viernes, 20 de septiembre de 2013

CON MANOS RECORTADAS COMO NAIPES / Poesía de José Ignacio Restrepo


LLANTOS CIEGOS


De las ceibas ya grandes ahora cuelgan
 sombras adoloridas que aún sangran,
y nosotros miramos desde abajo,
desde abajo como niños reluctantes,
comparando dolores a destajo
y cambiando las idas peticiones
por requiebros que vienen
sin más culpa,
que estar para las siete preparados 
como pajes de boda, 
a doce y cinco...
 
Vacíos enhebrados en Nirvanas
que salen custodiados y sin prisa
de sus agoreros sitios donde duermen,
con sus sueños birlados por las ganas
y sus leves enjundias,
unos llegan con nombres reprobados
de cuya historia poco o nada saben
y otros solo conocen aunque mientan
al rival de lado o por la espalda,
quien viene sin rival acrisolado
por dolores cansados
o leprosos...
 
Esporádicos cortes que le sangran
a sus alas nacientes de abogado,
coágulos en ojos por el llanto
y cojeras en piernas, pies y manos,
pues todo lo que te sana es repugnante
por la vida que adentro hace repulsa,
desde siempre gritando por respeto,
y después no te cantes serenata,
por bajar esos muertos
no tan tuyos,
y luego colocarlos
como niños,
que en las ñatas
están llenos de mocos,
en camitas tentadas por exilios...
 
 
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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