domingo, 19 de diciembre de 2010

TE REPATRIO, TE NOMBRO VAIVÉN DE MI VIENTO / POESÍA DE JOSE IGNACIO RESTREPO


SOLICITUD DE MINUTO 
A LA HORA QUE LE ESPERA...



Como mustia pared 

a la broca que de tarde la penetra,
para hacerse de su paz, de su plana belleza,
y con supremo arte dejar en ella
suspendido, atado, preso,
un clavo de metal
de hexagonal diseño
y perfecta disposición
que va a entregarse preso
en su postrero acto

Como perno al andamio,
de casado perfecto,
cual letra que inicial en epitafio,
su sustento conoce
porque está allí en el mármol para servir de ensenada
a un solo, ese otro ser que aunque vivo
se ha hecho inalcanzable
para el que sin culpa ninguna de dejarle
ha partido temprano
dejando lo demás para otra tarde…

Así
lo nuestro corre sus segundos,
sin más prisa que llevan los minutos
para darse coraje hacia las horas
y no dejar lo visto entreverado
en lo hallado por suerte,
su sustento, su vino de amanuenses
su fiesta monárquica de pajes…
Regirse por lo manso,
asi salvemos leyes de irredentos,
y alevosos marchar hacia otra hora
emprendiendo quizás otro camino
el que algún día perdido
en el vital destierro del deseo,
se nos dio como aliento inconfundible
como pan sin hogaza,
como día sin noche,
alevoso, febril
y manifiesto





QUIMERA
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Sabré heredar la sola discreción
que acaso enmudeciendo me decía,
sobre las coordenadas inconclusas,
los cantos detenidos de las olas,
que desde mis pinturas
aun musitan cien viejos dolores,
fístulas abiertas que remiten
pero ya no se ven,
aunque tiñen el agua de rubíes
y el alma llenan de oscura congoja…
Pensé en la suave dormidera
que un día arrancara del jardín,
su mansa sumisión ante mi toque,
en ese inobjetable diapasón
que la aleja sin temor del día,
y la sume en disímiles salterios,
ese estado que anhela
el más avaro farmaceuta
para su dispensario, o su quimera,
el lugar que añora cure siempre
con el paso sabio de su mano,
ante la vista febril de quien lo ama,
o acaso en el próximo silencio
que le traiga su amor deshilvanado,
para buscar que hable erróneamente
y que mediante roce salvador
paz le traiga con magia,
veda ponga en su bosque
azaroso de fieras…
Con mi rifle de palabras cansadas
toda fiera causante de dolor,
ha de medrar sin cuero
hasta el llanto de sal
que por su culpa,
oscuro lago ha formado
con tus lágrimas…
 
 
MI GEORGE SAND
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Qué deberé hablar, o qué callar…
Solo repárame,
dijo el solitario sauce
al viento incomparable
que entraba y salía por sus ramas…
Sos mi piano de cola en mármol blanco,
mi genial claraboya destapada
para que haya oxígeno en mi bóveda…
Sos armada esperanza de intelecto
cuyo bien superior no bien entiendo
para ser tu mi norte o ser yo el tuyo
como loca canción
como terca operación
como sana matriz que se adelanta
a tener un bebe sin dar primero
el portal para un hombre,
porque sabe que el hombre que pariere
un gigante será no un penitente
Sos mi ángel
George Sand
el croupier de mi mano ganadora,
el bordado pañuelo epigrafiado
que con hilo dorado
en perfecta escolástica grafía
al lado de su letra
va la mía…
 
 
TONO DE ESPERA
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Calendario de los febriles escarmientos,
que de días contados a los minutos absueltos
te has vuelto indistinguible,
entre el favor de mi tacto
debo pasar los cuadros del pañuelo,
por tu vigorosa superficie esta vez,
porque prefiero hacerlo y ver el lustre nuevo,
homologado tan solo con si mismo,
calendario
me he quedado sin cinismo,
también sucumbieron los días, pagué caro,
y hoy que encuentro su voz hasta hallarla,
como regalo perdido que se encuentra intacto,
con evasión calmosa llega todo
y mi nombre extenuado
rastros perdidos de guerras recupera,
y siento que su haber se espera,
en los infinitos bordes
de algún bello recuerdo por hacerse,
el antes o el después
mi calendario…
Capaz de esculcar
hasta en mis mansos zapatos,
o en los ribetes plenos de ilusiones,
allí mirando con sus inmensos ojos,
que los que aman pretenden abismados,
lento decir el paso de las horas
aproximando el triunfo o la deshonra,
mientras cualquier paloma vieja
de frente contra un vidrio
otra frontera inexistente
explora…
De que ella sin saber espera
la sensación quisiera,
pero he de ir a ensortijar
mis diez preámbulos,
las ocarinas limpiar,
brillar los cobres,
y reponer sobre el gusto ya extraviado
mis once mil recuperados
pacíficos gustos rancios,
alrededor del cuello por seguro
poner el cable negro por corbata,
pintar sin aspaviento entre mi mapa
los meridianos monzones que me asolan
y tus signos jugar entre mis dedos,
negros como las nubes de febrero,
senador calendario
 
JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

3 comentarios:

  1. Emigrante sin espacio lloraría George Sand de saberse antes de tí en el tiempo, por su tardanza de siglos encubiertos que la mano ganadora te guardó por siempre ignorante de tu roce divino... como en manos de Dalí relaja el tiempo la consistencia y el fausto devenir aloja la melodía que como vaivén de divino viento... habrá de sonar por las esquinas, cuando el allegado momento proclame de tu nombre la gloria, y desaparezcan de las cunetas los muertos...

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  2. ..."la vista febril de quien te ama
    te traiga su amor deshilvanado
    para ser ella tu norte y vos el de ella
    como regalo perdido que se encuentra intacto."

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  3. serenas alianzas, las que nacen en las noches de quebranto...Más que unos signos, las luces del cenizo firmamento, deletrean estos nombres, mis salinas voces, y los ecos de amadas visitantes, que mi piel sin duelo reconocen son propuestos como sirénicos oleajes que bajaran de altaneras cordilleras, esas que guardaran la hora señalada en el susurro de sus vítreos cabellos... marineras de mis horas pardas, equinoccias de mis sueños levantinos que entre el alba asoman...............

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