jueves, 10 de mayo de 2012

LEJANA INFANCIA EN MIS DEDOS... / Poesía de José Ignacio Restrepo

UN DEDO, SOLO


Daba vueltas al mundo
con solo apoyarte sobre él,
amigo y dedo fiel,
dedo segundo tenías buen apodo,
me libraba contigo de los mocos
si apremiaba la gripe,
mientras todos en casa me adiestraban
en el uso admirable
del pañuelo...

Y ahora que solo haces la labor
de señalar el curso y dirección,
que tomarán los pies,
acaso también un poco
el pensamiento
cuando le muestro a otros
el por qué,
lo que pienso sincero,
dedo segundo índice de todo
el cansancio se te siente,
a poco estás de darte por vencido
es por fuerza superior el quehacer
de sin virtud exegeta cumplir,
ya te falta el valor, la intuición,
para voltear al mundo a tu favor,
en ese diario tramo de medir
lo que se debe hacer,
el curso en el cual no perderé
equilibrio, virtud,
quizá honradez...

¿Acaso no recuerdas
que en mi mano
otros van como vos de mi ya atados,
terciando cada uno para sí,
tratando de lograr su conveniencia
por instinto no más
y sin sapiencia?

En mi mano
les llevo a cada uno
señalando su fin, sus objetivos,
a todos les  escucho
y en la noche,
a dormir le envío como a hijos,
que han temido a la fatal oscuridad
de donde salen monstruos afamados
con el único fin de hacernos daño,
los paso por mi piel y mi cabeza
para que puedan dormir
sin que lleguen aquí
las pesadillas...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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