CUERPO Y SOMBRA
Si es distinta la sangre del caído
que sobre arcilla ve su sueño muerto,
el hijo muerto sobre el huerto herido,
el fiel recuerdo de mieles no probadas
peleando por saldar cuentas de otros,
ni una botella de ron,
ni un rostro hermoso
con que ordeñar la vaca ya vendida,
o irse rápido, andando entre la plebe,
la plebe esa
los primos,
los hermanos,
esos que se marcharon sin mirar
cuando salió llorando de la escuela,
pues no tenía un sol
con qué pagar,
fue la tierra, la calle, hasta su miedo,
fue solo laborar, llegar a casa,
y no mirar a nadie igual a él,
no dar la cara, la mano, la sonrisa
y un poco ir a llorar muerto de risa,
por no ver el final de la carrera,
o una bella frontera,
o un legado
donde marcado esté por fin su nombre,
y no este huerto ajeno, esta llovizna,
este puñal de duelo entre la espalda
impidiendo que gane otro minuto
acaso una ilusión, una ambulancia,
esa poca de sangre
que le falta...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©
Acaso la esperanza, en el último segundo.
ResponderEliminarY tu decir lento y mágico, lo avala, besos Violeta..
Eliminar