VICTORIA...
Rendijas dibujadas con un lápiz
sobre la virgen hoja de la tarde,
con la punta ya roma de madera
que no deja las líneas decretadas,
pues en vez de grafito hay una senda,
que se ve como río sin el agua,
unos segmentos partidos sin objeto,
restas de sumas antes intentadas,
de un reciente portal de sacrificios,
que yo desisto de nombrar apenas,
cuando sé de mi fuente celestina,
que son potentes fuerzas cavernarias,
que me guían, me llaman, me originan,
sacándome del fondo de letrinas,
donde he cavado hondo para hacerme
mi ruta de eremita, mi silente claustro,
que no vale un doblón hecho pedazos,
partida moneda sacra para nada,
al final poco compra esta jornada...
Victoria llamo sin pudor ni manifiesto
a este bozal que llevo antecediendo,
las mil horas fraguadas sin tu ayuda
destino capitular de mi clemencia,
harta indulgencia diste a mis diez dudas,
cuando pedida o no me la tomé prestada,
ya ni me acuerdo el don que birle gratis,
para que protegieras diez cobardes,
yo no te necesito si te embozas
para llegar sarcástico a mi casa,
solo tengo un cuaderno donde admito,
que los pedidos que hice ya pagados,
son males de sincero reparado,
y las fotos que guardo de lo sacro,
me recuerdan silentes abandonos,
la soledad que altares ha comprado
también ha derribado sin rencores,
las ilusiones que habían sobre ellos,
en la ventana pongo de aderezos
para que coman los pájaros que llegan
esas amilanadas reticencias
que querían quedarse y despedidas,
de mi cuarto y mi casa sin maletas,
se fueron resentidas al olvido....
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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