martes, 9 de febrero de 2016

EN UN JUEGO DE DADOS.../ Poesía de José Ignacio Restrepo


MAL DÍA



Y entonces un mal día
ponemos fin al extraño contubernio
que unía nuestro paso a la palabra,
sin razón para el raro menoscabo
del contrato que nunca fue firmado,
ni puesto en el papel,
ni hecho con sangre,
solo ibas atado a su fragor,
a su dulzura infame muchas veces
como algún comensal que siempre lleva
cosidos con cordel a su cadera
cuchara, cuchillo y tenedor
por si aparece en frente un restaurante...

De su presencia ávida y frecuente
quedan razones varias y preguntas
que ante mis ojos hoy se multiplican
por su chata ausencia y resquemor,
así como nutríais antes de hoy
me causáis hambre si veo tal silencio
y como soy de la vida embajador
no quiero repeler los fundamentos,
que ayer pusieron luz entre mis ojos
y motivos de más para buscar
lo que tenga de amor
alguna piel...

Entonces en mal día os confiero
pasaporte de huida sin regreso,
que para hacer silencio tengo el mío
bastante, suficiente, adolorido...
Búsquense otro poeta malherido
que les ruegue una purga y luego muerte
en tanto las abraza con locura,
yo de otras virtuosas arrogancias
tengo llenas y cerradas mil estancias,
como para tener que construir
alcobas donde quepan las ya dichas
y célibes pasillos alumbrados
para poner las otras,
que no acabo
de gentilmente ver en un lugar
y luego repetir si las recuerdo...
este otro placer de no decir
tiene rara virtud y otro sustento
que en otra blanca y tenue superficie
si me es oportuno y a vosotros
habré de revelaros suavemente
entre pálidas luces de mi aliento...


  JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©




2 comentarios:

  1. Todos tenemos malos días , a veces duran mucho , otras menos tiempo , pero dos almas que se unieron en un tiempo , no se separan por que sí , a veces se hiere sin querer y otras queriendo. Nunca habra indiferencia en donde el cariño fue muy grande , solo distancia , para poder ver. Y , con el tiempo , dudas , malditas dudas , pero siempre existirá el amor. Si algo aprendí en este medio , es que la confianza se pierde , deja heridas y las heridas duelen para siempre. Una poesía que es verdad pura y aturde , pero brutalmente preciosa. Te quiero mucho Jose Ignacio. Mi abrazo a tu alma , y nunca olvides que e silencio , es el grito mas grande del dolor.

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    1. ...cómo grita Amelia si como yo llevas el alma llena de palabras...Abrazos y gracias por llegar...

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