CAMBIO DE NOMBRE
Juicioso magma
que brotando cual paje obediente
desde mi descentrado corazón,
hasta el mismo borde del pelo
que el viento mueve a su antojo,
lastre del pecho
que antes de pesar
ya fue liviano,
como gesto al espejo,
ante todo mis respetos
por ser un carnal sobreviviente,
uno de esos que no muere de miedo
cuando le nombra la sangre
desde el fondo reiterado del abismo,
no somos nada
mas el siniestro antojo
nos da forma,
y pone los linderos de este juego
para que brinquemos sin pena
y caigamos, y reptemos
como niños serios,
que juegan a quedarse sin pellejo
porque lo ven nacer todos los días
Volcánica sapiencia
convertida en ansia,
con tu nombre y apellido
das sentido al carné de nuestros ojos,
que han pasado revista sin descanso
a todo lo juicioso,
a lo apreciable
y también a lo oneroso,
para sembrarnos motivos de indigencia
en nuestro cuatro lados,
estaciones ardientes pero heladas,
donde almas perladas
desdicen de los cálido y lo ambiguo,
para dejar sentada sobre un vidrio
nuestra firma validada por el viento,
que dice sin duda
no es el tiempo
para hacer de nuestro espíritu
el mejor de los nacientes forajidos
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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He percibido una experiencia,un analitico examen desde adentro,algo inepesperado pero se que aun te quedas que todo paso, sigue tu aqui escribiendo,no la hora no es antes ni despues,tu, vives deleitandonos con tus hermosos versos,un poco de pesimismo interior pero al final convencido que no es el tiempo para ser el mejor de los nacientes forajido,
ResponderEliminarahh como no seguir te y deleitar mis sentidos
dejo mi aliento cerca,si necesita vida
calor si el frio helado arrecia
abrazos
El sendero de lo inevitable, nuevamente deja ver el portal, abierto para la luz y la vida interna, esa pálida estancia de brillos fecundos y tiempo extinguido pero siempre renovado...El escritor tiene una guía de azules de intensísima y vital resilencia, igual el que lo lee y lo medita, incluso el que se digna amarlo, que lleva con él esa Pandora abierta, donde cabe todo, nada se agota...Te agradezco estos mensajes de estímulo, Aurora, son bienvenidos...
ResponderEliminarde no oírlo en ocasiones, a escucharlo todo el tiempo, solo el borde del abismo sujeta los pies de los que estamos enfermos de nosotros mismos, soliloquios con ese antagonista o gemelo que nos puede llevar por el justo camino o a la locura misma, ya no sé cómo acallar esa voz cuando sé que tiene razón y no es tiempo, pero ya nació mi alma forajida, limando con palabras las cadenas del buen juicio... ojalá yo tuviera tu elocuente equilibrio y tu circunspección perfecta, cosas entre tantas por las que eres de mi aunque yo no lo merezca, te quiero mucho. Un excelente poema.
ResponderEliminarDe sujetos merecimientos, ah!!...Forjaré la manera en esta solitud hecha de brío, como tu sabes en está búsqueda sin camino, ni casa, ni puerta, elegir herramienta y oportuna fuerza, es más un intuido triunfo que la suma de los números correctos con la fecha perfecta...Pero, tu clara y bravía elocuencia, me hace una sombra tan bella, tan precisa, que no puedo más que agradecerla, mas si sé que no das de lo que te sobra, sino de lo que tienes para dar la guerra por la vida...Un abrazo, sonámbulo y todo, pero cierto hasta los huesos...
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