viernes, 14 de noviembre de 2014

CONTAR AL SIETE... / Poesía de José Ignacio Restrepo




NÚMEN PERFECTO


Las llaves, el cajón,
el espejo que me habla,
tu voz como renglón de un poema aprendido,
y esta leve misión de seguir un camino
pese a la gran herida de estar aún vivo...
El siete es número lento
de amada perfección, 
las calles bien lo saben, 
también lo tienen claro las canciones, los tangos,
el saxofón alto y el macho bandoneón,
 y las guitarras mansas 
y las armónicas perdidas...
pero sobre todo el siete  de una casa esperada
donde fue bien amado un mojado caminante...
Anduvo muchas veces
tierras desconocidas,
y probó del verano los cielos incendiados,
también nubes partidas de aguas antes en pozos, 
que fueron al calor restas evaporadas, 
para sembrar jardines de semillas viajeras,
y ser llanto de madres,
y sudor de poetas
que buscan en la zeta el siete de las aves,
el dos de los pesares que no se compartieron,
el cuatro castigado por no ser cifra prima,
el doce de algún cuadro donde están aún cenando,
apóstoles y amigos junto al hijo del mundo...
Siete son los pesares del llanto de las madres, 
que ya lo dieron todo,
y aún son ordeñadas
incluso por sus hijas que salen a la calle
pues son bellas y hoy son cálidas amantes...
Y suele ser descrito como número llano,
en una carta marcada adherida al espejo, 
o un mensaje en botella venido de otros años, 
o en caricias perdidas, engaños y mentiras,
triunfos que se fundieron en feos desengaños...
y contado también allí en el noble brillo, 
surge como reparo de las cosas vividas, 
sin reproches, ni fustas golpeando la espalda
que halaron para siempre sin temor ni desdicha
el lazo que une ahora el curso de dos almas,
que no cuentan, ni suman,
ni restan o dividen
las caricias afines que ven multiplicadas,
con solo decir siete
es la hora bendita,
que trae de la calle
el paso de la amada...

 
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

No hay comentarios:

Publicar un comentario