martes, 26 de julio de 2011

HE VISTO MORIR HOMBRES POR NO QUERER SENTIR... / Poesía de José Ignacio Restrepo

VISIONES


Yo tengo hermanos caídos en la guerra 
de creer que el amar es adorarse solos
los vi quererse y crecer en el espejo,
someter todo cariño a sus antojos 
y al descubrir la esencia de sentir 
en los ojos dejar salir el moho
de no saber como vuelves a llorar
y entonces de veras caminar 
como cangrejos de regreso al mar
donde todas las olas abren paso
para que puedan llorar allí
de hinojos...

Yo vi hombres grandes adorar
a mujeres aún más grandes que ellos
pero que no sabían de su altura,
y creían que eran de la medida 
que los ojos de ellos dispusieran,
pues ellos les tenían como premio 
el devolverles la razón a sus quimeras...

Creerse hombres sin saber ser niños, 
sin lamentar la pena de mujer, 
sin revertir la herencia de los siglos 
que matando le nombra que les unja
a los que siguen que la muerte reine...
Yo vi caer a hermanos bien velludos, 
cuando en un segundo descubrieron 
que seguían sintiendo como párvulos
y deseaban sentir amores puros...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

4 comentarios:

  1. Si fueran amor y hombría ambos bien entendidos cómo sería de grato habitar los caminos, esperar el crepúsculo y alumbrarse en el ajeno, hasta serían de otro sabor estas lágrimas vertidas... una belleza igual a la que en tu alma se asila, te quiero...

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  2. Réquiem cantado del día, aforado por tu aliento que le devuelve alma mía a su ruiseñor el viento..Volar igual que salvar, estos caminos soñados, abrévame corazón cuando se sientan lejanos y el viento escaso no alce mis alas al firmamento...

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  3. Hombre, delimitado en género y abonado en dulzura, cuán bello podría ser el sueño, y dónde encontrar la cura desde ese abismo de miedo que entorpece la cordura, desde ese tope sin tiempo que desvirtuando la hombría, la enajenó en el principio en su suprema valía. Gracias Restrepo, aún existe tanta luz!

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  4. Querida y limpísima amiga de mi alma...De esa aventura de ser y crecer deben millones, pero muchos más, serenamente elegías recomienzan, en cada tarea compartida, cada barrida o trapeada o reparada de afectuosa mirada, a la que llega, vestida de heroína, tras conquistar la calle, la jornada...Y cada vez que en los ojos de ellas ven a ese héroe que se afana por la casa, vuelve a nacer ese macho quehacer de construir los géneros otra maldita vez...Gracias por llegar Mardy...

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