martes, 19 de agosto de 2014

...QUE NO ES UN MAL DE GARGANTA, TE LO JURO / Poesía de José Ignacio Restrepo




LA VOZ CALLADA


Predestinada
la voz 
casi a callar
cuando entra entera al bies del paladar
esa palabra que otrora fue precoz
y dio la alerta infeliz por tantas veces
en tu locuaz espíritu girasol
que se volteaba al paso de la luz
aunque supiera que ese día inmenso
apenas trajo su rizo artificial
con algún tango
o un rojo intrascendente
como ese muro
pintado de colores
que sueles ver si vas encadenado
desde tu bus
que rueda sobre el mugre
del cruel asfalto
donde todos vuelan
donde el que llega encuentra su sentido
que brota y muere
entre leyendas de oro
como esas letras que duermen con su dedo
bajo el conspicuo territorio 
de su alianza
el fiel anillo que hace cierta sombra
y a veces con unas flamas reverentes
recuerda en piel
que a otra pertenece
canta walkirias
pone piedra en honda
ata a feroces guerras su poder
y cual si fuera una última ordenanza
o el refugio impávido del héroe
le da forma a su rito
y desvanece
dolores que causó su propia lanza
cuando era niño buscando antagonista
por dormir solo un poco
un poco más
y así saber
el final de un largo sueño

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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4 comentarios:

  1. Dios, este escrito és un verdadero manancial metafórico....como una lenda de oiro, o una história (?) quitada de la realidad, no fuera la mistificacion que haces de sus estrofes....pero los mitos también tienen comportamentos, como las Walquirias!!!.....este Poema és una pedra lanzada de la honda del amor, o inda con más fuerza....un escrito entricado en si mismo, pero lindo y, tu sabes que no me gustan lugares comuns)...., este és GENIAL!!!....gracias... un beso, José Ignácio!

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    1. ...que un día cualquiera he de invitarte, a esa cueva al final del manantial, donde nace sin más el laberinto -ese largo caudal que me hizo poeta- y me trajo hasta acá, como el agua que moja tu mirar, cuando quieres sentir, al alma otra vez dejar hablar, de la belleza que hace del desierto el deseo del ávido humedal...cualquier día María....Gracias preciosa...

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  2. Siempre he creído que la historia tiene una carencia insalvable el olor de la sangre.... un abrazo

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    1. ...como la herida de verte y luego no, de ser arteria para la corta voz que cruza rauda por la árida garganta, que pacta sedes el silencios ralos... Tenerte aquí me paga el mejor verso, es como oro con plata en el reverso, gracias Anabel, abrazos...

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