ESTACIONES
Vaya que si amiga.
que no es avara contigo la tristeza,
y en estos días
el trago de la vida es muy amargo,
motivos de reír sí que escasean...
Y que decir de mi,
ya tanto sabes,
ya renegué de todos mis poderes
y sucumbí al amago de mi mismo,
no puedo repararte de otro modo,
si tu quieres ríete en mi boca
o con las alas mías desplumadas,
atrévete allí arriba
a ensimismarte...
Vaya que si,
tu bello sobrenombre
deberías gritar por estos días...
No son cuatro los vientos,
ni somos optimistas por completo,
pero vaya si la fuerza de las manos
no puede arremeter como caricia,
no puede bifurcarse en el abrazo,
ni en la presencia del sol
hacerte ver animales con sus sombras...
Entonces si nos lleve el mismo diablo
y vistamos de llanto la mañana,
volvamos amarga la saliva,
hospedemos el dolor
a nuestra vera
Y estos días aciagos
que aun dejan su aroma en el cabello
no se marchen con el brillo tuyo,
que a pesar de pesares llevo dentro
y anclado en medio de mis ojos...
¿Cómo será para el dolor ese hospedaje,
ese lugar tan hermoso,
tan brillante,
a sabiendas que quizás mañana
ha de irse consigo
hacia otra parte?
EXTRANJERO
He llegado aquí venido de una tierra muerta
habitada por cientos de titanes,
no nombrada en los anales del tiempo,
ni descrita en mito alguno
que refiera a algún hecho pasado,
a algún hito...
Nadie sabe de mi,
ni yo mismo.
Sólo hoy hay conciencia de esto, sólo ahora,
ha de acabar esta noche y mañana
en mi nada de esto habrá sido,
seré un hombre,
algún hombre cualquiera
con días de esta tierra en mi memoria,
y no viajes de estrella en estrella
y desiertos de polvo brillante,
y mares violeta recorridos en discos dorados...
Ya no,
un soldado de un mundo lejano,
- el último héroe del arrullo -
que como ustedes ahora,
no mató ese semen del mal,
la voz de la ira suicida,
en su propio pellejo...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
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Parece que sabe bien el dolor cuándo irse y cuándo quedarse, en qué tanto se le acepta y cuanto de más se le presta, allí donde ya no es fructífero el llanto, donde ya no cabe la letra, allí mora en su último día, porque a más fuerza se llora... más fuerte se vive y tú como yo sabes, que eso es la esencia, vida... y propia o tomando en préstamo un buen hombro, bien se adorna cuando se acerca a tus versos... es más y mejor vivida.
ResponderEliminarEs precioso gracias por estos bellos poemas
ResponderEliminarA la hora en que cambio la calzada por el suave collado del angosto camino al rododendro, también mutan los zapatos se mi alma y se precipitan mis recuerdos en labor enternecida hacia el secreto convento...Alabadas las dos que me bien vienen dando agua a mi voz y siendo de mis letras alimento...
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