martes, 31 de marzo de 2015

LLEVA ALIENTO DE PAZ, QUE NO TE FALTE / Poesía de José Ignacio Restrepo



 VALS

De las verdades angostas
traigo ecos fruncidos
en otro tiempo arduos manifiestos,
e hilo para medir confiadas lepras
que al tierno oído se pegan
como notas inaudibles formando ilesos silencios estelares
que tarde dormían esperando la llegada,
nuestros bípedos pasos cerca de la puerta
como signo prosaico
que detalla,
que somos visitantes
de cualquier punto o edema cartesiano,
suave balazo sin ruído producido
en la hora peor
o mejor
de la jornada...
Calzadas anchas para el paso de caballos
con sus voces fratricidas de antes
adheridas desde siempre a las paredes
donde vivieron los sueños
insurgentes
de soldados que se fueron a perder
no solo miembros
sino toda la piel,
porque eso tiene el tiempo de mezquino,
de iracundo perro
que cuida a su alcahuete,
no tiene el hombre común voz sino trino
y el grito de emancipada solitud
cuando feliz quiere ser
y no un esclavo,
deja humaredas tibias como huellas
para que le siga el mal día
hasta alcanzarlo...
Una mala mujer es una reina
para que asole tu vida de belleza,
si estás vencido por ruines soledades,
es mejor una mano que ninguna
y una pierna cortada es como un ala
si aviva el alma
al hombre y no el dolor,
para ser buho no debes poseer
más que la siembra de tus noches y algún palo,
que lo demás se viene en lo de menos
sírvete un vaso con el agua nueva
y una bolsa de tepara los sueños
puesta en los ojos cansados y cerrados,
y frótate la paz con tus diez dedos
mientras condonas a la fe perdida,
mirando
por la ventana siempre abierta
el vals perfecto de la azul negra golondrina...

 JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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sábado, 28 de marzo de 2015

PANDERO QUE SUENAS DE NOCHE / Poesía de José Ignacio Restrepo




 UN LUGAR CUALQUIERA



Un lugar cualquiera 
convertido por la palabra en el centro del milagro, 
como una lamparilla que alumbrara 
el universo de los grises y los duelos mustios, 
versa el eco empoderado 
sobre ese otro hacer de las cosas, 
cuando la luz les da vida 
y el goce por la reflexión les dona 
su poder de auténtico artefacto...
cascajo húmedo de lluvia continua, 
tren inverosímil, 
por donde impávida marchan la vida y la belleza...
Hieles derramadas 
por explosión sin traza de arcabuces, 
el embargo de lo ido cambia monedas 
por volver para sentir resacas...
pero no ladran los perros de otrora, 
han muerto aplastados por los muros de alguna casa...
Una andanada sublime de figuras 
por las que nos dejas ir y volver a suelo propio, 
poema destacado en tecnicolor,
conviertes los versos en lamentos desganados 
donde puede escucharse hasta la propia voz...

 JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 16 de marzo de 2015

EL CAMINO DE REGRESO / Poesía de José Ignacio Restrepo


BORDADOS


Hacer de la soledad contramaestre,
 llevarla de regalo al ser amado, 
adoptarla para que viva en el espejo,
y encerrarla allí bajo candado, 
como mejor ofrenda de jardín, 
mejor voz de sereno en su fortín, 
atalaya sin luz iluminada, 
tendido de reproches sugeridos
que haciendo fila larga no supieron
hallar ese camino del regreso
y pidieron perdón
entrando al ama...
Te lo juro destino del querer
que entristecido estás por no saber
donde se puede hallar esa mitad
que piensa que no tiene pero tiene,
en la fuente tirando la moneda,
o en el balcón mirando hacia la plaza,
o en ese diapasón por qué no llega
si apenas dijo ayer no demoraba,
entonces tienes todo y vas completa
aún antes de saber que el viaje es largo,
no llores por perder lo que pensaste
como juguete visto y encontrado
que todo lo barato sale caro,
en cambio cuida el brillo
con que miras las cosas interiores,
y descuida al que le van a dar
desde hoy le guardan todo y con cubiertos,
y lo que es para tí no te lo quitan,
repara las legiones de recuerdos
y ponlas a secar en la ventana,
que ese amor de verdad
lo trae el viento...



JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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viernes, 13 de marzo de 2015

TODOS SABEMOS DE ESE DENSO ABECEDARIO / Poesía de José Ignacio Restrepo


BOTELLAS VERDES


Hablamos de los ausentes, 
los nombramos, 
con sus apodos pagados 
y sus chapas novenarias 
que hemos puesto a secar entre botellas verdes 
puestas a llenar de sol y moho, 
extendidas 
llenándonos la mesa por tema, 
por verdad, 
por motivo de la ausencia. 
Enterramos las uñas 
en cada letra conformante de sus nombres, 
con el tácito deseo de verles cobrar vida, 
de verlos nuevamente respirar, 
tragar aire del bueno a nuestro lado, 
carnales uñas en los nuestros muertos 
pero también en los vivos alejados, 
bien fuerte, bien adentro, 
hasta llegar a donde estábamos con ellos 
lapidariamente muriendo de silencio, 
en esas botellas verdes al sol y al moho puestas, 
como sí de tanto callarlos 
acabáramos viendo sus dolencias 
sentadas con nosotros a la mesa 
nuevamente llorando 
por poder salvar los puentes, 
aunque fuera por el tedio de estar solos, 
calladamente solos, 
oyéndonos recitar uno por uno 
esos nombres del alma, 
parientes del corazón escapulario 
que han llegado de pronto, 
de visita, 
llenando sin motivo tontamente, 
de placer y sentido algún recuerdo, 
y de lágrimas fieles 
a los nudillos, 
las manos, 
el mantel, 
los ojos por supuesto, 
entrecerrados, 
y esas botellas verdes, 
ordenadas, 
que al moho y ante el sol en el dintel 
hace ya tiempo, amor, decían nada...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 9 de marzo de 2015

CON GUANTES DE CIRUJANO / Poesía de José Ignacio Restrepo


ENTRE RIPIO DE MENTA
 
 
Columna capital, pared, red fija,
verja de alto momento,
arena entre el tostado pavimento,
nube que es más bien sombra,
sendero hasta algún antro,
pasillo sin un pie
ni pensamientos
camino de la fe y San Bonifacio,
lo que halle cansancios distraídos
aquello en donde apoye mi cabeza
buscando sin apuro los perdidos segundos,
los afluentes de sagradas copas
donde abrevaron ayer mis sordos sentimientos
aguijones zafándose de alguna otra vacante
para llegar y verme sin sereno
apoyado en lo malo para refrendar lo bueno,
haciendo sombra en la carne donde el alma tanto escurre,
lo podrido en tránsito, lo sé,
- el ciempiés lo sabe -
lo demás tiene su ciencia en la lavanda,
claro, con otra brisa lo dije en algún otro punto,
este barco nodriza cargando flores que se pudren,
de eso se trata todo
para hacer ocho gotas de perfume...
La mugre de las uñas tiene su antígona en los iris,
el claustro de los ojos,
el maternal silencio vespertino,
el vuelo de flamingos irreales,
las apetencias muertas corriendo entre sábanas nupciales
todas mis sombras colgadas de atalayas invisibles,
o de puentes tan rotos como infames
del vacío por dios aún sostenidos,
cómo vos harás para explicarme,
si yo tengo el aroma,
el insufrible hálito de fe
y la pompa suicida del que antes de matar
mata cien veces,
y el oleaje alzándose y cayéndose
todas las veces y una más,
rompiendo,
hasta juntar suficiente lodo burbujeante
que tape sin pesar tantos olvidos,
y uno más
antes de saltar del alfeizar,
como esos que hacen parte del cuaderno,
no te puedo decir cuál,
la verdad si lo he perdido
ya no lo recuerdo...

 
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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