sábado, 2 de abril de 2011

QUEDAN RETRATOS QUE NADA REVELAN / Poesía de J. I. Restrepo


ATEMPORAL

neruda


De su larga batalla contra la desidia
él ha aprendido,
el cultivo excelso
del olvido de la prisa
y oportunamente al cabo de los años
no importa para él
como hace el tiempo para no acabarse
si no se detiene mientras va pasando…
El otrora adorador de los relojes,
que sufría pesadillas
en las que viajaba lentamente
en el vientre de lentos ascensores,
es hoy un reconocido caminante,
un retardado amigo de sus pocos,
un cartomante extraño, sapiente,
que ignora sin esfuerzo el paso de las horas
y cuya fe hace que,
paulatinamente,
desaparezcan las arrugas
de su rostro…



DESIGNIO

mujer-llorando b


Alguien locuazmente
hace sonar su escudilla de cobre
y el ruido viaja,
deambula libremente,
llevado por el viento,
que así hace con todo
lo que carece de peso…
He salido a caminar esta mañana
y no sé tantos números
con que poder contar todos los ciegos,
todos los mudos, los mancos y los sordos,
que llenan estas calles agrietadas,
simplemente pidiendo
así sea sólo que los miren
y algo sufra en los bien formados hombres,
al verse del espejo separados…
Son tantos,
yo diría que un designio malévolo se dicta
y una fuerza no humana lo ha trazado,
por todas partes suenan sincopadas
las escudillas que piden
que honda pena nuevamente sintamos…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

2 comentarios:

  1. Por fe en el ser humano se mantienen las ganas de hacer, por fe en uno mismo se mantienen las ganas de hacerlo bien, por la fe que en ti tengo encuentro las ganas no sólo de hacer, también de ser... qué bella sensibilidad volcada en el otro, alma filantrópica la tuya donde las haya que, con la razón por emblema y la letra como medio, renuevas aire y energía como sólo el arte puede hacerlo...

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  2. Santoral de profundas aídas cantadas entre el alma y volcadas en estos renglones como glosas tardías, panegíricos de heridas ya cerradas que nos miran, suelo ser una sola cicatriz que se se encarna de noche para tener vida de día, y buscar y buscarme y buscarte a la hora señalada, la hora del turgente amorío de palabras....

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