ARDID
Gozos que aun me esperan
entre silencios ácratas sin rostro,
apegos entre el suelo visigodo
para tener a mano los modismos,
para tener a mano los modismos,
que hacen fila para ser hermanos míos,
pero mis brazos fuertes rompen istmos,
tiran los puentes hechos,
dinamitan,
y lo que dice en el texto que es valioso,
se calla todo,
por brevísimos segundos,
se calla todo,
por brevísimos segundos,
pues se ha descubierto y testifica,
que lo tan esperado no es verdad,
solo por ser ajeno de este tiempo
siempre ajeno de cualquiera
lo será...
solo por ser ajeno de este tiempo
siempre ajeno de cualquiera
lo será...
Veo sarna en la piel de los clementes
en los ojos pacíficos paciencias,
tolerancias que arrasan las fronteras
y alimentan las alforjas de los ricos,
entonces nada tienen que ofrecerme
esos gozos que yo no bautizo,
mejor suerte otro día,
por lo pronto
me tapo bien los ojos con mis ansias,
de servir a las letras y a sus ecos,
de heredar de sus cánones pertrechos
para seguir librando guerras pobres,
guerras de libertarias intenciones
que no dejen en la tierra
el bien regado,
con la sangre saliendo por los dientes
y el sol reluciente
entre las manos...
me tapo bien los ojos con mis ansias,
de servir a las letras y a sus ecos,
de heredar de sus cánones pertrechos
para seguir librando guerras pobres,
guerras de libertarias intenciones
que no dejen en la tierra
el bien regado,
con la sangre saliendo por los dientes
y el sol reluciente
entre las manos...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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