miércoles, 30 de marzo de 2016

PUNIBLE PUENTE ROTO QUE CARGA A LAS ALMAS / Poesía de José Ignacio Restrepo


PUENTE COMA


Cómo dejar de volver a esta ventana
desde la que veo desguazarse el mundo,
olvidar para siempre, romper esta postal,
y hallar la verdadera claraboya
para otear desde allí al alma afable,
al alma de razón restituida,
esa bella y colgante
como puente tejido,
y no esta de males revejida
que puedo ver allí,
en aquella ventana, en esta,
en otra en donde estás aterido,
de dolores manco, bizco, cojo,
puesto de espaldas a todo,
yo como vos y otro millares,
tendidos de dolor de alma
en este puente colgante...

Cómo mirar a otro lado, lejos,
entrecerrar los ojos un instante
sabiendo que al abrirlos serán
de nuevo limpios,
visionarios pioneros,
oteadores de mágicas liturgias
y bellos ornamentos,
que surgen a raíz de los dolores
sentidos por todos,
latidos por todos,
y expuestos de un mil modos y maneras
desde el lleno del mundo hasta el borde
sinuoso hecho frontera...
cómo hacerlo,
tú sabes, dilo...
inventa en un pinar silencios,
mira cielos de tarde y ama todo,
lo que en tus ojos alcance a renacer,
libra eso del moho desatento
que traen los volúmenes de infamia
de todos los periodistas de lo muerto
y vuelve luego acá,
a este verso intacto de tu voz
retenido en la mía,
para sembrar las aguas sin lo turbio
y beberlo sin más
de la yema feroz a la retina...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 23 de marzo de 2016

TODO LO QUE DECÍAS LO CREÍ.../ Poesía de José Ignacio Restrepo



TAREA PARA DOS



Haga caso
decían antes las mamás,
con ese tono entre lento y presuroso,
que podía ser un lago o un volcán,
y tú reflexionabas un momento,
midiendo entre el costal de excusas
cómo hacer magia
con la desobediencia
sin caer en su lazo de diez nudos,
en su correa de sacar ampolla,
en su juicio sagaz
de Helena de Troya,
que es a pesar de llantos contenidos,
y de gozos muy bien explicados,
en contra de la hora ya dispuesta
o
más allá del límite pedido
y por obligación bien otorgado,
un juicio sin doblez,
porque después de su palabra
es el misterio
que no te pertenece,
ahora no...

Su palabra es la razón de ser
y si está llena de algún mejor silencio
acompañado de la vista gorda,
es mejor hacer caso como dijo
y no desmemoriar lo ya aprendido,
mamá es mejor amiga que maestra
y mejor que siniestra por coraje,
con la diestra en un cuero/aprendizaje,
hacer de cada día una misión
y de respeto dotar la relación
poniendo a sus verbos y adjetivos
una sacra atención como es debido...
que no era nuestra labor en esta tierra
probar que dentro suyo hay malos humos,
coraje, ira mala e impaciencia...
tantas malas palabras como buenas
empeñadas en darnos una forma,
y concretar con premio
su tarea...

Madre querida, 
ya pintada en blanco y plata,
tanto amo todavía tu cabeza,
madre que lo que soy
lo hiciste vos,
a diario repitiendo la tarea
de convencerme que éramos los dos,
los encargados de con fe y con pulso
hacer de un buen enano
un justo hombre,
que tuviera bien puesta la cabeza
y no fuera con ella por delante,
haciendo sin pensar daño y dolor,
dejando malestar entre la gente...
y una nota perdida
en el cielo que te espera
todavía...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 16 de marzo de 2016

SUENAN TECLAS DE PIANO NO MUY LEJOS / Poesía de José Ignacio Restrepo


COMO BRINDIS DE PIELES



Un aroma que viene del balcón
me trae un año entero de fragancias,
se me pega en la piel y el derredor
combinando recuerdos endulzados
con salinos y luego delicados
pasos por sus serenos territorios...
sin ni una frontera puesta allí
que evitara mi paso a trote firme
o ese cauto y recio al detenerme
hecho solo de manos y de ojos
que se quieren llenar y nunca irse...

Ah, recuerdo, si nombre te pusiera,
si ahora mismo de tu piel yo me llenara
como entonces lo hice sin mesura
y entre tantos favores levitara
convirtiendo en placeres trasatlánticos
mi forastera andanza que apagó
el pedido cimbreado de tu alma
que por entonces era solo cuerpo,
tendría que saber bautizar
el clamante saludo de mi voz
cada que tu regresas
hecha solo de aromas y de versos...

Al final fuiste dueña de mi tacto
tantas noches y días destejidos,
unas veces venías a quedarte
y yo saldaba cuentas con quien fuese
que en mi casa estuviese
para dejar bien claro que eras tú
la plenipotenciaria del recinto,
donde clavos y olivo me llenaban
de tu dulce la retórica y el alma...
claro es que silencios como aquel
hechos de arpegios plenos y de pianos
que vuelan en las manos
son pocos en la vida...
y eternos en el labio del recuerdo
pues viven en la piel alucinando
escudados por amor
del cruel olvido...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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domingo, 6 de marzo de 2016

ANTE LA AMADA PALABRA.../ Poesía de José Ignacio Restrepo


MAPA


De qué completo armario 
que contiene voces
tomo ésa que llena boca, ojos, pelo,
que al cuerpo miserable de fatigas
da fuerzas para cada nuevo baile,
de qué período inmenso de la historia
que pregona en los libros perfecciones
tomo los fundamentos para entrar
en los minutos que llegan todos rojos,
los minutos cortos y dicientes,
los minutos que son como cuchillos
y me pueden cortar...

Tomo la prenda
que llega hasta mi mano,
y la lleno de calor antes de hacer
que cubra ese pedazo de rencor
con la tela, el deseo y el color,
pero cada día es pasajero
y el dolor miserable mora eterno
en todos los resquicios fermentados,
en todos los colores que nos miran
como hermanos pequeños y callados...

Y de esa gris camándula que anuda
las zonas inmediatas de tu cuello
que juntas con tu cuerpo y va
a la guerra del bien y lo que queda,
lo que queda de bifurcar el mal
y luego no entender qué hay más allá,
solo un poco de brisa sobre el rostro
y unas migas de pan, y una sonrisa...
unas balas que van surcando el aire
buscando tu sencillo corazón
para darlo de baja...
Sobrevivir la noche
y desear el hoy de mañana
con vehemencia...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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