miércoles, 12 de junio de 2013

BUSCAR DE NOCHE / Poesía de José Ignacio Restrepo


JUERGA


Vos vas a ver,
elemental, furtivo,
cuando mires buscando lo que pides,
ese montón de bonitas sin prestigio
que salen sin despedirse de la casa,
pues no saben si a ella volverán,
mercenarias de cuerpos trabajados,
que sirven a la piel como soldados,
y bajo estirpes, galas, maquillajes,
nada esconden que deba dar vergüenza,
solo tienen fatal sobrevivencia
que en sus urgentes pedidos se padece,
las verás sonreír con todo el rostro
colgadas de la limpia ventanilla,
para atacar tu impúdico deseo,
lamidas de los ojos con las manos,
y el cuerpo sin ataque corrompido
por el hacer aprendido de algo humano,
que comienza lo mismo en otros sitios,
con un pedido de fuego y un carrizo...

Vos vas a verlas y sin más mi amigo,
las querrás tener cerca, forastero,
son jóvenes las viejas, por milagro,
y esbeltamente gratas y sabidas,
las jóvenes huidas de sus casas,
había gran peligro en hospedarse
en la casa del macho de la madre
que a los críos nunca defendía,
y era más ciertamente hospitalaria
esta calle que ahora las aúna,
las podrías juntar una por una
y verías hermanas de otra vida,
a veces cabizbajas, confundidas,
pero nunca vencidas pese al mugre,
que vive igual que en todos
en sus almas,
Dios sabe guarecidas de la herrumbre 
que pone sobre ellas la mentira,
y ese querer de todo que en los otros
los ojos llena de sed y de infortunios..

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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4 comentarios:

  1. Diosas de la nada, esconden su mirada perdida incapaces de jurar amor eterno. Es su amiga la sintonía de la negra noche, donde su piel se vende al postor mas hambriento. Fuerte tema, doloroso poema, con un desarrollo perfecto de esta cruel realidad. Gracias poeta por tus bellas letras.

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    1. Siempre agradecido de tu amorosa presencia, querida Mariela, haciendo eco de este trozo de historia tristemente cierta...Abrazos amiga...

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  2. Y es más bien fácil verdad? Hablar del comportamiento de ellas sin saber apenas nada de su pena, de su motivo, de nada, ignorando, siempre ignorando. Y son en verdad supervivientes, prisioneras de un presente muy esclavo y un futuro nada claro. Muchos besos y un gran abrazo para vos mi queridísimo escritor.

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    1. Y ni siquiera hablar, tan sólo usarlas, como si fueran apenas instrumentos... Feliz de verte mi querida Egea, te rodeo con mi abrazo...

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