martes, 31 de enero de 2017

PALABRA DE CUATRO LETRAS PARECIDA AL AMOR / Poesía de José Ignacio Restrepo


CREO


Creo en mi gato que atiende si lo llamo,
se presta a mis caricias oportunas
cuando dejo de digitar para extinguir
ese amor ilustrado hecho de tactos,
no importa que la piense solo a ella
mientras sus ojos verdes miro y miro,
y mi alma, ese solar convaleciente
que puede ser sembrada pero niega
que alguna filosofía subsidiaria
siembre diáconos gritos insufribles
donde viven mis monásticos silencios.

Creo en mis perros cuyos ojos tristes
me miran para buscar y comprobar
que los miro con sinónima tristeza,
sin un tema preciso, sin siniestra causa,
solo porque yo les puedo hablar
y ellos solo mirarme francamente...
creo que su pereza no es tal
solo deseos de mirarlo todo
y convertirse en ángeles sin vuelo,
en niños que aman bien y sienten celos...

Creo en las mujeres que callan
sus urgencias de hablar y repetir
la causa y el sufragio de dolores
que cargan mal sobre su piel y espalda,
creo en ellas, su lógica no cansa,
han procreado y formado con amor
poniendo en el destino la balanza,
de que van a perder aunque algo ganen,
y eso será quizá algun bordado
hecho de noche con el nombre amado
y que llevan prendido de su seno
para ganarle siempre al cruel olvido.

Creo en no santiguarse muchas veces
ni denostar del fuego matutino
que nos empuja a dar con desespero
el empuje tunante de los cuerpos,
con su evangelio tenaz y repetido
que trata de impulsa lo que está quieto...
más creo en esa mano salvadora
que toma del cabello alguna idea
y amante como siempre reverente,
la devuelve a su caja de Pandora...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 17 de enero de 2017

PARCO Y UBÉRRIMO / Poesía de José Ignacio Restrepo



TORQUE


De fustigar los tiempos no se trata
ni de hacerse de uno mismo antagonista,
que ya sabemos del filo que se aguanta
con morir de a momentos cada día.
estoico lo efímero, se queda
a dormitar sin sueño entre los ojos
mientras gana sin sed el agua eterna
que mana refrescante y sin pedirla
para darle motivo al duelo injusto...

Arremete lo de otro en favor nuestro
y desangradamente nos unimos,
luego al salir el sol nace un motivo
para sin más que aliento respirar
y separar de lo nuestro, de lo tuyo,
lo propio aunque sea un tanto evanescente,
allí con cara noble y algo urgente
comemos un pastel de carne y huevo,
aunque tengamos viandas en la casa
y una mirada pobre y una boca,
que se posa ávidamente en lo que hacemos...

Vaya que sufre golpe de escultura
sin ganar en la figura ni en la forma,
este mundo de sabios sin un tema
y opinadores atados por cadena,
no temas entonces disolver 
esta asamblea de solos y clientes,
ni organizar de nuevo el plebiscito
como búsqueda de ir y de llegar...
y gana metros cerrando la ventana
y escondiendo después bajo la cama
tu ansia de dolerte y descuadrarte
como si fuera el hoy de tu misión
y el grito que te llega de otra parte...
Objeto de esta letra sanación
que ojala se refunda a tu pellejo,
y te de don fecundo, algún jardín,
un pedazo de cielo en tu sinfín
y un poco de sincera egolatría
que te espere diariamente
entre el espejo...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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