A BENEDETTI
Localizado
entre nuestras fibras corporales,
atado a las raíces insondables
de lo que puedes ser, es y será,
el músculo escabel de los altares,
nos lleva por lo alto,
si dejamos....
Lo otro es que pensemos
que el fracaso,
no es lo que yo creo
-un relicario-
un triunfo de la luz que no llegó,
la fuente del saber experienciado,
el otro no renegado...
un aluvión...
Nácar puro
las voces del maestro,
oro, mejor,
sin un envés funesto,
nadie como él para seguir viviendo
a pesar de que alguien crea
que se ha muerto,
su luz de esplendentes rayos mozos
avisa que cada año es más longevo,
y adolece de ser humano activo,
de cuerpo solamente,
porque su verbo vuela
por la tierra
y paladea el triunfo
de ser eternamente enamorado,
e inquilino de tantos corazones,
que sus letras sostienen
por razones
y por ser su corazón,
de amor rendido...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©
No hay comentarios:
Publicar un comentario