ACÁ SOLO
Hoy hice reflexión a manos llenas
sobre ese hecho indigente de llevar
al hogar vacías ambas manos,
cuando esperan los tuyos que regreses,
con aquello que juntos necesitan,
para irla pasando, nada nuevo,
solo aquello que da mantenimiento,
como solemos decir esos correctos
aditamentos que permiten llevar
el suceso del grupo funcionando,
me he quedado parte del día cavilando,
sobre las manos vacías y las llenas,
he mirado la gente como lleva
esas utilitarias y gemelas
extremidades de arriba y no termino
de conceptuar hilando muy, muy fino...
Los más pobres de todos son nerviosos,
y con ellas parecen ofrecer
su fuerza intacta que entregan muy barato,
siempre llevan muy poco hasta su mesa,
poca comida en la boca de los críos,
repone algo que hace tanto tiempo falta,
y que en las casas-castillos
antes sobra...
Ya no me quedan ganas de mirar
mis manos ambas tecleando sobre el laptop,
uñas cuidadas, emanan buen aroma,
hasta las letras se rigen por la forma,
del buen decir y el escribir sin tacha,
así como la piel que ha recibido
ciertos cuidados,
no sé cómo decirlo...
Miró mis manos,
detengo la escritura,
mi mente tiene rasgos de cansancio,
y mi alma cuelga bosque adentro,
donde está oscuro y duele casi siempre,
está de cabestrillo,
nunca miente...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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