CONVOCATORIA
El maravilloso contar de la camándula
en los dedos prestidigitadores de la abuela...
Volaba, mientras su ser se desleía
en oraciones o letanías de solícito rigor,
en oraciones o letanías de solícito rigor,
cantos de fe que perdonaban en murmullos
las malas acciones de todos los hombres...
Mi infancia corrió esos pasillos,
la casa con piso de granito,
mi tía Carmela, al escondido
regalándome manzanas,
debajo de la cama de Alejandro,
mi tío bravo,
viendo en silencio los capítulos
de una serie llamada GRAN CHAPARRAL,
western contante y sonante prohibido
para todos los chicos de la casa...
Sendero de los recuerdos bien regados
que como plantas silvestres crece y crece,
en cualquier lado,
de cualquier manera...
Con los venteados cabellos removidos,
tengo recuerdos queridos por docenas,
de la era infantil mil refugiados
porque el presente ni espacio les condona,
por eso de regreso del ahora,
saco de mi mochila los mejores,
los filo y les calzo pantalones,
les pongo gafas de sol para sus ojos,
ellos me miran
siguen siendo infantes,
temen salir afuera y enfrentarse
a esos recuerdos nuevos y lozanos,
que ni para de ronda salir les dan la mano,
aunque no dejen de ser como sinsontes
cantantes de las épocas mejores...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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