERDEDOR


Longeva la memoria me decía
dónde fue, en qué vega deslucida
te tomé para mí sin tu permiso,
muchacha con sonrisa de papel
que pensaba querer,
brindarme un beso,
y perdió sin saber hasta sus causas,
rojita caperuza con guirnaldas,
que se perdió sin culpa,
yo no sé...
Longeva la memoria no maldice,
me dice que yo fui protagonista
de su miel y estupor,
de cada risa,
y también el causante del dolor
de ser para ella fiel en pensamiento
pero aleve y cruel beneficiario,
de esa raíz malsana, libertad,
que tuve para dar y regalar,
menos a ella, si,
menos a ella...
Interina memoria relatora,
las hojas que me muestras redentoras,
me sacan de los ojos esas gotas
que debían brindar misericordia,
pero no me la dan,
tengo solo dolor y más dolor,
yo fui tu redentor, ella mi sueño, 
la mujer que poseía, mi mucama,
la arranqué de su casa, su jardín,
siendo solo una rosa que nacía,
y le quité sin más pétalo a pétalo,
lo mejor que tenía
que era todo,
repitente memoria, no ves, lloro,
cada que egoísta yo la amé,
la perdía de vista,
la perdía...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 20 de marzo de 2013

ATADURAS / Poesía de José Ignacio Restrepo


VERITAS


Del caballo la piel de la herradura, 
es la que habla del clavo, y el camino 
solo sabe ante dios que es regalado, 
como el verde racimo, como el cardo,
que en nada es reluctante ante el desierto
y su acritud inmensa, desleal, que todo ignora
de los astros insurrectos, de la lluvia,
del resto colorido de su flora...
Yo soy la cicatriz, el cruel despojo
llamo lidia al deporte de las reglas,
encuentro en cada curva manifiesta
esa otra oportuna y sincopada
noticia de la peste y de la nada,
pues sin ver en el fin a su principio
que ciego deletrea lo que calla,
que poeta mordaz rinde alcabalas
a distintos preámbulos sin libro,
si no sabe leer entre el suplicio
la brillante existencia que lo acoge...

Arideces son bosques y espesuras
que se ahogaron sin agua entre las gulas,
cielos que no se mueven ideal,
de todos aquellos vuelos por igual
que sin alas volamos todos juntos,
silencio es al silencio una promesa
decibelios pequeños, tintineantes,
esos collares que ponen la madres
para atraer espíritus oportunos
a sus bellos bebés, castos conjuros,
colocados en orden ante dios
como excelsa liturgia de la vida,
que debe trasmutarse pese a todo,
y aunque acabase el agua,
aunque la ruina ocupara la cabeza,
ese sitio de la mesa preservado
al padre, que la fe guardara
y que todos tenían en su adentro,
de borde a borde 
entre sus anchas almas...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 19 de marzo de 2013

DÍA DE SANTO / Poesía de José Ignacio Restrepo


MENESTER 
DE SOLEDADES


Esta soledad bendita, 
maldita hija del caño al mismo tiempo...
Ahí está en la vega, 
y entre su oscura tez el rojo dogma...
¿Ves? 
aunque es nuestra esclava 
solo viene hasta aquí 
si la gana la llena, 
es la marisma entera, 
la longeva europea, la callada, 
una dama del cielo hecha en la tierra, 
una ramera que solo cobra almas...
Bendigo la tuya,
 su rostro casualmente es similar,
prima hermana de la mía y muerta en vida,
nacidas una vez, gemelas rotas,
cerraduras de la misma poesía,
guerrilleras que luchan 
sin pericia y rencor con ambas manos,
con la piel,  con los ojos ciegos hondos,
sabedoras que tienen ya perdido
lo que de sangre se envare por sentir,
sacratísimas ánforas probadas
y llenas desde siempre 
de palabras...

No probada virtud antes de ahora,
pero envuelta en racimos de esperanza,
tu amada soledad que fue nacida
en preclancias infames y perdidas,
hace hoy de misiva para el verbo,
hermana singular del universo,
que me tiene por súbdito y por hijo,
desde el vientre que fui
en mi madre amada,
fruto soy, árbol soy, terreno soy,
estamento y delgado borde duro,
mientras haga de luz o fuego puro,
me tendrás y seré brillo enjaulado,
detalle de tus ojos, pulimento,
pensamiento que haga de un recuerdo,
uno nuevo de oro y olvidado...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 18 de marzo de 2013

AMAR SIN TREGUA / Poesía de José Ignacio Restrepo


DESMEMORIA


No recuerdo la suma de los días,
y el curso de las noches ya pasadas
se ha puesto como tela hecha de estrellas,
tantas veces intacta en mi ventana,
que ya parece uno, y solo uno
que hermoso entre las horas extendiera,
su entrada ante mis ojos que la miran,
su dulce y fiel presencia entre mis sombras
es centro de escenario sin butacas
que tanto la precisan y la saben,
e igualmente la extrañan si se marcha,
al trámite inquietante
de sus cosas...

El día se me pasa sin yo verla,
pero es igual, la veo en todas partes,
¿será el amor la suma ensimismada,
de estas cosas llamadas por su nombre,
miel que habita en mis pábidos dolores, 
bondades de su rostro que me habita, 
belleza que sin ella es imposible, 
valiente sensación que me responde
cuando todo lo otro se me esconde,
si no estás, si te alejas, si me dejas...
No recuerdo la suma de los días
es que vivo el presente de esta vida,
eres hoy vida mía, eres recuerdo,
cada respiración que doy por ti,
y el amor que viene presa
de tu aliento...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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viernes, 15 de marzo de 2013

DETALLE DE ALCOBA / Poesía de José Ignacio Restrepo




A LAS DIEZ Y ALGO
(a mi padre bello q.e.p.d.)


A esa gesta de paz y de armonía
que nace y muere en forma de caricia,
cuando la mano del padre nuevamente
soba la espalda del niño que se duerme
dibuja un arco iris con simpleza,
pidiéndole en voz baja que se duerma,
haría ahora cualquiera una oración,
de acción de gracias plena
si les viera...

El niño se voltea y le interroga
sobre la escuela, el cansancio y las tareas,
pidiéndole recuerde para él
cómo vivió en la infancia esos momentos
y el padre bondadoso lento mira
y para sus adentros da las gracias
por poder darle vida a ese recuerdo
que hace siglos ya no visitaba...
Con tremenda simpleza le responde
que eran otros tiempos, otros hombres,
aunque parezcan iguales ciertas cosas...

Temprano la mamá lo levantaba
pues la escuela era lejos y tardaba
en llegar más o menos una hora,
las tareas tenía siempre listas,
y la ropa dispuesta y elegida
porque era pulcro incluso en demasía
tenía disciplina, era ordenado,
parecía realmente un niño grande,
y todos apreciaban de su ejemplo
y le creían que era lo importante...

Nunca perdió siquiera una materia,
y le dieron menciones y medallas,
su madre, ahora su abuela era orgullosa,
y siempre a sus amigas les decía
que su hijo importante si sería,
cuando mostraba la rosa que en su mano
para darle las gracias él dejara...
El padre se despeja y mira al niño,
listo para su historia continuar
y lo ve ya vencido por el sueño,
se sonríe pensando que es mejor
que acaso no escuchó toda su historia,
así no tiene otra pena honda
y puede recobrar la fe perdida,
no importa un mal examen que se pierda
ni una materia que no logres pasar,
lo realmente vital, lo supo niño,
es que alguien querido te acompañe
y poder con ese alguien caminar,
sin temor de verse criticado,
por la simple razón
de haber fallado...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 14 de marzo de 2013

DE LOS DIARIOS MILAGROS / Poesía de José Ignacio Restrepo



ATELIER


La témpera se extiende presurosa
prendida del pincel
que noblemente,
sobre ese lienzo de blanca servidumbre,
templado y digno se ofrece
como piel,
ya sabe desdeñar las influencias
y los requiebros impuestos por los dogmas,
e infantil se conserva para darse
a los ojos dispuestos que la ciñan
para darle color y contextura...
La mirada de tonos está llena
y restriega su fe entre la paleta,
que parece otro juego de algún niño
de saber el hacer
necesitado,
más atrás es la madre obnubilada
la que aprueba golosa su trabajo,
y entre tanto el maestro
dignifica,
el esfuerzo inculcado
y la destreza,
que ve ya naciendo de su mano,
la paleta se gasta y el mozuelo
sonriendo la tela va llenando
sin sombra de una queja por el gasto
de su tiempo ayer debido
al juego...
Cae la tarde,
ha nacido un nuevo artista,
al pasar con sus ojos la revista
de lo hecho y lo olvidado por hacer,
el muchacho confirma
con sus dedos
que aquello que adquirió vida 
en la tela,
igualmente tomó vida
en su piel...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 12 de marzo de 2013

TODOS SABEMOS...O SUPIMOS / Poesía de José Ignacio Restrepo


AL  DES-AMOR


Es ésta,
que me saca palabras enlutadas,
una vena rota, abierta, roja,
que regara sin darse cuenta apenas
ese líquido inmenso que en si lleva,
lo que la dota de vida,
que le da tensión, justeza, holgura,
y riqueza en el espacio,
importancia en el instante,
en el canto de esgrimas que aun luchan
presencia y altitud, frescura...

Larguísima
como una vena que se rompe,
de un lado ahora, luego de ida y vuelta,
somos los que vivimos esta historia
de sangres introyectas que latieran,
que forma dieran al vivo corazón
para luego matarlo por ausencias,
veranos recalamos viendo paces,
inviernos sostuvimos y velamos,
primaveras y otoños repasamos
todos ellos iguales o no iguales,
para luego aquí y sin fundamento
dejar rasgado este único sustento,
y ver la sangre viva, nuestra, tuya,
agua salada que alimenta dunas,
que se hace esquiva
a nuestro insólito pedido,
por verla viva afuera,
 sin lo nuestro...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
Copyright ©

sábado, 9 de marzo de 2013

FIN DE TARDE / Poesía de José Ignacio Restrepo



INMORTAL


Lento camina,
se para a mordisquear el pasto
y se detiene luego ensimismado
para mirarme bien,
y permitirme sentido
que lo mire,
me pregunto quién les puso el nombre
y sucumbo sospechando de los chinos,
incluso los egipcios o los celtas,
que nombraron a diestra y a siniestra
todo aquello que vemos y sabemos...

Rematado por gajes de su instinto
no sabe que caballo le llamamos,
y menos que califica ya hace mucho
en la familia genial
de los cuadrúpedos,
mordisquea la hierba, se la traga,
cordialmente me mira con confianza,
y decide que voy a ser su amigo
cuando ve que en la mano
y amistoso,
llevo algo de hojas de retama
que el no come
pero da esperanza...
Yo sucumbo a  su fe
de miles de años,
y los ojos me ven humedecido
alumbrar con mi canto de silencios,
del portal de mi mente para adentro,
sos vos solo caballo y mi persona,
herederos de instintos y de axiomas,
columbrando en la mitad del universo,
esta tarde callada que ya anuncia
entre estrellas que no nos intimidan
el regreso de sus pálidos advientos...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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viernes, 8 de marzo de 2013

PUENTES COLGANTES / Poesía de José Ignacio Restrepo


PROVIDENCIA


Yo vengo de mi fuego
quemado por los flancos, 
tengo hielo en los ojos
y el frío me recorre,
la piel que es termostato solo sirve esta noche
para verla sin mí, dormida y solitaria...
Vengo, voy y trasciendo 
y miro para adentro, 
sin otro encargo serio que algo comprender, 
no puedo renacer aunque a veces quisiera
por poder desatar de esos nuevos arrojos 
una nueva verdad, una gran salvaguardia
que cubra una hermandad
que la nombre de hinojos...

Yo tengo miembros pares 
enfermos de bregar, 
cansado esta mi pecho de sentir tanto aire,
y ver que algún vecino atardece sin él
porque lejanos seres
sin corazón ni piel,
deciden que le falte para luego cobrarle... 
Tengo atrás de mi casa modales enterrados, 
que nunca conocieron mi linaje de esclavos,
ahora son amigos y viven en mi casa, 
escriben mis escritos y usan mi navaja...

Altas vienen volando
serenas impresiones, 
entre luces a oscuras de todas dimensiones, 
pero esta es la misión alumbrar desde adentro, 
vivir por los atajos, ser puro corazón...
Las estelas que dejo mis pies ya las conocen,
las corren de mañana entre brumas y cantos,
siempre negando azares que dejen desencanto, 
me llevo de sostén, de vela, faro, guía,
aunque a veces sea playa
de un mar oscuro  y frío,
escribo entre homilías de ingenuos oleajes
que acaso mojen pies, de marcha delicada...
En su playa, invitado, soy eco, voz o canto
y entre largas jornadas, en la noche del día,
quizá ya descubrimos
que linda con la mía...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
Copyright ©

jueves, 7 de marzo de 2013

LOS PACTOS ROTOS... / Poesía de José Ignacio Restrepo



PREGUNTAS


Qué vamos a decir 
cuando se agoten,
los viejos celestinos pensamientos
que a tu noche traían los bosquejos
de mi fuego en tu piel
ardiendo en medio,
como cena que apenas se calienta
para que no se queme si te tardas,
y pueda ser servida sin la mesa
en mitad de la cama ambos desnudos...
 El deseo nos sirve de cuchara
y la bandeja rebelde se derrama,
volcada sin ofensa entre tus brazos
comida con sumados apetitos,
repartida en las sábanas
puedo ser el menú que siempre sueñas
solo verte y yo me derrito
en tu piel tostada por mis vientos,
 mil recuerdos cual brisa de marzo
venida de su ardiente playa

Qué le repetirás a lo vivido
cuando duermas con él
sin mencionarme,
engañando a la noche con el traje
que de último usaste para darme
esto que ahora cobras en tu juego
parda como los gatos del tejado
que no tienen jamás dónde esconderse,
afiebrado deseo que los mueve
a caminar maullando inútilmente,
en peligro de caer por un alero
o de perder el sueño,
por tener otra vez
el perdido deseo de los bardos
y un amor solitario...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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HAY TAMBIÉN INQUIETOS OLEAJES... / Poesía de José Ignacio Restrepo



MARES Y ANCLAS


Pues,
fugitivos somos todos
de tiempos, espacios mustios,
desamores,
venimos con las anclas oxidadas
de los recuerdos de aguas anteriores,
que en la piel duermen su sueño más antiguo
recalando entre gránulos de polvo,
que en oquedades muertas o vivaces,
entre el ombligo, los huesos, las axilas,
dentro en las uñas rotas,
astillados rencores del olvido,
reciclando sus lamentos en los huesos
reticentes acaso de marcharse,
de salir hasta un sitio soleado
para poder secarse bien,
hacer polvo de tonos invisibles,
olvidarse por fin
en el olvido...

Somos esos aromas inconclusos
pegados de negras anclas amparadas
por la música del mar que no las priva
de ser algo
o alguien del paisaje,
ferrosas insalvables potestades
de marinos buques olvidados,
que encallaron para siempre aquí,
somos nosotros,
varados habitados por las aves
que no preguntan qué es
ese algo de de sombra a sus pequeños cuerpos,
- frágiles y viajeros pensamientos -
que resisten del dueño su abordaje,
al final de este viaje...

Si,
huimos hace tiempo
de sueños novedosos y triunfantes
dormimos en la noche acompasados
con cosas del presente, con relojes,
que apenas dan la hora si ya urgidos
le llamamos con el bies de nuestros nombres,
luego sabemos también
porqué se callan,
entendemos que olvidar es importante
si se trata de mantenernos en batalla,
vital para viajar de un muelle a otro
y respirar acaso en algún nombre
que aún nos vea con brillo,
de alados nos sabemos
propietarios de pedestales caídos,
referencia inusual de algunas aves
que migran
ansiosas, impotentes,
al recordar que este árido y perenne,
jardín que abajo se divisa,
es apenas el portal o la cornisa,
de esa otra potestad del buque viejo,
llegar ante el juicio de las aguas
hundir su carcomido casco
en el relieve impreciso
del abismo...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 6 de marzo de 2013

LABOR DE PAZ... / Poesía de José Ignacio Restrepo


MI DESIDERATA


¿Qué es un día, 
sino un poema enervantemente triste, 
parecido al fulgor de la derrota?
Por irse aunque queramos que se quede,
es ese tibio traslado de energía
que se nace siempre en las palabras
entre el fulgor radiante o el gris plata
traído al cielo como en céntrico escenario
bello, de triunfo, 
poblado de alondras, y de ruiseñores,
 que volando sin ser se le aprecen
a esos diez te quieros del poeta
que canta su tristeza al viento...
Un bellísimo día, es decir todos, 
viene envuelto en crisálidas y tropos
los poemas que son cada segundo
la guía del quehacer triunfante, 
me recuerdan que tengo dos amantes,
y que sabes la ronda de la otra,
ya la palabra me hizo caminante
y he corrido el camino de las manos 
como urgido amanuense y literato
te he sentido en el aire cada día,
como profeta sincero del amor..
cual revivido y tierno saltimbanqui
que solo tiene un nombre
y el destino clemente del señor...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 4 de marzo de 2013

PROMESAS... / Poesía de José Ignacio Restrepo

SISTEMA
 DE ECO,
ECOSISTEMA


Elige,
es feroz y sagaz estratagema,
cada vuelco traído por la prisa
es el eco furtivo del abrazo
que te tiene por preso hecho pedazos
desde el borde del nunca,
que por si no lo sabes,
mi querido,
tuvo su génesis íntegro
ayer mismo...
Búscate entre el rebujo de este circo,
las pieles de animales ya difuntos
y hazte con sus cortes antifaces,
para que cantes del eco de sus voces
en el mismo camino de la jungla
donde ellos perecieron cuando atados,
de patas y manos secuestrados
sin sueldo ni promesa los llevaron,
verás que son incluso similares
las incruentas historias de los hombres
con sus ansias de ser y de lograr,
atados de sus múltiples muñones
para poder obrar medidas frías
herencias de torturas infligidas,
por padre y maestros viejos
que debieran mejor tomar el nombre
de los famosos matones  de los cuentos,
anda viste las pieles que te dije
y llora ese presente hijo mío,
se acaban sin virtud seres divinos,
que pensamos estaban de ornamento,
pensamos que valdrían algún dinero,
llamamos al jolgorio ecosistema
y lo volvimos un circo derivado,
y el mar, es otro asunto de cuidado
que acaso por fatiga no trato hoy,
pero lo haré mañana, 
con todo mi cuidado
y emoción...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright © 


sábado, 2 de marzo de 2013

DE MI HACER Y SER... / Poesía de José Ignacio Restrepo

NOMBRADÍA


Habrá poesía
como árboles que sueltan su corteza,
como aves que muestran su destreza
cuando platican con nosotros desde el aire,
habrá desmedida poesía
dejada aquí en horas improbables
las noches traerán hebras intactas
para dejarlas como diario de mañana,
se extenderán en hojas delicadas
sus borlas con miles de colores,
habrá palabras sueltas e inconclusas,
derivadas,
encintas como esclusas,
que no pudieron ser circuncidadas
y llegaron como almas a la guerra
para dar la batalla y bien morirse,
de ser querellas simples o complejas,
aturdidas de esa paz que luce falsa,
y pelearán fatales, recibiendo
las muertes que las matan reviviendo...
Habrá poesía siempre, aunque no haya,
estará entre los valles y montañas
restañando colores habituales
con tonos imposibles por lo bellos,
saldrán de todas partes,
os lo juro,
apodadas de dios,
puestas en ojos
que ayer
tan solo ayer,
 poco veían,
y hoy ven,
gracias a ellas,
lo ven todo...

JOSE IGNACIO RESTREPO
* Copyright

viernes, 1 de marzo de 2013

DEL SENTIDO COMÚN AFIRMAN, QUE ES DE TODOS EL MÁS ESCASO / Poesía de José Ignacio Restrepo

QUIMERITA


Las joyas que los otros llevan
con esa ostentación que casi clama,
por no existir,
por dar aire a la flama,
podrían revivir a un niño,
que entra casi muerto al dispensario,
o llevar de regreso hasta la escuela
al desertor que está justo ahorita,
siguiendo en el metro a una mujer
que recibió su sueldo de quincena,
le mira con cuidado la cartera 
que va abierta abierta 
faltando a la prudencia,
algo adentro le pide que le advierta,
pero no,
cómo diablos pides éso,
no me estorbes 
que va a ser para comida,
alma dame valor y puntería,
para correr con algo de esa plata
y que no me echen mano en dos minutos,
esos perros de la ley,
la policía...

Las joyas de los otros como duelen
cargarlas es un peso si las miras,
hay tanta inequidad,
tanto sofisma,
que debieran francamente prohibirlas,
se podrían vestir en los desfiles,
de vecinos y familia interesada,
solo con invitados y requisa
cuando acabe por la tarde
la jornada...

Las joyas deberían al final 
conformar entre todas algo grande,
ese fondo creado por acuerdo,
con la fuerza vencedora y adherente,
para curar los males de la gente,
diríjase al portal allí adelante
entregue esas perlas tan perfectas
a Raúl, el fue un maleante,
ahora simplemente las recoge,
les coloca un membrete y luego guarda,
los diamantes en una misma caja,
las perlas igualmente y los relojes,
que darán la hora señalada,
en que fueron las joyas a una fiesta
y se quedaron detenidas 
en la entrada...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
*Copyright

JUSTO HOY... / Poesía de José Ignacio Restrepo




ODA AL VIERNES


A horas de sentirme capilar,
de ser el canto enhebrado entre su boca,
papila gustativa de sus ojos,
que de tanto mirar las golondrinas
avisa entre mi ser de sus veranos,
y aleja de mis años
los inviernos...
A horas estoy de dar, y luego darme,
cuando caiga la noche entre el donaire
será para ella la senda de mi paso,
habrá dos tangos bailados dando vueltas
de pierna entreverada, de obelisco,
marcando las urgencias de la luz
que brota sin mesura
de mi mismo...
A las horas del viernes vespertino
que se abren ante el destino de la noche,
les brindo mi energía,
mi derroche,
conmoviendo a las magas y gitanas
que habitan en sus ojos pitonisos,
hagamos la misión de presentir
y más tarde sintamos con furor,
lo mejor que podamos y debamos,
y llegar al alba prometida,
con los ojos diciéndonos,
ya sabes, sin dudar fue tu deseo
el mío que invito todo primero,
que todo lo quisimos,
que todo fue querido 
y verdadero...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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