lunes, 24 de diciembre de 2012

MIRANDO AFUERA / Poesía de José Ignacio Restrepo

ENFRIANDO EL VINO


Ver a los gritos pasar por las aceras
en las bocas cerradas e indigestas
de los mil que mirando son solo uno,
el centro en mi ciudad que yo no miro
porque estoy en mi casa a buen cobijo,
porque tengo una esposa que me ama,
y un cobertor mullido y una cama,
la solísima visión de esos ausentes
los pobres que perviven en mi mente
de lágrimas bien gruesas y dicientes
llena mis ojos y el jardín de mi alma...
Estas fiestas entonan ciertas cosas,
le devuelven al alma sus axiomas,
la importancia de sernos compañeros
aunque ni siquiera nos miremos,
tengo la gratuidad de las palabras
y la boca más seca pues el vino
se me agotó en la copa y la botella,
está enfriando su gas en la nevera,
vos y yo, que estamos bien unidos
por las letras sencillas del poema
resumiremos hoy en  dos palabras
todo lo que no puede resumirse,
con la ilusión extrema e infantil
de la pobreza poder disminuir
la del espíritu humano algo perdido
en la tarea de ser aun más feliz...

 JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 17 de diciembre de 2012

ESTO NO DEBIERA SER UN POEMA / Poesía de José Ignacio Restrepo


A LOS ANGELITOS
CAÍDOS EN NEWTOWN


Que esto no debiera ser poema,
ni siquiera palabras pintadas
 sobre muros,
no quisiera escribir acerca de esto,
ni acaso hoy pensarlo,
pero sufro,
solo soy escribiente de mi alma,
si ella ladra yo escribo como perro,
si vuela soy un mago en plenilunio,
si viene y va, llegando al mismo punto
soy un aro de amor dentro grabado
con letras de promesa,
enamorado...

Hoy se por qué dolía dentro mío
cuando mi padre me leía el bello cuento
que narraba el robo de los niños
por mano de ese técnico letrado
que prometió a un pueblo acongojado,
librarlo de esa plaga destructiva,
las ratas acababan a Hamelín,
y cuando no pagaron la tarea,
el mago simplemente se llevó
los niños herederos
de esa tierra...

Ésto no tenía ni siquiera
que convertirse en recuerdo de ese lance,
si duerme entre estas líneas el alarde
de poesía simple y venturosa
perdonad el hacer así es mi prosa,
los niños no debieran perecer
en el hacer de adultos que perdieron
la razón y su lógico equilibrio,
los niños no son ángeles por dios,
son la mejor semilla que tenemos,
sin ellos nuestra voz perecerá,
las herencias vacías quedarán
y abundarán por su pérdida los duelos,
los niños no deben poblar el cielo
antes de que esta tierra los envíe,
me duele hoy escribir este poema,
pero más me duele despedir
esos bellos pequeños que se fueron,
como aquellos de Hamelín, 
¿recuerdan?
para nunca más volver,
de nuestra tierra...

 JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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viernes, 14 de diciembre de 2012

LAS SEÑALES DEL DÍA / Poesía de José Ignacio Restrepo



DIVORCIO


Hay caídas que solas sobrevienen, 
sin que sea el tiempo su gestor, 
vamos caminando y nos perdemos, 
y después nos sentimos tan distintos
algo adentro está roto sin remedio
y nos duele al pecho y tras los ojos..
Las marcas que ellas dejan solo son, 
sordas líneas de silentes conjeturas, 
como golpes con dudosas herraduras, 
no se pierde la suerte ni la olvidan
los hechos de la vida contingentes,
los recuerdos grandes se bifurcan 
y al alma entre ilusiones desleída, 
deja de ser de dos ya la partida
y la aldaba que estaba medio puesta, 
se cae sin remedio en nuestra jaula,
solo fue un segundo que cambió
luego llegó el otro y fue el adiós....

Estábamos de fiesta y recordamos, 
cómo nos ocurrió después de todo
vivía entre dos seres la ilusión
ahora simplemente son dos solos...
Senderos de la piel tan caprichosos, 
velarían en el cuerpo sin nosotros, 
esperando afables los poemas, 
que a ellos otra vez vida les dieran...
Una canción de invierno por saludo
escrita en un papel con veinte flores, 
con el nombre en colores por dibujo,
y en ese pequeño lujo repetido,
un gozo bellamente compartido...
Se quedó este año en ese parque,
esperando perdido allí a su padre
que de regalo a su pareja lo llevaba,
y terminó en la banca cual juguete,
de niño que creció y no necesita,
ilusiones baratas por grilletes...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 13 de diciembre de 2012

ES EL LUGAR... / Poesía de José Ignacio Restrepo


ESCENA


Ya somos tu y yo como perennes closets 
de tapas atascadas y profundos rayones
con cosas refinadas dentro y alegatos
vestidos de pasado y de placer,
por fuera de este altar por vos llamado,
nuestro inmenso y genial concubinato,
hay cosas que nos sobran desde siempre
y recuerdos de mistela y garabatos
que no podrían ni dar mediano ejemplo
de lo que es coincidir en una alcoba,
hay polvo en las esquinas que la escoba
desde ese día primero anda buscando,
hay pensamientos perdidos y encontrados
tomados de las manos esperando,
a que llegues mi amor pues voy soñando
que hoy ya es mañana sin querer,
y esta noche de día he de perder
por que los sueños salen atascados,
preñados de tu vida y mi vejez,
el delicado arnés que prematuro
el espejo recuerda si hablo duro
y templando la frente me despido
de mi sonrisa y mi jovial acento,
hay cosas cuyo nombre no recuerdo
a pesar del esfuerzo y eso es malo,
es casi como un puño endurecido
lanzado secamente con mi mano...

Somos armarios cerrados desde dentro,
resabiados atajos de final correcto,
y merecemos perdones y repulsas
por los mismos conceptos transgresores,
pertrechos cargo siempre y sin razones
los disparo al sur, al norte, al frente,
primero con los ojos te suplico
que no te hagas allí, te necesito,
en el mismo momento que mi voz
te está sinceramente hablando amante,
tengo guerras de miedo y el instante,
puede dejarlas ya y a domicilio,
es el contrasentido conocido
como amor crepuscular y dependiente,
fenómeno extendido en occidente
que va llegando ya sin esforzarse
al oriente lejano y misterioso,
cuya gente es harto parecida
y ansía tantas cosas y también
estirarse un poco más los ojos...
No digas te lo dije por favor,
mi paciencia es la misma que la tuya
y hay desganas bastantes acumuladas
di mejor no  saltes por ahí,
por qué no usar la puerta como todos
en ves de tirarte sin cuidado
por la ventana que miran los vecinos...
...
O mejor,
di mi amor que quiero oír,
no te vayas querido, está la cena,
y debes corregir lo que de ayer
aun medio empezado se quedó
ponle nombre, juegas con las palabras,
o déjalo en silencio y entendido,
que tu y yo vamos ya comprometidos
y el closet  nada tiene de importante,
la cama, corazón, es el lugar,
para llegar a tiempo a negociar
como lo hicimos por juego
tantas tardes...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 12 de diciembre de 2012

SOLEMOS OLVIDARLA Y VIVE / Poesía de José Ignacio Restrepo


Y FLUYE


Renombre tiene el caudal
cuando ya es ancho,
y abaten sus riberas pardas aguas
impidiendo a los pies quedarse secos,
albergando los sueños que de aquellos
forasteros por una u otra playa,
observaron sus olas bien marcharse,
con los ojos de afuera pero atados
por miradas eternas desde el alma...
Si buscamos sus huellas en los mapas
acaso solo veamos direcciones,
en el dibujo vemos hacia a donde,
las aguas abatidas se dirigen,
podremos vislumbrar cual alimento
reciben en el paso hacia la mar,
nevados onerosos testan hielos,
en sus hilos inmensos de consuelo,
y aumenta el poder de su sombrío
elemental poder vertiginoso,
que solo ve en el norte su reposo...
Todo río fue un día manantial,
tuvo niños jugando en sus dos veras,
en la noche vio besarse enamoradas
las personas que allí juraron siempre,
quererse como quiere el sol al agua,
tanto así que su afán hace vapor
a la más fuerte corriente que repase,
la tierra que a su paso verde se hace
y agradece como los hombres,
su existencia,
agua, río, mar océano, sapiencia,
sudor en nuestra frente,
sal, saliva,
agua que llevas siempre
sed de vida...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 11 de diciembre de 2012

HEREDAD DEL PENSAR AMANDO / Poesía de José Ignacio Restrepo


ADVIENTOS


Tendidos, 
los inanes pensamientos se deslizan 
destapando glorias viejas, 
que duermen en botellas mal cerradas, 
sobre ese alfeizar gris y mugriento 
que tapa la ventana y mira al baño...
Tantas veces, escalando alientos 
y hoy se tira tu favor al viento, 
los recuerdos difusos esperando
vientre de amor henchido dulce y pleno,
o esos senos al aire desnudando
el mundo de su sexo pardo,
entre las piernas largas y perfectas
con ese color de albaricoque,
en el verano pleno y desabrido,
que vivimos sin darnos casi cuenta
con el brillo estelar en largas noches
acariciando de los dos la piel,
la piel tuya y mía,
que unidas parecían
solo una...

Todas las voces de amor ayer dijeron
que los senderos hechos por mis manos,
dejarían las huellas carmesí
de tus llantos ardidos por que huí,
y el pleamar de mi alma
aquí esperando,
que señas haga tu viento renovado,
el pleamar que mueve viejas naves,
también al casco antiguo que me cubre
podría hacia tus playas acercar,
mi intento renovado por lograr
otra caricia tuya,
otra virtud
de tu alma constelada hacia mi fe,
que solo tiene tiempo entre tu espacio,
aunque ahora no sea, 
más que un mapa perfecto
que dejé...
Belleza tibia en esta hora sin nombre, 
la entre dormida zaga de recuerdos
tomando de las manos tibias,
 a sus pequeñas hermanas aun sumisas,
ilusiones con la marca exacta
que predice que todo pasará,
incluso, dulce amor,
si nada pasa...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 10 de diciembre de 2012

DE OTRAS URGENCIAS NUESTRAS / Poesía de José Ignacio Restrepo



RAZONES PARA ORAR


Numeraciones,
todo altar derruido las posee
grabadas en el mármol que antecede
a esa figura antigua ya borrada,
que suplanta no muy bien a las palabras
deidad, suspendida y singular,
que puede incluso hablar si lo pedimos...
Esa vindicación del logaritmo
que puede desligarse cuantas veces
le sean necesarias para dar
con su número súbdito inconcluso,
acaso se devuelvan en murmullos
que creas misteriosos o divinos,
altares hay en cuadros bizantinos,
que promulgan falacias delatoras,
para hacer de fuego hogueras vacuas
que caminen a bordo de los siglos,
y no tienen los hombres impiedad
que suficiente alcance al escrutinio,
para hallar la verdad en tales sitios,
ni en ninguno buscado o encontrado...

Las penas por no saber interrogar
suelen costar la vida a cualquier hombre,
los siglos son testigos que le tarda
la vocación completa de latir
para expresarle a dios en cien palabras,
ya no quiero sufrir, y esta pregunta
sobre tu hacer y sobre tu tarea,
me está quedando grande o lo que sea,
de mi aleja ya todo empedrado
que se haya hecho de piedras como estás,
o miraré a otro lado y ya no verte,
ejercicio eterno vil dilema,
pues si no pudo bien inteligir
la pregunta simple hasta somera,
la respuesta muda tardará
quizá sin él querer 
la vida entera...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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domingo, 9 de diciembre de 2012

ESE TANGO... / Poesía de José Ignacio Restrepo




LITURGIA AVARA


Desdoblo las sagradas partituras
que entre nosotros ayer hacían música,
las pongo a secar antes que pudran
esas inmensas notas invisibles,
pues dicen que el amor hace posible
devolver vida al muerto si hay deseo,
convertir agua en vino y dar aliento,
al que angustiado y vil no halla salida
para dar a su existencia
algún sentido...

Coloco en su orden los instantes
que surtieron la vida tanto tiempo,
para catalogarlos ciertamente
o hacer de su presencia último intento,
y despedirlos luego
como se hace con algún tunante
pájaro que se entró por la ventana,
y predice algún hecho funesto
tirando todo en su batir de alas...

Y tras verter mi vista adolorida
en uno a uno todos mis recuerdos,
les prendo una velita por liturgia,
les canto almibarada
su canción,
bien sea de bienvenida 
o por cumpleaños,
o de franca y atendida despedida,
liturgias hay que avaras le preguntan
al aire si la paz libre y profunda
se podrá producir
hoy nuevamente,
si desdoblo ese retal de partituras
para del ayer resentir muy al contrario,
o bien si opuestamente hay que doblar
ese avaro momento que al brillar,
hizo pensar al autor sobre otro día,
que llegará con su luz a completar
lo que vivió carente de alegría...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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sábado, 8 de diciembre de 2012

RECOGIENDO LA HUELLA SOÑADA DE TU PIE... / Poesía de José Ignacio Restrepo


ATELIER


Que disculpe tu esculpido rostro,
el solícito afán vivo en mis dedos,
tiene diván mi sueño escamoteado
pero no lo hallo aquí ni en otro lado,
milagro debe ser que esté tan lejos
de recuerdos tenidos como amados,
y poder explorar otros sustentos,
nostalgias que me queman como fuego
y a las yemas de mis dedos urgen
a devolverle su ilusión dormida
a los rasgos tan graves de tu cara,
que en la arcilla aun están debajo,
dolidos, infaustados,
esperando...

Que me disculpen tus sagradas manos
por estar yo ausente tanto tiempo,
las caricias que me dieron aun subsisten
en senderos del pellejo, en mil recuerdos,
ato dos de ellos y me voy a caminar,
para poder delicados observar
los nombres de tu cuerpo limpio
dando apodo a zaguanes y comercios
donde no fuimos nunca, tu ya sabes,
los sueños del amor son cohibidos,
se mueren sin haber sido vividos,
nombrados con el otro,
el ser amando,
apenas los dibujo en un papel
ya quieren por tu nombre renacer
y venirse a vivir a este recinto,
para adornar las tallas, los secretos,
los ejercicios tardíos,
el aire...

Disculpa,
no te dije acaso que
las eternas señales del amor
arden por las veinticinco esquinas
donde veas fulgor anaranjado,
el vigor de mis ojos acendrados
que aprendieron a brillar tan tarde,
el azaroso sudor que acá las baña
les recuerda a mis manos que las amas,
y los demás vaivenes que trasuntan
lo bueno y bello con lo malo y perecoso,
tienen de voz la insólita viudez
que no pensé jamás me llegaría,
pero que hacer, es del taller el día,
jamás la creación fue tan perfecta
ahora que vienes vestida de nostalgias,
ahora que el afán no tiene qué,
ahora que por fin te quedas,
amada voz del alma
en mis poemas...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 6 de diciembre de 2012

UN VIEJO POEMA... / Poesía de José Ignacio Restrepo



Este poema tiene ya 
doce años de haber sido escrito,
hervía de soledad mi espíritu...
Es un poema mayor de edad
y puedo darlo a conocer
tranquilo de lo que pueda suceder
en los ojos de ustedes,
de muchos que por símiles motivos
puedan estar en silencio,
adoloridos...


AY MADAME


Los nuevos dolores hacen fila,
porque estos días mi corazón tiene su obra...
Como contratistas me persiguen,
en mi mente se  inventan pensamientos
encabezados solo por tu nombre,
en la mañana,
al medio día
o en al noche,
me recuerdan de mi hablar tranquilo
cuando atiendes mis requerimientos
por el teléfono negro
caro amigo,
como me trago las quejas siempre vivas
porque no tiene caso amargarte
y amargarme,
si es tan corta y cara la llamada...

Conozco los overoles de mis penas,
los viejos vestidos de mis cien dolores,
de fina tela, magra, resistente,
conozco sus voces
al llamarme,
el tono de la luz de este despacho
donde ellos trabajan sin parar,
yo entro y cierro la persiana
para que sepan
 que no voy a atender,
deben ver que está cerrado
y decidir en un minuto irse,
pero yo se que están ahí esperando
para contarme las malas nuevas
ya saben que al oír voy a sufrir,
de una manera o de otra
llegarán,
a pesar de que preciso por no estar,
tu magnífica presencia hospitalaria,
debiera yo usar tal libertad
pues me ofrece
total independencia...

Esta recuperada soledad
como premio de Lotto indeseado,
la promesa de hacer miles de cosas,
que no se como hacer y si deseo,
mientras sigue aplazándose mi vida,
este ahorro de verte, de tenerte,
debiera ya ser rico pero no,
solo veo overoles esperando
para vestir quizá nuevos dolores,
rasguños nuevos en mitad del alma,
angustias
cuyos nombres desconozco,
sentadas en mi sala,
esperando conmigo
a que regreses...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 5 de diciembre de 2012

RAZÓN DE SER... / Poesía de José Ignacio Restrepo


QUIÉN ES ELLA...


Mario Benedetti  (1920-2009)

Así... 
como sonámbula entregada, 
despierta entre anaqueles y fruncida, 
con las mieles y las dichas agotadas 
por llevarlas con tu sino de suicida...
Así, 
medio dada a traslapar 
lo que fue pero ya no pudo hallar, 
la musa se despierta en la tarima, 
los poemas del día haciendo fila, 
y el poeta a medio despertar...
Lo mira, lo ama, se lastima...
el verbo que pensaba ya no está...
Coacciones trenzadas, disipadas,
a lo largo del día
vienen, van,
como pistilo que a la flor guardara
el agua que él ya pronto ha de tomar,
carga cansada la sotana acaudalada
de sus palabras breves y sonoras,
pues él lleva como sacra cornucopia,
su ser lleno de vida
y de sapiencia,
esperando que dé agua si hay sed
o leche, si su boca se hace agua,
ella allí, 
cual si fuera una comparsa
largamente esperada por las noches,
le conoce cada gusto a contrapié,
cada misión la asume con templanza,
sin la queja que suele acontecer
cuando él quiere que hable su mujer
y ella está
atareada en la mudanza
de las cosas que apenas si están puestas
pues el poeta
apenas si está en pié...
Así,
enamorada hasta el silencio
pero dando de si todo lo que hay,
esta musa que escucha a su Gardel
buscando lo qué diría Benedetti,
se acoge a la mortaja del buen Borges
para soñar sus sueños gentilhombres,
no tiene ya mas quisiera poseer
el diario de Miguel Hernández 
o su voz muriendo
bajo el demente brillo de las balas,
para viajar imponente con su amo
hasta el infierno mismo
si fuera poéticamente
necesario...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 4 de diciembre de 2012

EL PASEO LARGO / Poesía de José Ignacio Restrepo



AVENTURA


Perdido estoy
entre el mejor de los aromas
atado, con los ojos escarbando,
yendo y viniendo en este mar de ilesas
febriles intenciones mano a mano,
como en pelea de un club de tres estrellas,
jodiendo por los pelos a un primate,
debo decir que sobrevivo apenas,
y solo por mirar
sufro esta pena


Qué miro,
me dirás simple pregunta,
y la respuesta tarda pero llega,
no es nada que un gandul ya no conozca
cuando salió de la primera infancia,
dos tetas, un sin número de ansias
que galopan por curvas sin remate,
es solo una mujer que danza a solas
mientras inmensos ojos la reparan
en el inmenso cubo declarado
haciendo cien maromas en un tubo
que divide su gentil escaparate,
con su cuerpo atlético domado
que entre cabriolas
late...

Estocolmo,
dos horas tres minutos,
la calle está llena de turistas,
yo soy uno de ellos,
con aristas, con cien quejas del viaje
y ahora esta pelea demostrando
que soy un buen latino carajeando
pero no puedo ser un buen civil
cuando otro que se siente serafín
pone su mano encima como dardo,
descuida digo al alto policía
en un inglés timbrado por mi alcohol
soy un cuate distinto pero honrado
se me perdió el control...
y luego me responde simplemente,
yo sé donde encontrarlo mi señor,
al fin la celda abre
y con mi cuerpo
doy en el 
jergón...

En buen gentil romance
los sueños que vinieron en la tarde
y me dejaron rojo por lo indignos,
al fin hacen su agosto en trece letras
imágenes trapeadas e indispuestas,
tras dos días de cárcel y un portón,
me acerco al vital escaparate
y ya no veo a nadie allí danzando,
¿es esto un almacén? y alguien responde,
acaso ya ha venido por las noches,
de día es la vitrina de un store
de noche es el jardín
de madame Flor...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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...PREGÓN DEL DÍA / Poesía de José Ignacio Restrepo



EL RÍO ESTABA ALLÍ...
COMO ESPERANDO


Pasaba el agua
en su azare matutino,
ancha hacia arriba color de los metales,
bordeaba huellas viejas y canales
que nombre han recibido,
bien lo sé,
pues parejas vinieron otra vez
a tocarse el alma sin cuidado
y el resto de la piel
yo no lo sé...
El agua lava todos los pesares,
se encarama firme en las angustias
les declara su sánscrito de olvidos
para purgar las penas, los dolores
de aquellos que con ojos bendecidos
se le hacen al lado,
por la noche
para contar a sus recién nacidos
el origen de lo bueno
y lo no tanto,
el quehacer de lo que no bien
vino al mundo..

Ay, que tus ojos suelten sus quebrantos
yo les doy bendición sin conocerlos,
hinchados como están de reflejarse
tienen ahorrado desde ya
mi ancho perdón,
no dudes del amor, mi corazón,
duda más bien de ir a socorrerlo,
-ampárate en un lento padrenuestro-
y deja ya en el río
los recuerdos,
que no puedas cargar
o no te sirvan,
ocurre como aseando tu lugar,
limpiando el closet de las prendas viejas,
puedes ver que hermoso sitio tienes,
tu corazón late como un crío
si le salvas amor,
de un recuerdo añejo
y malherido...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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domingo, 2 de diciembre de 2012

TESTIMONIO DE VIDA / Poesía de José Ignacio Restrepo



ETERNAMENTE, AMIGAS


Jovial por verme en esta encrucijada
por observar mis letras repetidas
en crucigramas inmensos
bien armados,
ordenadas secuencias de palabras
que parecen mirarme
como si fuera a la vez
su padre y madre,
y luego los espejos de la gloria
por saber que me entienden
si las digo,
que podrían cantarse,
darse a muchos,
la risa me invadía entre el silencio,
no podía dejar de estar feliz,
por poder existirlas
y existir...

Las palabras fueron siempre mis amigas,
las dije, las maldije, las callaba,
donde había más de dos
yo corregía,
el silencio que su vecindad me declaraba,
atadas casi eran como hembras
que sinceras ante mi
se persignaban,
si yo entraba vestían de muñecas
pues era mi presencia una carnada,
no tenerme ese silencio pleno,
un manjar exquisito pero ajeno,
les hacía la cama,
las peinaba,
les daba la comida
las aseaba,
y si alguna sin culpa envejecía,
armaba con las otras su mortaja...

Conmigo antes de ser la poesía
fueron eternamente las palabras...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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