DEL CEBO AL CEPO
Qué otra pregunta nos encuentra tarde,
abrumados e infecundos sobre el lecho,
con pavor de dormirnos meditando
sobre extraños siniestros que pasaren,
si no bien contestamos hasta tarde
las preguntas que solo tienen dueño
si al favor de la noche y casualmente,
los dogmas se derriban y se nombra
la tarea de vivir sin ciencia
como yendo a la muerte
de cabezas...
No temo verte,
misión del cuarto de hora,
y con mis manos te tomo por los cuernos,
convencido y cansado como me hallo
es más grave el retorno si a trasmano,
dejamos empezado lo que hicimos
pensando en mejorar ilusamente,
lo que perdido ya estaba de antemano,
y menos si amparamos entre el pecho
las consignas repetidas de los padres,
que prometían sin cumplir, luego olvidaban,
cada llaga por el rato compartido
que traía de regalo la jornada,
dos por dos si son cuatro
y cuatro es nada ...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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de lo bueno a lo genial hay una barrera invisible, difícil de ver, de sentir y de cruzar, tu lo has conseguido... un besazo
ResponderEliminarQue sereno aroma, Anabel, el que dejas con tu paso noble y justiciero. Gracias anchas y largas, por calificar tu lid contra el espejo, en ésta que es tu casa, mi querida...Abrazos..
Eliminary así será que es o debe ser, por eso el insomnio no halla fatiga, cuando se vive con el miedo a esa pregunta que se cuela en la noche, en la grieta entre el sueño nocturno y el diurno, ese abandonado para contar hasta cuatro y alguien se sienta orgulloso de mí sin mí... tremendo el resumen. Felicidades
ResponderEliminarDeclarado tu amor por esta letra, y el secreto sobre ella levantado, queda todo el vigor por acendrar el maduro mensaje, que está ahí bajo la piel y el hueso de mi mano...Gracias Carmen, sabes que ver las huellas que deja tu lectura, me hace feliz, como siempre me deseas...
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