TEJIDO DE LABIOS
Entrevista por los rayos vespertinos
de un sol que está hecho de deseos
en los que inconscientes y extraviados danzan
mensajes de polvo,
te mueves sin moverte en el telar,
toda tú vuelta brazos sudorosos
moteada desnudez sin aspavientos,
fruta madura para sed insatisfecha...
Acaso intentas apresar en el tejido,
nudo con nudo, hilo contra hilo,
una aguda ficción ayer perdida,
que la boca del mancebo amado
con precisión dibujara entre pasiones,
en ese breve sitio
del cual el sol hasta hoy
no sabe nada.
NOTA SIN REMITE
Pequeño bribón
te estás engalanando para antier,
para ser feliz sin socorristas
justo a las cuatro pasadas del albor
de pasado mañana,
te estás enderezando el corbatín
pero ya estás dispuesto a asesinar
una por una
las cuarenta y ocho horas que distancian
a tu mano del perfume de la suya,
bribón, enamorado corazón,
ya no sabes que hacer con tus latidos,
ponle a eso remedio,
a tu edad tienen riesgo esas cabriolas.
Sin embargo,
de buena fuente sé que esto que digo
la voz quejosa, el disgusto, la querella
en el tono acosado que me sale
brota así por la plata de mis sienes.
Y los huesos que se mueren de la envidia,
porque a causa de ella
estás latiendo.
ELEGÍA DEL ESTUPOR
Los mapas de escondidos laberintos
se desharinan, jugando a esclarecerse...
Entre las mórbidas yemas de tu risa
y al calor de tus ojos,
el tejido sin color de la mordaza de los inútiles recuerdos
se deshace,
y como sombra a la zaga, en retaguardia,
los soldados sin bandera del tiempo
con tu música bailan,
sin revelar su mudo estupor
por ver que mis labios sobre tu cuerpo
oran.
Mañana
una región sin nombre florecerá de tulipanes.
Allí iremos, tu y yo,
tomados de las almas en las manos
a ofrecer un nuevo sacrificio sin aquiescentes verdugos
que contra el amor enunciarían salterios,
mientras mutilan sus propios ojos...
Allí iremos, pasados de frondosos, ilesos de marcas,
como velas al viento, curtidos.
Y al volver
algún sitio de renovado aire
tomaremos entonces por asalto,
confundiendo nuestros pechos con globos coloridos
y sin más abriremos nuestras alas,
tu y yo,
ya no seremos transeúntes esquivando la vida,
saltando de un andén a otro
para probar que algún día volamos.
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
Derechos Registrados
Miel y sal del polvo primigenio por explosión diseminado... mudo el corazón de sitio, única luz arriera que hace del juego vida y de la vida sueño... de las manos hacia adelante, siempre hacia adelante... se detiene en surcos y se hace instantes lo que ha de correr siempre primero...
ResponderEliminarsal como sable, en bifurcada herida, el resto de la vida en cicatrices acude sin remedio al aquelarre, y la urgencia del don rápido llega a extender su potaje, la sanadora crema del sonido mudo, del asedio que no aprecia nadie, ese regalo como mancha viaja a través de los aires y los muros en la esquina fatal del corazón...ese fiel cartomante, que no plancha nunca ni lava acaso su vino tinto y miel portaestandarte...
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