viernes, 23 de junio de 2017

CADA LÁGRIMA DUELE / Poesía de José Ignacio Restrepo


LLANTO

Nínive reconstruye
cada una de sus calles y altos muros,
cada que veo sesgado esas crueles noticias
que entran por mis ojos sin permiso,
por mis ojos callados que están llenos de almas,
y cantan para adentro atiborrados
no me traigan noticias reveladas,
ni cuentos repetidos por comunes hombres,
traigan mejor aventuras de perros o de gatos,
o nuevos crucigramas delicados con cuentos para niños,
o mullidas historias
vestidas con polvorosos pentagramas
de sinsontes viajeros
que saben sobre lo incierto y lo inaudito,
y aun creen en aromas incesantes
en lugares benditos...

La farsa de la guerra y la crueldad
en la que vos y yo y aquel que mira
vamos de siglos ha ya sometidos,
pone su peso a diario en la balanza
esperando por acápites denarios
que coloque una mano,
y luego otra,
hasta torcer los cursos y la guías,
precipitar orillas sobre ríos
y destilarse de tanques hasta vegas
donde renazcan las uvas de revés,
y se vean tormentas que diluvian
de la tierra hacia el cielo,
y paganos que paren en creyentes
en medio de silábicos hartazgos
y plenos de poderes...
Nínive se derrumba nuevamente
a pura fuerza de genial magistratura,
gritos que hacen de lanza,
manos que enfundan fuerzas renacidas
creídas ayer solo precluidas,
que nacen de la fe de una mirada,
del querer de un soldado que cansado
regresa de la guerra y no halla nada...
o del berrido de un niño que no cesa,
y pareciera así desde hace años,
que quienes bien sabemos solo dice,
paren por fin la guerra,
por favor sean humanos...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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