OTRA DEL TIEMPO
Vos como yo
hace treinta o cuarenta años,
y si tienes cincuenta no los cuentes,
creciste con los juegos de la calle
sin tablas que rodaran y saltaran,
y menos asaltando a buena gente,
vivías la niñez con estrecheces
viendo a los viejos rápido arrugarse
preocupados quizá por pequeñeces
pues no les asustaba tanto el paro,
como perderse el uno sin el otro,
eso justamente ya no pasa,
la gente pierde cosas y se agrede
por deporte si, cada minuto,
esta es la era individual,
no hay aventura que no sea personal,
incluso el malestar de la cultura
se come sin cubiertos
con altura.
Vos como yo
tuvimos ambos roles,
gritamos a las diez Soy policía,
y horas después hicimos de ladrones,
aprendimos a voltear y a remendar
la ropa, los bluyines, el discurso,
afloramos, seducimos, desfloramos,
nos dormimos en medio del examen,
y no nos daba pena mentar madres
a ese sacerdote hospitalario
que debajo de su oficio mentiroso
ni siquiera llevaba calzoncillos
para en medio
de alguna larga confesión,
sobarse su emoción
contra nosotros.
Este es tiempo
de gente respondona
que no sabe hacerlo realmente,
la institución sufre males evidentes
como ceguera y apestosos carcinomas,
pero todos ríen con risas elocuentes,
mientras que nada los toque o los derribe,
veo, siento, escucho, vocifero
con las mismas palabras que las de ellos
pero son distintos ya los escenarios,
es mi tiempo un edificio hipotecado
pues han pasado muchos calendarios,
y entonces más bien hago silencio
y me corrijo sonriente por lo bajo,
es claro que ha corrido bajo el puente
tanta agua que este es otro puente,
y los termómetros lucen obsoletos
sobre todo aquellos que tomaron
temperatura en apáticos traseros.
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
Copyright ©
Más vale que no soy de los sesenta, creo que no soy de ninguna década, pero me hago testigo fiel si tu lo cuentas que parece que algo en el ayer, bien sustenta la vaga tristeza del hoy cuando la esperanza se ausenta... así también quieren ser huevo los polluelos, también quisiera yo volverme a la placenta... pero no esta esa oda al pasado peligrosa, sino la fiel estampa del vuelo de un poeta por su tiempo y el que presta. Me gusta su ironía y su mordacidad, es genial. Mil abrazos amigo mío...
ResponderEliminarMuchas gracias a ti, mi muy querida amiga...!!El que vengas ofrece a este decenio, un ciento de esperanzas de la que habré de hacer la crónica en algún otro momento...Abrazos...
Eliminar