miércoles, 16 de marzo de 2011

DICHO AL SOL CON LA PIEL ENROJECIDA / Poesía de José I. Restrepo

VACILACIONES


Ser mariscal o ser bufón,
 reclamación sin norte si más temprano has sido
contra tu suerte planeada
en movimiento silencioso o vocinglero,
despedido sin pena de la corte...
Si, 
continente o península,
respetable o difuso,
de nada vale el pasado 
o el pensamiento hoy desdibujado
sobre coloridos futuribles
si todo lo que abajo sostenía
lo encuentras a tus pies,
sin postura ni forma,
enclavado sin clavos,
ordenado sin orden,
a tu olvido dispuesto,
para que sea tu nombre o tu dilema
el que ponga sobre eso un buen principio,
y disponga los olvidos necesarios
para poder continuar tu acto de simpleza o baronía
en otro reino sin rey que te proteja,
del cual ser un bufón
traiga menos que hoy
ni un gramo de pan perdido
para los pájaros sueltos
en otro estimado afán u otro olvido... 


ROMERÍA DE DIOSES SIN CREDO


De la secreta avaricia que escuchaba rezos
y los enviaba por alas encendidas
hacia sus marmóreos portales,
donde afiliados y tercos
recibían el dramático sustento
de manos cancerosas pero amigas,
no queda nada hoy o casi nada,
pues el caído pertrecho de lo fatuo 
colinda con el discurso acartonado
que nombraba a Dios por todas partes,
sin encender en los fieles el discurso
del sereno amor por el misterio
y el fecundo drama enajenado de vivir sin querer
ha hecho mella en los sepulcros dañados
que no admiten tanto muerto vivo,
que no sabe de morir pero tampoco 
de buscar acto a acto el paraíso...

Entre piedras de barroca geografía,
se esconden hoy esos dioses silenciosos,
y de filas de fieles sin creencia
toman distancia con horror y dolo,
llega la noche y el frío los acosa,
-quien lo dijera-
los dioses a si mismos 
el más mínimo gesto de amor cobran sin pena,
de sus gracias avaras del pasado poco queda,
porque así pasa con todos los inventos
que fundan su verdad en cosas falsas:
la noche llega y cae el fundamento
sobre los pies del que ha quedado preso,
a aquellos elegidos por amor
que siempre fueron fatuo monasterio
dispuestos al pesado sacrificio
de morir por lo amado,
aunque bien no entendieran ellos mismos
de que lugar proviene aquel misterio
que convirtió la verdad en ornamento
y el deseo de saber en fe 
que vale solamente cuatro pesos...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor


2 comentarios:

  1. ... y por más que nos abofetea Gea no hay aprendizaje cuando es la soberbia tan grande mientras son siempre los otros lo que entienden dolorosamente el mensaje, amor malentendido que en su propio viaje se deshace, mal cobrada cordura vergonzante que la piel ruboriza y el corazón arredra...

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  2. Mas no somos la presa ni la honda que envió sin dolor alguno la piedra golpeadora...Acaso portadores de plateadas verdades de una tarde y porfiadas luces de colores que anuncian sin hacerlo días mejores, noches que no serán ya solitarias, Europa, trinos de acordada sicalipsis y silencios atados a rosadas y pálidas corolas.......

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