USURA
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| Image by Steve-h via Flickr |
Condonar el asistido puente que nos trae,
otra vez a pactar los armisticios
por no tener apurada alguna guerra,
entre los planes solo nuevos testamentos,
desgastados colores y reflejos neutros,
como recuerdos que nada vaticinan
Pero de nada vale la disculpa frente al tiempo
que se rige entre las cosas compitiendo;
en los ósculos divinos que queremos
lo que llega es la simpleza de lo rígido
que entre pereza de virtud ensangrentada,
trae su anemia del decir sin hacer nada
Fabulando con pesar en los finales
que acontecen en pequeñas sinfonías,
canta el pecho ante la muerte bienvenida
que entra al cuarto revestida de decencia;
tu solo tienes de recambio viejas formas
que ella sabes ni precisa ni desea
Cuelgan de las ventanas más cercanas
al concepto fatídico del cielo,
los cadáveres de chicos siempre necios
cuyas acciones virtuales y reflejos,
logradas con inocentes aparejos,
lograron nada con un gran esfuerzo
Un origen tan incierto como ácrata
el de estos veteranos de la ira,
en la mano llevo escritos quehaceres
de los que nadie tiene referido,
solo sé que anacrónico es mi canto
el tiempo de mi hacer aun no ha nacido.
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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ciento ochenta grados desde el cierre hasta el comienzo, como estamparle en la cara a la muerte su propio desprecio, algo espeluznante que recorre la nuca para acabar en un aliviado suspiro... aun hay tiempo, aún se puede... nuevamente sobra emoción y falta el verbo para traducir esta lectura, compleja, dicente... entera. Enhorabuena, estás llegado al techo mismo del Parnaso. Muchos besos.
ResponderEliminarUn centelleo estas letras tuyas, opiniones tras el deber cumplido... Ya casi duermo, agradecido con la que envio' este teléfono, por el que poco hablo, casi nada... Pero, permea la distancia entre nuestros dos universos... Gracias, leal y bella Europa Prima....
EliminarCada letra, cada palabra me llevan a otro plano me hacen perderme en un mundo muy particular y lleno de hermosos caminos, llenos de vivencias y sentimientos tan cercanos y al mismo tiempo tan personales y únicos. un abrazo y gracias por regalarnos con tan hermosas palabras siempre.
ResponderEliminarTu sabes ser siempre predilecta, amiga de las onces y las doces, cuya canción desde el fondo me alienta, quizá por sabernos parecidos, de tiempos de proezas tan sencillas, como regar las macetas para ver nacer y crecer aromas y colores, desde su origen, todos los días...En la fe de vencer las fatuidades, mi querida emoción se vuelve historia, y tu mujer proeza, querida mujer llamada Ely Fraga, la tienes en medio de tu mesa...Te bendigo desde mi corazón, y te envío unos de esos, mis abrazos apretados y fraternos...
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