domingo, 22 de julio de 2012

YO, PECADOR... / Poesía de José Ignacio Restrepo

UTOPÍA


Un río bronco en mi desierto eres,
la majestad del viento libertario
que posesión fuera de si no tiene
y se anda por penumbras cavernosas,
por sinuosas pendientes sin un mapa,
ofrecida, porfiada, recelosa
como anclada a la herrumbre de mis fosas,
positiva a la fuerza,
enamorada...
Fe que viva se sabe entre el osario
que despide de si
aroma de sándalos,
dejar o llevarme lo que alumbra
de este poblado mapa de recuerdos,
cuyo común aspecto es lo perdido,
lo llanamente fatuo,
ennegrecido,
y el sentimiento inocuo que me guía
ha nacido de amistoso sortilegio,
que abate el camaleónico misterio,
que nos mueve a los unos
por los otros,
como soga apegada al aparejo
que la gasta y la acaba
inútilmente...
Yo hago de mis olores obsesiones,
de mis cinco sentidos
tus bastiones,
pues no queda remedio ni clausura
para alertar aquello que me queda,
soy el vigor
cruzando la frontera,
el calendario en meses abatido,
me resguardo del terror
de ser olvido
y en el claro del ayer depositado
estoy sentado como fraile no creyente...

Aguardo una alevosa traslación,
y mientras todo,
todo, 
se envanece,
todo el aire se hace irrespirable,
mis sueños
en altura inexplicable
sogas mudas se anudan a mis manos
tratando de salvarme al ahorcarme,
luego echan a volar como palomas,
buscando sus senderos en el aire
y mis ojos se quedan,
como avaros,
atesorando todo,
antes de ser benignos
y cerrarse...



JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

2 comentarios:

  1. Leyendo estas letras me queda la sensación del placer absoluto, y el vacío que viene después...si es que ni cuando somos felices nos lo permitimos, siempre hay un yugo que nos mira de reojo como condenándonos al destierro por los gemidos recién suspirados, las lágrimas ofrecidas al amante en forma de gratitud por conseguir que nos sintamos parte del cielo...Abrazos y mil gracias por derrochar tu tiempo en hacernos sentir mejor después de leerte!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como traduce mi saltimbanqui alma, cuando por estas fronteras te encaramas: delicada tu maestranza genia, que en presencias volátiles tu haces, cada letra de afable temperancia se me labra de cuajo dentro del pecho, y prometo tejer con fina organza, la escalera que deba construir para alzarme de acá hasta dónde te halles...un buen día, Egea, no lo olvides...Gracias, por llegar a muelle...

      Eliminar