SOBRE FAROS

A bordo de un rival
que desconozco,
arribo a este lugar sin dirección,
que parece de mi prisa domicilio
y de mi delación necesidad,
al que tuve por fuerza que llegar
pues ha sido mi pasión por el conflicto
un regalo convertido en maleficio…
Ayer tuve tanta angustia por triunfar
y hoy solo soy un hombre desvaído…
El pelo sobre el rostro preocupa,
además tengo múltiples lesiones
que ha dejado el tiempo inconmovido,
llamada por aquellos gentilhombres
aliadas y beatíficas arrugas,
por la vera que el paso de mil Borges
adelantan el tiempo en sus relojes,
marchan hoy disecadas mis palabras
afilando sin pena hasta los bordes,
a la espera de ser ellas raíces
de mi voz sincera y expresiva,
porque creen que hay causas suficientes,
como esta de crecerse el pelo,
que pueden ser bastiones feudales
y permiten el múltiple sustento,
primero de nacerse eternamente
en el fuero por las letras concedido
y segundo, en el hacerse de alimento,
pues son faro de causas más profundas
aunque no haya buque en lontananza,
falte océano o mar en la distancia
su haz de luz no flaquea o disminuye,
y antes bien aumenta como halo
que naciera un día allá en el cielo
y al siguiente de los ojos cireneos
de este loco de amor que hace poemas,
simplemente
porque no halla más remedio…
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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