viernes, 28 de marzo de 2014

A LA SOMBRA DE LA NOCHE Y LAS ESTRELLAS / Poesía de José Ignacio Restrepo


VISITANTE


Ansias de algún silencio florecido, 
que reclama su voz entre mi aliento, 
y se queda con mi entero reflector, 
aposentada en mitad de mi cerebro. 
Y me dice, escritor que nada atiendes,
plebeyo de un reinado diferente,
qué me traes guardado allí en tu bolso,
no reniegues, no digas que no tienes, 
apóstol de tantas letras escondidas, 
déjame sazonarte sin afugias, 
dormirme entre tu tacto tierno y mudo, 
que yo te traeré gozo y sustento, 
unos ojos de miel, o verde oliva, 
que se posen en ti, 
en cada letra sencilla de lo escrito...
¿Quién es?,
veo alargándose su sombra,
no sé si ya se marcha o al contrario,
apenas ha dado inmensa con mi casa...
Ansias de asir el borde las letras,
con pálidos silencios de los míos
y desdoblar mis ecos esperados
para guardar por siempre su sonido
en albergues de vidrio, arena y cuarzo,
donde estén elucubrando desde siempre
su voz y su silencio amado,
musa del llano sol y visitante
cuando el nácar del cielo quiebra en brillos
esas blancas estrellas que no saben
que las vemos cuando ya muertas están,
por el verso atravesado entre la boca,
y esas ansias de amarla
nada más...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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6 comentarios:


  1. Que hermosas letras, nostalgia, amor, bellísimo, gracias poeta.

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  2. El poeta sueña y desea y en su verso florido y sincero parece hacer presente a su amada, a su sueño, que quizás venga o quizás se quede farfullando entre los versos. Pero para el poeta es casi igual, porque ya la ha asido en la madeja de sus letras enamoradas. Bellísima cadencia de los versos con suaves rimas que acompañan el movimiento sensual de sus deseos.

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    1. Dices bien caro amigo, atada desde el sueño hasta el portal, halla entonces en cualquier lado su aposento...Y que vengas, doble motivo para estar alegres, Fernando...Un abrazo...

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  3. Moscas atrapadas en tus redes. Tus fieles seguidoras. Aquí estaremos, mas tarde o mas temprano, pero siempre.

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    1. Iridiscentes vuelos, alas que sin ruido rondan...No he visto quienes son, y este cuarto sólo tiene una ventana...La magia que me envuelve tal vez venga, del brillo que ellas dejan en mi piel, sombra de la platea que en mil letras en tintas de extraña hiel, me habla del mundo. Gracias por tu visita, querida Violeta...

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