sábado, 18 de enero de 2014

SOLAMENTE UN REFLEJO DE CIUDAD / Poesía de José Ignacio Restrepo



BREVE ENCUENTRO


Las yemas decantadas por el uso,
el vientre liso de surtir sus hambres,
el liviano pesar por lo no hecho
acatando la fe por lo logrado
visible ya en los párpados caídos,
y en el andar maltrecho de la voz
en la que asoman aún rastros de vigor,
todo un retrato al borde de la calle
de un alguien que podría ser mi padre,
lento, con esa duda de cruzar
pues todo anda muy rápido, y él
hará años que ha olvidado qué es correr,
en días que sumados le enseñaron
cómo te alcanzan sin querer los desengaños...

Le tomo con cuidado de la mano,
sonriéndole para que se deje hacer
y entre vectores de todos los colores,
cruzamos como en danza, grácilmente,
tan semejante a un tango nuestro envión
que más de un mirón sigue los pasos,
del novato que ya esta entrado en años
dejándose llevar por un gitano,
que parece un anciano si no fuera
porque vuela como un nuevo Fred Astaire...
Sorprendente,
la gente se sonríe,
se ha cortado la marcha de este día
agrisado, tenaz y perezoso,
con dos hombres bailando en la calzada, 
y un sabor a promesa que revive,
en los ojos de él que me agradece
y los míos, muy abiertos
que sonríen...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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4 comentarios:

  1. Gracias por ese nuevo hijo que nos dejas como herencia, fuente inagotable de tesoros!

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    1. Ah, Doralba, que bella visita...Eres siempre, siempre, bienvenida! Abrazos...

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  2. Y danzando el buen hombre te devuelve las sonrisas que tus ojos tienen que donar en adelante, pues tu bien puedes ser su honrado relevo, buenas tardes buen hombre, mil abrazos para usted.

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  3. Sí, Egea, es tal y como dices, somos honrados relevos unos de otros, cada uno con sus propias cicatrices...Amable tu olor y la seña de tus pasos, besos...

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