lunes, 10 de abril de 2017

ENTRE OBREROS / Poesía de José Ignacio Restrepo


¿Y PORQUÉ CANTO?


Soy operario de gozos y lamentos,
afino corazones desgreñados
ya cortos de latido, engangrenados,
con solo visitarlos dos, tres veces,
para que lean sin ninguna condición
al recuerdo de ilusión entreverado,
que parece templar el piano ajeno
mientras destiempla el propio...
mermando mano y aumentando dedo
con cada historia que su fe propone
en un juego de sucio cabriolé,
que le deja sesudo y enervado
cuando lee para al fin llegar
como ola cansada de mar muerto,
sin que nadie su accionar aplauda
mientras le ves los labios y los ojos,
que dicen la verdad antes que todo...

Soy un vulgar creyente del amor
lo quisiera donar a manos llenas,
porque tengo el mejor y no se agota,
miro muros vacíos con tristeza
pues podrían presentes contener
de sentires luctuosos,
que mañana de fuerza llenarán
al que ahora lo sufre...
que rodillas se doblen para orar,
y ojos vueltos atrás pidan clemencia,
convirtiendo un mal perdido
en objeto de beatífica sapiencia...
con mi pintura trazo gestaciones
y mudos que recobran la palabra
para de esto contar
cuando pasen por un jardín de flores.

Tengo mieles avaras en la piel
y ósculos que vibran por rutina
como abejas de prisas sibilantes,
cuajadas de veranos esponjosos,
venidas sin decir ayer apenas
de la boca que ya no tiene labios
sino veinte recuerdos 
de perdidas pieles azarosas,
salen versos cual refajo aglutinados
que con misiones proscritas van y vuelan
a los iris ampulosos de cualquiera,
que no sé donde está ni dónde vive...
rememoro recuerdos que no sé
si ciertos bien serán o cuento acaso,
infundios instalados en comarcas
cercanas a la hipófisis de alguien,
que puede ser mi hermano por copiar
esa gesta benigna de inventarse
lo que quiere tener...
y luego de tanto emborracharse
pensar que lo logró,
que ese amor ardiente, perturbado,
hizo orillas y cauce entre sus manos
y se asiló a vivir ensortijado,
en el fuelle de su roto corazón...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
Copyright ©

4 comentarios:


  1. Que belleza obrero y maestro de las maravillosas letras… salen versos cual refajo aglutinado
    que con misiones proscritas van y vuelan a los iris ampulosos de cualquiera, que no sé dónde está ni dónde vive... Sublime querido poeta, que gusto leerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ...que vengas a recoger estas tunas de rosa, y te las lleves cogidas de tu piel, pues es querida Loly el sentido último de esta tarea, esta misión proscrita de legislar para el alma y dejar en la memoria de la piel mi desencanto...gracias por venir, abrazos...

      Eliminar
  2. Me senté en la butaca de espectadora y escuché tu canto tan lleno de sueños y realidades, me arrimé a tu piel de teclas disonantes y disfrute esta belleza letrada que regala y dice tanto escondido en el embrujo al leerte. Gracias por la invitación a venir a visitarte, aunque no me siento extranjera...yo vivo aquí. Besos...!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todos somos el mismo cuando nos baña algún húmedo aliento, cuando una boca nos llama en el capricho de una noche roja, para evitar que salvemos, otra vez, a nuestra sumisa soledad...Así que ven cuantas veces lo desees, aquí el silencio no existe, mi voz es solo un dormido talismán...abrazos!

      Eliminar